Una marcha de decenas de personas registró hechos de violencia tanto en la Casa Presidencial como en la Asamblea Legislativa, este martes, en contra de las medidas sanitarias aplicadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia de covid-19.
En Zapote, los manifestantes sacudieron y golpearon una grúa de la Policía de Tránsito; incluso, algunos se subieron a la plataforma, según reportó Noticias Columbia.
Además, se escuchó una detonación en la transmisión en vivo de Columbia, cerca de la grúa.
Un video, además, muestra el aparente lanzamiento de un explosivo debajo del vehículo del Tránsito, así como a una persona que reprende al joven que lo lanzó.
Los hechos ocurrieron cuando, en las cercanías de Casa Presidencial, los manifestantes encontraron el automotor del Tránsito atravesado en la carretera en función de barrera, lo que impidió el paso de los vehículos que acompañaban la marcha, entre ellos furgones y un bus.
En ese momento, los participantes reclamaron libertad de tránsito frente a los policías presentes.
También, fue rodeado, insultado y empujado el director de Inteligencia y Seguridad, Eduardo Trejos Laly, quien afirmó que lo patearon dos o tres veces.
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En Cuesta de Moras, a su vez, un periodista de La Nación observó cuando un participante empezó a golpear y mover la valla que le impedía el paso hacia el bulevar de la Asamblea Legislativa.
Varios de los manifestantes, por momentos exaltados, reclamaron contra la línea de oficiales de Fuerza Pública que les impedían el ingreso a dicho bulevar, ubicado al costado del Castillo Azul.
Diputados y exdiputados apoyaron en Cuesta de Moras
Sin distanciamiento físico, caretas ni mascarillas, muchos de los manifestantes protestaron, por ejemplo, en contra de los cierres de gimnasios, de la restricción vehicular sanitaria, del crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de los cierres de comercios, del proyecto de jornadas laborales 4-3; otros también alegaban que el gobierno es un siervo de una especie de gobierno mundial.
El grupo de manifestantes estuvo dirigido por los exdiputados Óscar Campos, José Miguel Corrales y Célimo Guido.
Campos dijo que el principal reclamo es la falta de voluntad de diálogo del Gobierno. Criticó que recibiera sugerencias vía electrónica; añadió que se pierden empleos y el bono Proteger no llega a todos.
Reclamo que el Ejecutivo abra economía y abra espacios de comunicación, por lo que pidió a Zapote y a la Iglesia católica de que llegó la hora de que se pongan a buscar una salida conversada.
Sobre los hechos de violencia, dijo que la gente tenía razón de estar molesta porque fueron las autoridades las que bloquearon la carretera.
Añadió que se trata de un grupo variopinto, en el que incluso tienen apoyo del sector arrocero que acaba de lograr un acuerdo para que no se liberalice el precio del arroz.
Por su parte, legisladores del bloque independiente fabricista Nueva República y del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) lanzaron discursos de apoyo a los manifestantes, en particular los fabricistas Harllan Hoepelman e Ignacio Alpízar, así como la subjefa de la Unidad, Shirley Díaz.
En un comunicado de prensa, Casa Presidencial declaró que condena “los actos violentos y vandálicos” que se realizaron durante la manifestación.
Zapote confirmó que durante el disturbio se detonó un explosivo contra una unidad de la Policía de Tránsito.
Según el gobierno, el Viceministerio de la Presidencia en Asuntos Políticos y Diálogo Ciudadano ha sostenido 35 reuniones con representantes de distintos sectores comerciales y productivos.
También, manifestó que el pliego de peticiones que entregó un grupo de manifestantes días atrás será respondido “oportunamente”.
“El Poder Ejecutivo ha procurado un balance entre las medidas sanitarias y la reapertura económica, con el objetivo de salvar vidas y conservar empleos”, aseguró el gobierno.