Los diputados aprobaron este martes, en su segundo debate y definitivo, el proyecto de ley para eliminar la reelección indefinida de los alcaldes y demás puestos municipales de elección popular, luego de que la Sala IV no encontró vicios en el trámite del plan.
El plan recibió 48 votos a favor y dos votos en contra.
El proyecto permite a los alcaldes reelegirse por un único periodo consecutivo, o sea, estar en un máximo de ocho años seguidos en el cargo. Además, les prohibirá postularse para este y otros cargos municipales de elección popular durante un periodo de ocho años, una vez que hayan dejado la alcaldía.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) había objetado la propuesta, porque considera erróneo impedir que los alcaldes se puedan postular para otros puestos una vez que dejen la alcaldía; alegó que se trata de una violación del derecho a ser electos. No obstante, la Sala IV no se pronunció al respecto.
En el caso de los demás puestos, desde las vicealcaldías hasta las sindicalías, pasando por regidores propietarios y suplentes, así como las intendencias, la ley si les permitiría aspirar a otro puesto municipal, luego de haber ocupado por ocho años un mismo cargo.
Antes de la votación, el liberacionista Daniel Ulate, anunció su voto negativo, porque alegó que la continuidad de algunos alcaldes no es la única razón de la apatía electoral de los votantes municipales.
La aprobación del proyecto se dio luego de un fuerte impulso generado por los escándalos de corrupción ligados a los gobiernos municipales, en el conocido como Caso Diamante, que generó la separación de varios alcaldes de sus puestos.
Luis Ramón Carranza, del Partido Acción Ciudadana (PAC), aseguró que él nunca pensó que fuera posible aprobar el proyecto para frenar la permanencia eterna de los alcaldes en el poder municipal.
El frenteamplista José María Villalta coincidió con Carranza en que antes se veía casi imposible la aprobación del proyecto y enfatizó que, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la reelección indefinida no es un derecho humano.
“El alcalde que se perpetúa hoy en el cargo tiene muchas ventajas, por la estructura, la maquinaria municipal, que puede ser clientelista y pone una cancha desbalanceada”, apuntó y dijo que la “reforma revitaliza la democracia partidaria”.
Laura Guido, la jefa del Partido Acción Ciudadana (PAC), secundó el criterio de la Corte IDH y enfatizó que la reelección perpetua de los alcaldes no es ningún derecho humano.
Por su parte, el socialcristiano Pedro Muñoz alegó que su voto fue negativo en apego al criterio del Tribunal Supremo de Elecciones de que el límite a la reelección de alcaldes no se podía aprobar por estar en el periodo de veda constitucional para hacer modificaciones en temas electorales. Ese argumento fue rechazado por la Sala Constitucional.
El liberacionista Carlos Ricardo Benavides dijo que es fundamental el criterio de la Sala Constitucional sobre la ausencia de vicios de forma o de procedimiento, a la luz de la opinión del TSE sobre la supuesta imposibilidad de aprobar el proyecto en esta época.
Añadió que él sí comparte el criterio de que un alcalde podría, después de estar ocho años en ese puesto, aspirar a otro cargo municipal, como lo advirtió el órgano electoral.
Pedro Muñoz también adujo que hay partidos políticos que intentan “ganar en la mesa lo que no pudieron ganar en la cancha”, en referencia a que hay agrupaciones que no logran éxito en las elecciones municipales frente a alcaldes que llevan años en el poder.
Walter Muñoz, jefe del Partido Integración Nacional (PIN), anunció el voto afirmativo de su bancada en el sentido de que es necesario renovar la participación política en los cantones y no tanto en que sirva como una herramienta para combatir la corrupción.
La discusión estaba prevista para este lunes, según lo acordaron los jefes de las fracciones parlamentarias el jueves anterior. Sin embargo, la ausencia de 20 legisladores, 13 de ellos sin permiso para ausentarse, impidió que se pudiera realizar la sesión.
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