Representantes del Consejo Regional de Juntas de Salud de la región Huetar Caribe denunciaron un abandono del sistema sanitario limonense por parte del Gobierno de la República. Calificaron su condición como “deplorable”, “paupérrima” y “deteriorada”, al tiempo que exigieron “darle a Limón lo que se merece”.
En comparecencia ante la comisión legislativa de la provincia de Limón Julio Humphreys y Melina Solano, presidente y vicepresidenta del consejo regional, aseguraron que no confían en las promesas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de que el nuevo hospital limonense estará listo en 2027.
“No nos calzan los números, porque ni siquiera hay una definición del terreno, no hay un ente financiero, no contempla que hay situaciones externas a la Caja, como la licitación o los estudios, que prolongará esa planificación. No vemos avances”, reclamó Humphreys.
Solano sostuvo que, desde su perspectiva, la nueva fecha de entrega es una estrategia del Gobierno para apaciguar los reclamos de los limonenses, en especial de cara a la audiencia de este jueves. Agregó que a los ciudadanos de su provincia “siempre nos han dado atolillo con el dedo”.
En su criterio, fue devastador el golpe de la administración actual de detener el portafolio de inversiones de la CCSS. “No creo que para 2027 esté el hospital. Además, en el hospital de Guápiles detuvieron por completo el portafolio. Estamos en el limbo, nuestra situación es deplorable”, agregó Solano.
Humphreys enumeró todos los proyectos de construcción de centros de salud que actualmente se encuentran detenidos.
Mencionó el Centro de Atención Integral en Salud de Talamanca y las áreas de salud Villa del Mar, Colina y Liverpool, en Limón.
“En Guápiles, el área de salud no tiene edificación”, criticó el representante.
Asimismo, el compareciente aseguró que las autoridades de la Caja están jugando con la salud y la vida de los pacientes, ya que la red de servicios de la región Huetar Caribe es la más débil del país, con solo dos hospitales que se encuentran lejos de todos los demás.
Dijo que se trata de dos hospitales en condiciones paupérrimas y deterioradas.
“Llevamos 14 años luchando por el hospital de Limón, nos han sacado dos veces del portafolio de inversiones. El plan funcional estaba listo en un 95% cuando don Álvaro Ramos dejó de ser presidente ejecutivo (de la CCSS), pero luego se intervino ese plan, no para mejorarlo, sino para deteriorarlo aún más, nos bajaron de 300 a 285 camas”, reclamó.
Los diputados también citaron a comparecer a la presidenta ejecutiva de la Caja, Martha Eugenia Esquivel; sin embargo, la jerarca no se presentó, con la justificación de que tenía sesión con la Junta Directiva de la entidad.
Humphreys brindó a los diputados un ejemplo de las carencias con las que lidia el sistema de salud limonense.
“En su momento Limón mandó seis embarazadas en una sola ambulancia, porque no teníamos ginecólogo, seis embarazadas parturientas. ¿Qué sucedió en el Hospital Calderón Guardia? Las rechazaron ¿A dónde fueron a parar? A Cartago, pero Cartago tampoco las recibió y, por último, fueron al hospital de Turrialba donde con toda consideración nos las recibieron.
“Entonces por favor, señores, ya pongan la debida atención y denle a Limón lo que merece. Muchos pacientes han perdido la vida en traslados, también muchos trabajadores de la institución, en accidentes de tránsito”, dijo el representante.
Finalmente, hizo un llamado al diálogo a las autoridades de la Caja, pues sostuvo que no les consultan antes de tomar decisiones; al contrario, “no responden a criterios técnicos de las autoridades de la Caja de la región, ni a la comunidad ni al pueblo”.
En la comparecencia, también participó el exjerarca de la CCSS, Álvaro Ramos, quien ratificó que la institución tiene la capacidad financiera y técnica para construir el nuevo hospital limonense e intervenir el de Guápiles. Incluso, aseguró que, durante su gestión, organizaciones se mostraron interesados en apoyar el proyecto.
Ramos también declaró que el único riesgo de la Caja es que el Estado no le pague la deuda, que además sigue creciendo.
Sostuvo que aplazar la construcción del nuevo hospital de Limón motiva un clima de desesperanza en la población, que combinado con el discurso de que la CCSS está quebrada, podría provocar que los trabajadores dejen de cotizar.