Miguel Guillén Salazar, nuevo secretario general del Partido Liberación Nacional (PLN), no duda en señalar que el PLN incurrió en incoherencias en las últimas campañas electorales, que la gente “cobra muy caro”, sobre todo en lo que él califica como progresismo y conservadurismo.
En entrevista con La Nación, Guillén aseguró que intervendrá para que algunas figuras del PLN desistan de postularse de nuevo a la Presidencia de la República, en respuesta a un intento de cambio en este partido con más de 70 años de existir.
Amigo cercano de Óscar Arias y su representante en el Directorio Político, Miguel Guillén, de 46 años, nació en cuna liberacionista, pero no se considera un “heredero” del poder, sino más bien un muchacho que trabajó en las bases desde muy joven, con participación en las asociaciones de desarrollo y más adelante en algunos puestos de gobierno y la Asamblea Legislativa.
Esto es un extracto de esa conversación:
-Liberación logra obtener diputados, pero el elector no se decanta por su candidato. ¿A qué lo atribuye?
-El ciudadano sabe que el PLN es un partido histórico, que es el único partido serio y responsable. Creo que esa confianza está ahí y por eso confían mucho en nuestra labor legislativa, porque le damos una dimensión de responsabilidad, de sentido patriótico y cívico diferente a los demás partidos.
“Si usted ve, Liberación Nacional no tiene disidencias en su fracción. Otros partidos llegan y, por lo general, casi que por norma tienen una o dos o tres disidencias. Liberación no tiene ese problema porque tenemos una cuestión de pensamiento, una cuestión histórica que nos hace tener un sentido de unidad diferente”.
-¿Y el candidato?
-La incoherencia está en campaña. A veces, iniciamos con un discurso de pronto progresista y, en el desarrollo de la campaña, en algunos acontecimientos enviamos mensajes conservadores que algunos sectores de la población cobran muy caro.
-¿Cómo califica sus candidatos?
-Han sido candidatos muy buenos, porque si uno revisa sus currículos y sus trayectorias, es gente muy bien formada, con muchísima experiencia.
-Pero siguen siendo los mismos.
-El partido está teniendo conciencia de eso. Por eso yo estoy aquí, porque ya hay una conciencia del máximo órgano de representación, la Asamblea Nacional, de que hay que comenzar a dar un giro y comenzar a abrir las compuertas.
-¿Confía en que su figura sea percibida como el cambio que Liberación necesita?
-Por supuesto, porque yo pertenezco a otra generación. Yo no pertenezco a una élite económica. Yo no tengo un apellido histórico en Liberación. No tengo un pedigrí de una de las familias tradicionales de Liberación, en un sentido, digamos, hereditario del poder.
-Con poco tiempo para hacer campaña interna, usted decidió ser candidato dos días antes de la elección, ¿la figura de don Óscar Arias pesó en esa elección?
-Por supuesto que sí, pero también hay unos años de experiencia partidaria, de conocimiento del partido, de contacto con las figuras. Puedo hablar con absolutamente todas las figuras del partido. Esa vivencia interna, de la cual he sido parte, permitió que la gente me conociera y gestar aquello en menos de 35 horas.
-¿Podría pensarse que don Óscar regresa a los temas partidarios?
-Él no va a estar acá en la Secretaría ni va a estar interfiriendo en las decisiones. Él tiene suficiente confianza en mí como para saber, ‘bueno, Miguel es Miguel, Miguel tiene su pensamiento propio, Miguel tiene sus ideas, sus inquietudes, sus atributos’.
“Una de mis condiciones es que no sería candidato sin el apoyo de los dos expresidentes. Muy bien. Ahora bien, podrán decir ‘¿pero es usted una extensión de Óscar Arias?, ¿eso en qué medida interrumpe un sano proceso de verdadera renovación?’ Y yo digo que es como en las familias: los abuelos transmiten sabiduría, transmiten conocimiento. Los hijos, los nietos se forman a través de esa tubería, de esa transmisión de valores y principios”.
