Tres meses después de los hechos que lo llevaron de un supuesto intento de abuso a una mujer, a ser detenido por la policía, el exdiputado Justo Orozco reapareció en la asamblea nacional de Renovación Costarricense para ratificar los 33 candidatos a alcaldes de su partido.
La acusación por supuesto intento de abuso de parte del exlegislador evangélico lo alejó de los focos de las cámaras y toda actividad pública.
Sin embargo, en la asamblea de su agrupación, Orozco no solo llegó para confirmar las aspiraciones a las elecciones municipales, sino que también ejerció de presidente del partido en sesión de la asamblea nacional.
Luego de las acusaciones por el supuesto abuso, los dos legisladores de ese partido, Gonzalo Ramírez y Abelino Esquivel, pidieron a Orozco que se separase de la presidencia de la agrupación.
Por la vía telefónica, Orozco le explicó a La Nación que ellos no son delegados de la asamblea y que en ese órgano solo ha recibido apoyo, pese a todo.
“Nada que ver una cosa con la otra. El principio de inocencia me respalda. No puedo tener dos procesos por la misma causa. La gente en el partido me quiere mucho”, dijo el exlegislador.
Ese es, precisamente, el mismo criterio que empleó Leonel Centeno, presidente del tribunal de ética de Renovación, para evitar una sanción a Orozco, según explicó Jimmy Soto, secretario general del PRC.
“Yo soy partícipe de que él debería mantenerse alejado hasta que no se dilucide la cuestión. Se lo he aconsejado así, pero, si es el presidente, solo que él quisiera hacerlo”, adujo Soto.
Aunque Orozco afirma que él va de salida y que por su edad ya no quiere tener más participación, prefirió no dejar su puesto en manos del vicepresidente, ni siquiera de forma temporal.
“Yo quiero ir menguando, a la edad que tengo (65 años), debo cuidar mi salud, dedicarme a la familia y a cosas espiriturales, pero uno ama lo que ha formado”, apuntó Orozco.
Según el exdiputado, nadie le pidió cuentas por las acusaciones de abuso sexual en la asamblea nacional del partido.
El diputado Abelino Esquivel cree que el tema se ha visto en el partido “con ojos muy cristianos”, pero aseguró que son dos asuntos muy distintos, por lo que sostiene que Justo Orozco debería dejar la presidencia, aunque sea de forma temporal.