Para los estudiantes hombres del curso de Física 3, WhatsApp era un medio de comunicación más con el profesor, pues a través de un grupo se les informaba de asuntos específicos de la materia. Pero para las muchachas, la experiencia fue muy distinta.
“Si sos mujer te manda mensajes por aparte bastante comprometedores. Una vez me insinuó ciertos favores a cambio de una mejor nota en un examen. Yo no contestaba los mensajes y aún así me seguía mandando corazones y besos. Me preguntaba que dónde estaba. Por un momento pensé que me iba a quedar en el curso, dejé de ir a clases porque no quería verlo ni en pintura”, relató de forma anónima una estudiante del Tecnológico de Costa Rica (TEC).
La angustia que vivió ella al ser acosada por su docente empeoró cuando les contó el problema a sus compañeros.
“La reacción fue, ‘ah sí, por lo menos va a pasar el curso sin estudiar’, cosa que no era cierta, y además en ningún momento me sentí incapaz de pasarlo sin ayuda del profesor. Pero siempre me desvalorizaron el acoso y por supuesto, como soy mujer, la forma de pasar el curso era porque le ‘gustaba’ al profe. Pasé muy indignada ese semestre”, contó la muchacha.
El relato posiblemente no habría salido a la luz si no hubiera sido porque las integrantes de la Comisión Feminista del Frente Ecologista del TEC habilitaron un formulario en línea, para que las alumnas del TEC relataran sus experiencias de acoso, abuso o sexismo en el centro de estudios.
La iniciativa la tuvo la estudiante Allison Cordero, de 21 años y estudiante de Ingeniería en Diseño Industrial. Ella contó que tomó la idea de los colectivos Me Pasó en la UNA y Me Pasó en la UCR, los cuales ya tenían meses revelando historias de violencia sexual en la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica.
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La Comisión publicó el formulario en sus redes sociales el 21 de setiembre y, en cuestión de dos días, ya habían recolectado 45 denuncias.
“Para nosotras fue un choque emocional, recuerdo que Ali (Allison) me había mandado uno y yo estaba en clases, y me tuve que salir porque eran cosas demasiado sorprendentes que están pasando con chicas del Tec”, contó Nicole Espinoza, quien tiene 20 años y estudia Ingeniería Forestal.
Con las denuncias en mano, las estudiantes buscaron la asesoría de la Oficina de Equidad de Género del TEC. Ahora, se sienten listas para publicar los relatos.
Los casos
“Un profesor de comunicación escrita, en su oficina, insinuó que podía abusar de mí si quería, solo reí nerviosa”, escribió una de las denunciantes.
“Un profesor en clase reconoció tener preferencia atendiendo consultas de ciertas estudiantes. ‘Mae, uno es hombre, es normal que me atraigan estudiantes guapas’", reportó otra.
En las más de cuatro decenas de relatos, también son comunes las situaciones en que estudiantes y profesores son cómplices de actos que humillan a las alumnas, quienes conforman apenas un 34% de la población estudiantil del Tec.
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“Una vez le estaba contando a unos amigos que yo quería ser madre en algún momento. Mi profesor escuchó la conversación y me contestó: ‘lástima que soy su profesor, porque yo le puedo ayudar con eso’. Mis compañeros solo se rieron y yo no supe cómo responder, solo me fui”, escribió otra joven.
Y, también en reiteradas ocasiones, las alumnas cuentan que fueron amigos, parejas o exnovios que estudian en la misma institución quienes las violentaron, tanto en clases como a la salida de las aulas y durante fiestas.
“Llevábamos unos dos años siendo compañeros y amigos de cursos. Él muchas veces me daba ride porque vivía de camino. Una tarde se empezó a desviar completamente de la ruta y me dijo que si yo creía que esos viajes eran de gratis. No me pareció lógico decir no porque era un lugar muy solo. Le di lo que quería para que me dejara en paz”, describió una de las alumnas.
