Luis Antonio Sobrado renunció este miércoles a los cargos de magistrado y presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) por ser cuñado de Ana Lupita Mora, candidata a la segunda vicepresidencia en la fórmula de Rolando Araya, del partido Costa Rica Justa.
Aunque el Código Electoral le habría permitido conservar el cargo y el salario durante el periodo de campaña electoral mediante una inhibitoria, Sobrado prefirió dar un paso al costado y dimitir luego de ejercer la magistratura durante 22 años y la presidencia del TSE durante más de 14 años.
Según explicó el magistrado, haberse inhibido, en vez de renunciar, le habría concedido una licencia con goce salarial que se extendería hasta la declaratoria de elección presidencial. Ese periodo se habría podido prolongar hasta abril del 2022, en caso de que sea necesaria una segunda ronda.
Entonces, dijo Sobrado, optó por la dimisión para evitar que se generen dudas sobre el trabajo del Tribunal Supremo de Elecciones en los comicios que se avecinan, los cuales calificó de complejos. En su criterio, era prioritario proteger la “convicción mayoritaria sobre la pureza de nuestras elecciones” y sobre el TSE como pilar de la democracia costarricense.
“Ante la mínima sombra que pueda anticiparse, los deseos personales deben ceder ante el interés superior de la sociedad costarricense de que los comicios sean zanjados sin dar excusas para cuestionar su integridad”, expuso el magistrado.
El artículo 7
La inscripción de la candidatura de Ana Lupita Mora podría haber obligado al juez electoral a presentar una solicitud de inhibitoria ante el resto de magistrados, para determinar si debía apartarse del proceso electoral.
De acuerdo con el artículo 7 Código del Electoral de Costa Rica, los magistrados deben inhibirse si algún candidato a un puesto de elección popular es familiar suyo hasta tercer grado de afinidad o consanguinidad.
“Si estando ya integrado el Tribunal surge alguna candidatura que produzca la incompatibilidad apuntada, desde ese mismo momento el miembro en funciones afectado deberá excusarse de intervenir en el proceso electoral, sin perjuicio del derecho a su sueldo. Cuando se trate de los magistrados titulares del Tribunal, el impedimento cesará a partir de la declaratoria de elección”, dice el artículo.
“Ella (Ana Lupita Mora) es una pariente cercana, en tanto es hermana de mi esposa y nos unen profundos lazos de afecto. Esta circunstancia impide que me pueda mantener al frente del TSE sin causarle con ello un daño a su credibilidad de cara a los costarricenses”, argumentó Sobrado al anunciar su renuncia en conferencia de prensa, en la sede central de la entidad, en San José.
“Esta circunstancia impide que pueda yo mantenerme al frente del Tribunal Supremo de Elecciones sin causarle con ello una indebida afectación a su credibilidad entre los costarricenses.
“Más allá del dato normativo, lo cierto es que una elección tan compleja como la que se avecina demanda que las personas que encarnan la magistratura no dejen margen alguno de duda sobre su imparcialidad como árbitros de la contienda”, escribió Sobrado en su carta de dimisión.
“Soy conocedor del régimen de incompatibilidades que fija el artículo 7 del Código Electoral y de la posibilidad que este consagra, en situaciones como la mía, de excusarme de atender mis responsabilidades durante el proceso electoral; excusa que, de ser aceptada por mis pares, conllevaría una licencia con goce salarial que se extendería hasta la respectiva declaratoria de elección.
“He descartado esa posibilidad. En primer lugar, porque esa excusa es improcedente. La jurisprudencia de este Tribunal ya ha precisado que no se configura el impedimento, tratándose de parientes por afinidad en línea colateral, como lo son los cuñados. En efecto, en resolución de las 15:15 horas del 27 de enero de 2016, redactada casualmente por mí, se concluye que ‘las causales de inhibitoria y excusa, previstas en el citado numeral 7 del Código Electoral, solo resultan oponibles cuando la relación de parentesco entre un candidato y un miembro de este Tribunal se dé en línea directa (salvo en el caso de los hermanos por estar previsto a título expreso en la supra citada norma del Código Electoral)’.
“Aun bajo el improbable supuesto de que el Tribunal modificara esa postura y aceptara mi eventual excusa, ello también acarrearía cuestionamientos sobre mi honorabilidad y la de mis compañeros, dado que significaría para mí devengar salario, por incluso un semestre, sin desplegar esfuerzo alguno para merecerlo; opción que, por ende, también considero inaceptable.
“Como decía un colega del extranjero, los organismos electorales no solo administran elecciones, sino, también, confianza. Consolidar y mantener esa confianza supone sabiduría y un esfuerzo constante; perderla, aún por errores involuntarios y actuaciones exentas de mala fe, puede producirse en un instante.
“Lo correcto es no ponerla en riesgo, porque es mucho lo que hay en juego: la convicción mayoritaria sobre la pureza de nuestras elecciones y sobre la ejemplaridad del Tribunal Supremo de Elecciones, pilar de la democracia costarricense”, continuó.
La carta de renuncia va dirigida a la magistrada Eugenia María Zamora Chavarría, vicepresidenta del TSE. Ella declaró que, si bien es difícil sustituir la experiencia y el conocimiento de Sobrado, la población puede estar tranquila porque el Tribunal es sólido y reconocido internacionalmente.
La dimisión se hará efectiva el 16 de diciembre, pero Sobrado agotará sus vacaciones del 9 de noviembre al 14 de diciembre. Su último informe de labores lo presentará el 15 de diciembre.
“Me voy satisfecho de haber aportado al país, de contribuir con mi liderazgo a dejar un mejor Tribunal Supremo de Elecciones como el que recibí hace 22 años”, agregó el presidente del TSE.
La Dirección General del Registro Electoral notificó a Costa Rica Justa de la aceptación de las inscripciones de sus candidaturas el pasado jueves 21 de octubre. Dicha resolución quedó en firme este miércoles al cumplirse los tres días hábiles establecidos en los reglamentos electorales.
Con los comicios de febrero de 2022, el magistrado Luis Antonio Sobrado, de 60 años, habría encabezado sus cuartas elecciones nacionales. Fue nombrado presidente del TSE el 27 de julio de 2007. Además, fungió como magistrado electoral desde el 5 de abril de 1999.
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