Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., se comprometió este martes a revisar el nivel de alerta de seguridad que su país emitió para los estadounidenses que viajen a Costa Rica.
Así lo afirmaron Pompeo y el presidente Carlos Alvarado luego de que ambos se reunieron, por unos 40 minutos, en Casa Presidencial.
Hace 15 días, el gobierno de Estados Unidos comunicó un ajuste en la calificación de viajes a Costa Rica del nivel 1, que insta a los visitantes a tomar precauciones normales, al nivel 2, en el que se les pide a los turistas conducirse con mayor cuidado por el país.
Después de la reunión, el presidente Alvarado afirmó: “Hemos conversado de esto, se ha mostrado muy abierto a este tema, anuente a revisar este tema de la calificación; es un tema esencial para nosotros”.
Por su parte, Pompeo declaró: “Vamos a mirar esto, hay un proceso en el departamento de Estado, vamos a asegurarnos de manera cuidadosa”.
El mandatario costarricense afirmó que su solicitud no obedece tanto a un tema de impacto económico, sino a un tema “reputacional” de Costa Rica.
Afirmó que el país ha reducido la tasa de criminalidad y la tasa de homicidios en los últimos años, y ha dado más seguridad a los turistas. Sostuvo que, para los tres millones de visitantes, la tasa de criminalidad es bajísima y que no existen amenazas terroristas.
Lamentó que, aun así, EE. UU. haya puesto a Costa Rica en la misma categoría de países con tasas de homicidio de 50 por cada 100.000 habitantes, mientras que aquí la tasa es de 11 por cada 100.000, por lo que defendió la “solicitud respetuosa” de revisión planteada al secretario de Estado.
Mike Pompeo, en tanto, añadió: “Tenemos un millón y medio de americanos que vienen a Costa Rica, esperamos que sean aun más, tengo confianza de que los que vienen de vacaciones o negocios seguirán haciéndolo”.
“Lo que hacemos es identificar preocupaciones, siempre queremos hacer las cosas correctamente, lo vamos a revisar lo más rápido posible”, dijo.
El presidente Alvarado también expuso a Pompeo que Costa Rica ha trabajado en pos de recuperar la máxima categoría de seguridad aéra que otorga la Administración Federal de Aviación (FAA), luego de que en mayo del 2019 esta dependencia del gobierno estadounidense le rebajara el nivel al país de 1 a 2.