Marta Esquivel, presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), anunció en la Asamblea Legislativa que pedirá a la Junta Directiva que revierta la suspensión de obras en centros médicos de la institución, decisión tomada a principios de marzo por los directivos mientras se revisa el estado financiero de la seguridad social.
Esquivel dijo, ante los diputados de la Comisión Especial de Infraestructura, que presentará una propuesta para reanudar algunos proyectos que no generan tanto costo para desarrollarse, como la Torre de la Esperanza, del Hospita Nacional de Niños.
Luego, amplió que la propuesta a la Junta Directiva será reactivar el fideicomiso inmobiliario con el Banco de Costa Rica (BCR) que administra el desarrollo de las obras que están suspendidas, y otras que se realizan a través de donaciones.
“La idea es que concluya el fideicomiso los siete años y, a partir de ahí, todo lo trabajado lo asuma la Caja en el entendido de que tenemos que ir con mucho cuidado porque se nos acumularon muchísimos proyectos en un periodo muy corto”, indicó.
Dijo que la construcción del hospital de Turrialba requiere de aproximadamente 160 plazas nuevas, y la de Puntarenas, unas 300 plazas adicionales, además del mantenimiento de quipo. Es decir, que las obras además de su construcción, requieren de recursos para su operación.
“Lo que quiero es que tengan tranquilidad de que el fideicomiso, por lo menos de mi parte, voy a recomendar de que llegue a su fin de esos siete años y que sea la institución que continúe esos procesos”, reiteró.
Agregó que, desde el 2017, había notas de la gerencia de Infraestructura de la CCSS que señalaban que se debía reestructurar del fideicomiso, porque se le dieron muchas obras que no estaban maduras. “Lo ideal en un fideicomiso es darle prácticamente todo listo para que empiecen a construir y los temas administrativos los puede manejar el personal administrativo de la Caja”, aseguró.
El diputado liberacionista Francisco Nicolás le reconoció a Esquivel que, en buena hora, pretende dar marcha atrás. “Parar abruptamente el fideicomiso no era lo correcto. Errar es de humano o equivocarse también, me parece que corregir es mejor, no parar infraestructura del país”, celebró Nicolás.
Esquivel recordó que suspender temporalmente 58 obras de infraestructura, presupuestadas en $340 millones, fue una decisión tomada con el interés de revisar el estado financiero de la CCSS porque los informes actuales no son confiables.
“El problema que tiene la Caja en este momento es que los ingresos y el gasto están llegando a un punto casi que de equilibrio. Cualquier desfase, un problema problema internacional o un problema interno, nos puede generar mayor gasto que un ingreso”, respondió, ante otra consulta de Nicolás de si realmente la institución estaba quebrada.