¿De dónde vienen esos miles de migrantes extracontinentales que entran a Costa Rica? La respuesta más común es “de África”. Pero, ¿cuál es su origen exacto?, ¿cómo y por qué llegan? y, más importante, ¿qué se puede hacer al respecto?
El director regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Marcelo Pisani, maneja un recuento de los miles de migrantes que están cruzando el océano Atlántico en dirección a América. Y no todos son africanos.
Él da cuenta de al menos 24 naciones africanas y 28 asiáticas que, cada día, ven a cientos de sus ciudadanos irse por sus medios o guiados por traficantes de personas.
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Ellos huyen de la pobreza, la persecución religiosa o política, las guerras o, simplemente, salen en busca de una mejor vida.
La situación en Europa, donde el recrudecimiento de la crisis migratoria cobra cada vez más muertes en fronteras terrestres y marítimas, también los empuja al hemisferio occidental. Solo en la primera mitad de este año, casi 2.900 personas murieron en el mar Mediterráneo, mientras que en el 2015 hubo unas 3.770 víctimas, según datos la OIM.
Así, aumenta la presión sobre las rutas hacia América, donde los migrantes creen tener un futuro asegurado en Estados Unidos o Canadá. Ese cometido, sin embargo, pasa por sacrificio y desarraigo.
Pisani, quien además fue jefe de misión de la OIM en Zimbabue, afirmó que las condiciones de seguridad y porosidad en las fronteras de las naciones que exportan a estos migrantes son aún más precarias que en las naciones mesoamericanas.
“Hay que entender el perfil de los migrantes extracontinentales. Así se dificulta el retorno”, advirtió Pisani.
Y aún cuando se determine la nacionalidad de los migrantes irregulares, el otro problema es que la mayoría de sus Estados carecen de consulados en los países por los que transitan.
Un estudio hecho por la OIM y autoridades mexicanas, refleja que Somalia, Ghana y Eritrea son las tres naciones africanas que más migrantes exportan a América. Unos lo hacen a través de vuelos comerciales de Costa de Marfil a Brasil; otros en barco. En cuanto a Asia, la mayoría viene de Bangladés, India y de Nepal.
Las cifras sobre los migrantes en camino a Costa Rica son aún extraoficiales. Se ha hablado de 9.000 y hasta de 20.000, cantidades que la OIM estima altas.
Sin embargo, solo en México, las autoridades detuvieron a unos 6.000, del 2013 al 2015. Muchos otros pasaron de forma irregular, lo que dificulta el conteo.
Pisano aconseja a los países dar una atención básica a los migrantes, pues sus condiciones de salud por lo general son deplorables. Reconoció que es difícil devolverlos a sus países de origen y que muchos se quedan en el camino, sin llegar al destino final.
Él propone una migración regular en vez de irregular para disminuir los riesgos. Cada nación debe aprender a administrar y gobernar la migración, señaló, al tiempo que sugirió coordinar con organismos regionales.
“No puedes cerrar tu frontera; vuelves invisibles a los migrantes, y los dejas en manos de traficantes. La migración no se puede evitar, se puede administrar, y eso implica los diálogos en estos organismos”, resaltó Pisani.