En su comparecencia ante los diputados, la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, aseguró que la reforma fiscal que se tramita en la Asamblea Legislativa “no es suficiente” para resolver el problema financiero del Estado.
La jerarca explicó que, según las estimaciones de los técnicos hacendarios, la reforma del impuesto general sobre las ventas en impuesto al valor agregado (IVA) tendría un rendimiento de 0,9% del producto interno bruto (PIB) para las arcas del Estado.
Eso, sumado a las reformas del tributo sobre la renta, significaría ingresos por el orden del 1,4%, pero no alcanzaría para constituirse en una solución final pues el déficit fiscal alcanzó el 6,2% del PIB el año pasado.
Durante las tres horas de comparecencia, este miércoles, Aguilar explicó que la solución para la eventual crisis fiscal es una combinación armónica del aumento en los ingresos, la reforma en cuanto al gasto público, donde sobresale el pago de salarios estatales, y una efectiva gobernanza fiscal, para mantener la situación financiera sana.
“Yo creo que uno debería preguntarse si ese plan es suficiente para qué. Yo le podría decir (a la diputada Silvia Hernández, del PLN) que no es suficiente para resolver todo el problema, pero sí para que en el corto plazo podamos mejorar la confianza y eso tiene un altísimo valor”, explicó la jerarca.
Según Aguilar, aunque la creación del IVA tendría resultados en el tiempo, sus efectos no serían inmediatos. Por eso destaca que el principal efecto inmediato de aprobar el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas es el de aumentar la confianza del país entre las calificadoras de riesgo y, en consecuencia, en los mercados financieros internacionales.
Con la situación actual del país y una reforma fiscal trabada en el Congreso, se torna casi imposible que Costa Rica salga a pedir refinanciamiento para reestructurar la deuda.
Aprobar ese proyecto y generar más confianza, dijo Aguilar ante consulta de la liberacionista, implicaría “la posibilidad de acceder a préstamos de balance presupuestario y hacer una reestructuración de esa deuda”.
Aparte, aprobar un IVA que permita el control cruzado en la cadena de producción o de prestación de servicios permitiría un mayor control de la evasión, dijo la ministra.
Al igual que Aguilar considera insuficiente el plan fiscal, también dijo varias veces, durante su presentación, que las medidas administrativas y presupuestarias que aplicarán a corto plazo son insuficientes.
Para Ivonne Acuña, diputada de Restauración Nacional, es preocupante que ese plan de Rocío Aguilar no sea suficiente y que no sea una propuesta integral, según dijo la legisladora en su curul.
Pero ante eso, la ministra de Hacienda respondió que no se debía malinterpretar, y entender que las medidas “sí tienen el carácter de urgencia para que evitemos una crisis”.
La jerarca de Hacienda espera que, entre las medidas que se pudieron cuantificar y las que no, el plan presentado pueda recaudar 1,7% del PIB, y que eso junto con las reformas tributarias les permita alcanzar un 3% del PIB, para dejar el déficit también en tres puntos porcentuales, pues actualmente sobrepasa los 6 puntos.
“Yo quisiera que no hablemos de ustedes, todos nosotros debemos tener esa meta, porque solo el trabajo conjunto nos permitirá llegar al 3%. Estimamos unas cifras adicionales del 0,25%, que provendrían de la aplicación de nuevas leyes tributarias para combatir la evasión”, indicó Aguilar.
Añadió que la implementación del salario único para nuevos funcionarios generaría 1,25% del PIB en tres años, si se pensiona la cantidad de funcionarios que el Gobierno ha calculado (el 27% de la planilla se jubilará en cuatro años, según dijo).
Pero el proyecto de ley de reforma fiscal puede ser objeto de mejora, considera Rocío Aguilar.
Por eso pidió que los congresistas vuelvan a incluir el capítulo para liberar la asfixia que actualmente sufre el Gobierno por las obligaciones legales de ciertas destinos específicos, capítulo que Liberación Nacional, en alianza con el Frente Amplio, eliminó de la iniciativa legal dos días antes de que terminaran labores los anteriores diputados.
También solicitó que la reforma legal ajuste los porcentajes propuestos para dedicación exclusiva, por ejemplo, a los que ella sugirió en la propuesta de reducción del gasto público.
Solo la directriz para que las anualidades se paguen nominalmente y no porcentualmente implicaría un ahorro de 0,28% del PIB (¢96.000 millones) en cuatro años, aseguró Aguilar.
Aunque la iniciativa está en el Congreso y su avance depende de los diputados, el socialcristiano Pablo Abarca le pidió a la ministra que se considere la posibilidad de no gravar la canasta básica a un 2%, sino solamente un punto, mientras que el jefe del PUSC, Erwen Masís, lanzó la duda de si se puede salir adelante sin aumentar los impuestos.
Ante ello, la ministra Aguilar reiteró que no se trata de jalar solo por un lado, sino que tanto se necesitan los ajustes tributarios como la reforma en el gasto público, pero también un rediseño institucional, pues se planteó la duda de si el Estado realmente requiere tantas instituciones y funcionarios.