Nogui Acosta, ministro de Hacienda, aseguró que la deuda pública alcanzará el 84,8% del producto interno bruto (PIB) en diez años, si los diputados no autorizan un endeudamiento por $6.000 millones en eurobonos, en el mercado internacional, en donde el Gobierno buscaría tasas de interés más bajas.
Ante los diputados de la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso, el jerarca afirmó el martes que, sin los eurobonos, el tamaño de la deuda costarricense crecería en más de un 20% entre el 2022 y el 2032. Precisó que la cifra pasaría del actual 68,5% a un 84,82% del producto interno bruto (PIB).
En cambio, continuó, si la Asamblea Legislativa aprueba una emisión de $6.000 millones en eurobonos en cuatro tractos, para los próximos cuatro años, el endeudamiento bajaría a un 50,48% del PIB para el 2032.
De acuerdo con su proyección, para el año 2029 se desaplicarían las medidas de contención que exige la regla fiscal, como el congelamiento de salarios públicos, pues en ese momento la deuda caería por debajo del 60% de la producción.
“¿Cual ruta queremos elegir? ¿La marcada en verde o la que esta marcada en roja?”, les preguntó el ministro a los diputados.
En montos nominales, pero con una estimación de cinco años (entre 2023 y 2027), Hacienda prevé que los intereses de la deuda consumirán ¢16,2 billones sin eurobonos.
Con eurobonos, el pago de este rubro bajaría a ¢11,76 billones, para un ahorro de ¢4,44 billones.
“No podemos bajar (la deuda) si no tenemos la oportunidad de bajar el pago de intereses. La estrategia fiscal no tiene ningún impacto desde el punto de vista de mejoramiento en la relación deuda-PIB si no se tiene la aprobación de eurobonos”, insistió Acosta.
Diputados dudan de las cifras
Los diputados del foro de Económicos pusieron en duda las proyecciones. “Es difícil saber si las proyecciones son reales, pues depende de muchas variables que no están del todo claras”, reaccionó Kattia Rivera, vocera del Partido Liberación Nacional (PLN).
Rivera sostuvo que, en la trayectoria de la deuda, intervienen otros factores como el crecimiento del PIB utilizado, la inflación proyectada, las diferencias cambiarias, las tasas de interés internacionales, el gasto público y los ingresos futuros y reformas tributarias.
Criticó que la presentación del ministro no indicó cómo sería la curva de deuda proyectada si se aprueban solo $1.500 millones o $1.500 millones anuales, por cuatro años.
“Pero lo más curioso del dato es que contradice el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2021-2025 colgado en la página web del Ministerio de Hacienda. En ese documento, se estima que la relación deuda-PIB al 2025 alcanzaría el 74,2%, pero viendo la gráfica de la presentación, nos dice a ese año se estima un porcentaje inferior al 68,57% del PIB.
“El 74,2% se estima aprobando todos los impuestos propuestos por el Gobierno anterior, acordados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los eurobonos, todos los créditos de apoyo presupuestario, la aplicación estricta de la regla fiscal, la aplicación del Decreto 42798-H de recorte de gasto, entre otras medidas acordadas con el FMI. La diferencia de cálculo es de 5,6 puntos porcentuales de la producción”, señaló Rivera.
Sofía Guillén, diputada del Frente Amplio, también puso en duda las proyecciones de Hacienda. “Habría que ver cuál es el supuesto de tasas de interés que ellos usaron en la colocación. La tasa de interés es variable. Yo envié una consulta por escrito al Ministerio de Hacienda sobre las estimaciones de tasas para poder tener claridad sobre esas proyecciones”, dijo la frenteamplista.
Gilberto Campos, diputado del Partido Liberal Progresista (PLP), aseguró que la trayectoria de la deuda no depende exclusivamente de la colocación de eurobonos, sino del mejoramiento general del clima económico, del superávit primario, la recaudación y del crecimiento de la economía.
María Marta Carballo, legisladora del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), destacó la importancia de aprobar eurobonos, pero recalcó que debe ir acompañada de una adecuada estrategia fiscal que incluya recorte al gasto para reducir deuda.
“La aprobación de los eurobonos va contribuir, pero es una estrategia integral, fiscal y de recorte la que podría lograr una importante disminución en la proyección de la deuda”, apuntó.
Crecimiento de las tasas de colocación
Consultado por La Nación, el ministro Acosta aseguró que la trayectoria de la deuda, en diez años, se vería afectada por las tasas de interés de colocación del endeudamiento. Con una colocación anual de $1.500 millones en eurobonos, durante los próximos cuatro años, la tasa de colocación pasaría de 7,46% del primer año, al 6,6% al cuarto año.
Sin esa colocación, la tasa de interés al colocar esos recursos en el mercado local sería de 7,92% el primer año, de 9,54% al cuarto año y, en un quinto año, sería de 10,35%.
Para el ministro Acosta, lo ideal sería aprobar los $6.000 millones para los próximos cuatro años, en tractos de $1,500 millones anuales.
Agregó que, solo entre el 2023 y el 2027, el país afrontará el pago de $7.729 millones en amortización de deuda en dólares y $3.715 millones en intereses.
Para el 2023 el vencimiento en dólares sería de $1.800 millones, indicó Acosta en la comisión.
El ministros insistió en que salir al mercado local, a captar recursos para financiar el déficit del Gobierno, presionaría las tasas de interés y dejaría menos recursos para la inversión privada. A modo de ejemplo, informó de que el próximo año el Gobiernorequiere un endeudamiento equivalente al 10,1% del PIB, cuando el ahorro nacional será del 10,2% de la producción.
“El 63% tendría que satisfacerse en el mercado local”, detalló. Esa presión del Gobierno por la captación de recursos, adujo, ha dejado menos dinero para la producción privada.
Además, Acosta reiteró la colocación de deuda pública en el mercado internacional es más barata. Recientemente el Gobierno colocó deuda en el mercado a una tasa del 8,9%. En el mercado exterior el interés sería de aproximadamente 7,25%, indicó el ministro a los diputados.
“La pregunta es dónde tengo la incidencia y a quién le está costando pagar esos intereses. Es a los costarricenses”, dijo.
Los diputados del foro de Económicos están conscientes de la necesidad del Gobierno de colocar deuda pública en el mercado externo para restar presión al mercado local, pero dudan del monto y de los controles que podrían aprobar.
A modo general, han exigido a Hacienda exponer con claridad la ruta fiscal del Gobierno. Kattia Rivera, jefa de bancada del Partido Liberación Nacional (PLN), pidió a Acosta abrir una mesa de trabajo para tener claridad de esa ruta, y así poder tomar una mejor decisión.
Liberación Nacional se inclina por aprobar una primera emisión, para colocarse en un año, de $1.500 millones.
Giberto Campos, legislador del Partido Liberal Progresista (PLP), consultó si la aprobación se puede condicionar al cumplimiento de metas como un superávit primario del 1,5% de la producción al finalizar el año, un 0,5% del PIB más de lo proyectado por el gobierno, y a reducir la deuda pública al 69% del tamaño de la economía.
Acosta respondió que el objetivo es llegar un superávit primario (diferencia entre ingresos y gastos sin contar el pago de intereses de la deuda) del 1,5% del PIB en superávit primario en el 2023; y al 2% de la producción en 2024. “Sin embargo, nada de eso es posible sin los $6.000 millones en eurobonos aprobados”, sostuvo el jerarca.