¿En qué punto deja este nuevo capítulo por isla Calero la relación entre Costa Rica y Nicaragua?
Las relaciones están deterioradas. Cuando ya uno no puede creer en la palabra de un gobernante es muy difícil. Tenemos otras relaciones entre Costa Rica y Nicaragua que no nos interesa que se vean afectadas, como la economía nacional ni mucho menos. Pero sí, es una relación muy deteriorada.
¿Cree que pueda recibir apoyo en esta nueva denuncia?
Si ustedes hacen un recorrido por la historia reciente, venimos de tropiezo en tropiezo y no es la primera vez. Y más bien, aquellos que me acusan de verbalizar en exceso en algunos temas relacionados con Nicaragua, yo les respondo que me parece que lo peor que podemos hacer los ticos es querer ignorar lo que defendí... o pretender que las cosas no van a ir más allá.
”Pero esto (el conflicto) me parece que seguirá pasando a menos que organismos del derecho internacional se pronuncien, como se tienen que pronunciar, y ojalá hacerles ver, de primera mano y al más alto nivel, a quienes presiden estos organismos, de que no se trata de una situación cualquiera, que Costa Rica al ser una nación desarmada, necesita una respuesta mucho más contundente y rápida de parte de esos organismos”.
¿Se vigilará más la frontera?
Hemos venido preparando mucho mejor la capacidad de vigilancia fronteriza de la Fuerza Pública y creo que este es un esfuerzo que el próximo gobierno no tiene que detener.
”El ser una democracia desarmada no debe ser sinónimo de democracia indefensa, y creo que una respuesta estrictamente defensiva en protección de nuestra gente en algunos puntos claves, es indispensable”.