Reservándose el dato, la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, declaró que el Gobierno debió recurrir a las letras del tesoro del BCCR, para financiarse, porque las tasas de interés que ofrecieron los inversionistas en las últimas subastas eran “obscenas”.
La situación encendió la alerta y motivó el uso del mecanismo de financiamiento con el Banco Central de Costa Rica (BCCR), para no salir de manera “desordenada” a colocar deuda de corto o cortísimo plazo a precios que presionen al alza las tasas de interés en el mercado comercial.
“Yo les digo tasas obscenas... Son tasas que superan lo que debería ser el costo de los recursos. No estamos con falta de recursos; es que tiene sentido esa tasa cuando no hay fondos, entonces los bancos necesitan conseguir esos fondos para colocar, pero es que los fondos están depositados en el mercado de liquidez a plazo inmediato, incluso a rendimientos inferiores. Entonces lo que aquí se trata es conseguir, de la forma más ordenada posible, mejores noticias, con una reforma avanzando”, señaló la ministra.
Aunque Hacienda pretende relajar las tasas de interés con las letras del tesoro, los ¢498.000 prestados por el BCCR no cubren todas las necesidades de financiamiento. Para lo que queda del año, la proyección de endeudamiento para el II semestre del 2018 se estimó en ¢2 billones, por lo que gobierno tiene que seguir captando recursos.
La ministra no descarta recurrir a organismos internacionales para pedir préstamos de apoyo presupuestario, pero lo hará cuando logre la reforma fiscal que se tramita en el Congreso que, según el presidente Carlos Alvarado, debe ser aprobada en octubre.
“Nosotros hemos conversado con organismos internacionales. Sí existe la posibilidad interesante de obtener préstamos de apoyo presupuestario, solo si hay una reforma fiscal”, dijo Aguilar.
Una vez más, Aguilar descartó que el Gobierno se encuentre ante una crisis de liquidez. Asegura que sí hay dinero, pero a un precio muy caro.
No obstante, economistas como Francisco de Paula Gutiérrez, expresidente del Banco Central, sostiene que sí existe una crisis de liquidez, en el tanto se tuvo que recurrir al mecanismo excepcional con el BCCR.
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La deuda asumida con el Central debe cancelarse, a más tarde, el 26 de diciembre. La ministra asegura que podrá pagar esa deuda con la confianza de los inversionistas que genere la aprobación del paquete fiscal.
En caso de que la reforma fiscal no prospere en el Congreso, Aguilar prevé que el país podría seguir endeudándose en el mercado interno, pero con tasas más altas que terminarán por impactar los préstamos de los costarricenses.