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-Una de las críticas más fuertes que hacía doña Laura Chinchilla era sobre la permanencia de algunas figuras, pero usted ha señalado que no piensa excluir a nadie.
-Creo que con respecto a la Secretaría, ella hizo algunos señalamientos (contra Gustavo Viales). Ella me conoce y sabe que represento esa renovación. Así que, sin haber conversado con ella, me atrevo un poquito a sugerir que debe estar satisfecha conmigo y con otros nombramientos.
“Ella hizo críticas fuertes, creo que muchas de ellas o varias de ellas ya se comenzaron a revertir y a explicar y tenemos conciencia de ello”.
-Hay algunos liderazgos que han estado causando fricciones en Liberación, como el de Antonio Álvarez o el de su primo, Nixon Ureña (alcalde de San Ramón), del lado de los alcaldes...
- Don Antonio es una figura dentro de Liberación que ha acumulado experiencia. Es un hombre muy preparado, con muchísima trayectoria y es una realidad política en el sentido de que él es parte del Directorio Político, al que debo escuchar y con quien debo conversar... Yo creo que él hará sus valoraciones en cuanto al papel que tiene que jugar, no me corresponde a mí definirlo. Lo que a mí sí me corresponde es hacer un llamado a que ciertas figuras no insistan en ser más candidatos a la Presidencia de la República.
“Los alcaldes han tenido un movimiento de Liberación muy particular porque tienen mucha fuerza, tienen fuerza territorial y han tenido fuerza política. Y yo tengo que decirle que voy a sentarme con ellos porque me parece que debemos armonizar su participación dentro de Liberación, volverla más integrada y no que se vea que los alcaldes, con posiciones particulares, no concurren en esa vivencia familiar liberacionista”.
-¿Diría que los alcaldes se desconectan del partido?
- Es lo que se ha interpretado hacia fuera y es lo que yo quisiera reparar. Lo que se interpreta es que hay una desconexión, que ellos buscan un liderazgo aparte. Yo necesito mucho de la retroalimentación de ellos, pero además que me escuchen cuando les diga que son necesarios cambios de ciertos líderes y en eso yo no voy a tener ninguna contemplación, venga de donde vea la necesidad de cambio.
-Con la no reelección de algunos de ellos, ¿cómo se prepara Liberación para sustituirlos?
-Donde hay cantones donde no vamos a poder reelegir a la figura actual, yo tengo que darme a la tarea de ir a conciliar, de ir a buscar, de ir a provocar ese diálogo local desde la distancia respetuosa que me corresponde como secretario general.
-¿Cuál es su reflexión sobre la ley que limita la reelección de los alcaldes?
-Yo espero que la Sala Constitucional se ajuste la legalidad y que haya una interpretación muy ajustada a la Constitución Política. Creo que se le debería poner un límite (a la reelección), pero tengo dudas en este momento, si la ley se extralimitó, tengo dudas sobre si de pronto transgredió derechos fundamentales de los alcaldes.
-¿Cómo saldará la deuda en lo ético el PLN?
- Todavía no lo voy a anunciar, pero voy a convocar al menos tres figuras honorables del partido que le sugieran a Liberación Nacional cambios importantes de transformación en nuestra normativa interna con relación a la ética y a la disciplina.
-¿Cuál fue su impresión cuando don Óscar Arias afrontó denuncias sobre abuso sexual?
- Primero, de solidaridad, porque es mi amigo el que está en una situación muy difícil, sin yo saber el fondo del asunto. Y después, obviamente, una toma de conciencia de una serie de eventos mundiales con relación a esto, principalmente el movimiento MeToo, de los cuales yo no era consciente, es de muchos casos probados. O no se supo, que hubo unos casos que al final no tuvieron asidero.
“Y en un tercer momento satisfecho de que don Óscar pudiese superar esos procesos judiciales sin ni tan siquiera tener una acusación formal, lo superó, pero vamos a ver, esos golpes dejan huella no solo en él, sino en su familia y en sus amigos cercanos”.