En la frontera norte de Peñas Blancas y en albergues cercanos, cientos de migrantes cubanos se mantenían este jueves con buen estado de salud, pero esperando con ansias cualquier noticia sobre su futuro inmediato. Cualquiera.
En San José, la Cancillería de Costa Rica se complacía en anunciar el acuerdo para reunir, este martes, a los jefes de la diplomacia de los 10 países que recorren estos cubanos desde que salen de la Isla, aterrizan legalmente en Ecuador y llegan a su meta en Estados Unidos.
En el puesto fronterizo sureño de Paso Canoas, mientras tanto, el arribo de cubanos es constante. Ayer hasta las 4:30 p. m., habían llegado 263 más. Así, la población total de ellos en suelo costarricense está en 2.418 personas, según cifras oficiales.
Con ese ritmo de llegada de migrantes cubanos, la cifra de 2.500 sería superada este mismo viernes, pues los datos de ingresos aumentan día tras día. El ritmo por jornada era de 40 personas hasta la semana pasada; el martes se registraron 62; el miércoles, 136, y ayer jueves, 263. Y cientos más podrían estar de camino en algún punto de Panamá o Colombia, prevén las autoridades que atienden la mayor crisis migratoria en Costa Rica desde los años 80, cuando las guerras en el Istmo.
Todos los cubanos que llegan reciben un visado de tránsito que se queda en la teoría, pues su realidad en este momento les impide viajar al norte en su objetivo de pisar suelo estadounidense, donde una ley les da la bienvenida y la residencia casi automática.
Nicaragua mantenía, hasta ayer, la puerta cerrada para que el flujo migratorio cubano continúe su sendero terrestre hasta su “sueño americano”. Más bien volvió a acusar a Costa Rica de “arrogancia y prepotencia” y de provocar esta crisis, con efectos incluso en el funcionamiento de la frontera de Peñas Blancas.
Esto hace que permanezcan varados en suelo tico todos los cubanos que han llegado desde fines de la semana pasada. Están en buenas condiciones de salud y disponen de asistencia humanitaria del Gobierno y de entidades privadas en los ocho albergues situados en el cantón norteño de La Cruz y en uno de Liberia.
La defensora de los Habitantes, Montserrat Solano, informó de que la población está en buenas condiciones, aunque sí crece su ansiedad conforme pasan los días sin solución sobre cómo salir del país, con rumbo al norte.
Por ello, se está pidiendo a la población no donar ropa ni comida, pero sí juegos de mesa, libros y otros objetos de entretenimiento, tanto para la población infantil como la adulta. “Están acumulando ansiedad”, contó Solano.
La noticia que les pudo haber llegado ayer era que seguirán estancados al menos hasta el martes, pues ese día se reunirán en San Salvador los cancilleres de los países involucrados, en el marco del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
La Cancillería tica dio por confirmada la presencia del cubano Bruno Rodríguez, aunque no hay seguridad sobre qué tipo de representación tendrá Nicaragua y se descartaba la participación de autoridades de Estados Unidos, el país “imán” para los cubanos.
La propuesta costarricense es crear un “corredor migratorio”, que permita a los cubanos acabar su viaje en Estados Unidos.