Pese a lo difícil que les ha resultado lidiar con este tipo de historias, las integrantes de la Comisión afirman que el esfuerzo de las denunciantes vale la pena, con el fin de evidenciar la situación y de que más víctimas se atrevan a reportar sus historias.
"Tiene que ver también con cuidarnos entre nosotras, con saber a quién se tiene que tener más de lejitos y así”, afirmó Daniela Cortés, estudiante de Ingeniería Ambiental de 20 años.
El próximo paso
El plan de la Comisión es que la publicación de los testimonios les permita avanzar en la búsqueda de un ambiente más seguro para las mujeres que estudian y trabajan en el TEC.
Tal como lo expusieron en la conferencia de prensa en la que participaron el lunes, en la UCR, exigen que “los profesores denunciados y encontrados culpables por casos de acoso y hostigamiento, sean de conocimiento público en la Comunidad Estudiantil, con el objetivo de saber cuáles docentes ya tienen un historial relacionado al tema y así evitar que exista algún tipo de complicidad”.
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Cordero afirmó que la Comisión, además, planea crear un nuevo formulario para uso de la oficina institucional de Equidad de Género, al que las estudiantes puedan acudir para tramitar sus denuncias formalmente con la institución.
Claudia Chaves, profesora de Ingeniería en Materiales y quien forma parte de la agrupación, afirmó que también gestionaron reuniones con Luis Paulino Méndez y Eugenio Trejos, candidatos a la rectoría del TEC, para conocer qué medidas tomarían para combatir el acoso y los abusos en todas las sedes de la institución.
La Comisión también quiere promover una reforma reglamentaria que permita sancionar los actos y comentarios sexistas que, según afirman, son usuales en los profesores, pero que actualmente no están tipificados como faltas.
“Y capacitaciones para todos los departamentos, porque es el colmo que hay ciertos comportamientos que no deberían darse. Por ejemplo, que un profesor diga que una muchacha es bonita o es fea es totalmente inaceptable, pero no está mal visto por nadie", afirmó Chaves.
Estos son otros relatos que enviaron alumnas del TEC a través del formulario de la Comisión:
*"En una fiesta en un apartamento un muchacho se quedó dormido en mi cuarto, y como era de confianza para mis roomies no lo saqué, además lo conocía. Cuando me fui a dormir abusó sexualmente de mí en repetidas ocasiones, él era muy fuerte y yo estaba muy asustada y débil, gritaba, pero no me escuchaban y él me tapaba la boca y decía “yo sé que usted quiere”.
*"Cuando estaba presentando los resultados de un curso junto con dos compañeras más, era en las Fs (un bloque de aulas en el campus de Cartago), de noche. Una amiga que vivía lejos estaba viendo dónde quedarse, entonces mi amiga y yo le ofrecimos que si podía se quedaba en nuestra casa. El profe escuchó y nos preguntó maliciosamente si íbamos a hacer pijamada, luego nos dijo que podíamos jugar guerra de almohadas. Era de noche, oscuro, estábamos solas con él y nos sentimos demasiado mal por días".
*"Le pedí ayuda a un amigo que creía cercano para asuntos de la U, y me dijo que no porque “él no me veía ahí”, “era su mundo” y que era de hombres, que yo no tenía derecho de estar ahí".
*"Necesitaba hacer una consulta/revisión de un trabajo con un profesor, al cual le pedí que me indicara su horario de consulta, pero otro profesor que estaba junto a él con una sonrisa obscena y de burla me respondió: 'claro, yo la puedo atender a las 12 de la noche por videollamada, ¿le parece?, cuando yo ni siquiera estaba hablando con él".
*"Me pasó que un profesor consiguió mi número y me empezó a mensajear para preguntarme sobre mi vida personal e invitarme a salir. Inmediatamente, le envié un mensaje diciéndole que esperaba que entendiera que había una línea muy importante entre profesor y estudiante y que yo no la iba a pasar. Me dejó de hablar y me bloqueó de WhatsApp".