En una carta enviada este jueves a los diputados, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, expuso las cifras generales de la nueva propuesta de ajuste para equilibrar las finanzas públicas y negociar un financiamiento de $1.750 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
-En materia de gasto público, el ministro dijo que es necesario reducir los egresos del Gobierno en un 1,5% del producto interno bruto (PIB) entre el 2021 y el 2022.
Para ello, dijo, es “fundamental materializar” el proyecto de reforma al empleo público, el cual será convocado a las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa a partir del lunes 14 de diciembre. Este introduciría un nuevo esquema de salario global, en lugar del sistema actual de salario base más los pluses que distorsionan el régimen salarial en el Estado.
No obstante, Villegas les hizo notar a los diputados que, “para que este (proyecto) tenga un impacto pronto y positivo en las finanzas, es necesario hacer ajustes al texto actual, en la línea de lo que ha propuesto la ministra de Planificación”, Pilar Garrido.
Garrido expuso que el salario global debe cubrir a todos los funcionarios públicos, actuales y nuevos, y que también se debe respetar la aplicación de la regla fiscal, la cual congela los salarios mientras la deuda pública supere el 60% del PIB.
A ella también le preocupa que la versión actual del proyecto permita el traslado inmediato, al esquema de salario global, de los funcionarios públicos que queden por debajo del futuro sueldo fijado para su respectiva escala, pues ello demandaría un pago de ¢32.000 millones anuales.
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-En cuanto las exoneraciones de impuestos, Villegas anunció la eliminación de beneficios equivalentes a un 0,5% del PIB, a fin de aumentar la recaudación del Gobierno. “El presidente me ha instruido presentar dicho proyecto la próxima semana, el cual será convocado en sesiones extraordinarias simultáneamente”, dijo el jerarca.
-En aportes de empresas estatales, el ministro anunció un plan equivalente al 0,2% del PIB con un proyecto que será remitido posteriormente.
-En cuanto a nuevos impuestos, el titular de Hacienda presentó un 0,8% del PIB, del cual un 0,2% provendrá de los impuestos a la lotería y del esquema de renta global. “Es decir que el restante 0,6% debe ser negociado con el FMI, pero principalmente con las señoras y señores diputados”, afirmó Villegas.
Con esta carta, el Gobierno tenía la intención de que los diputados dispensaran de todo trámite un préstamo de $250 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que el país perdería si no es aprobado antes del 6 de enero.
El miércoles, el PLN decidió no acelerar ese crédito mientras la administración de Carlos Alvarado no exponga la propuesta de ajuste fiscal que llevará al FMI.
Este jueves, después de llegada la carta, el plenario rechazó por segunda vez una moción de dispensa de trámite del préstamo del BID.
Luis Fernando Chacón, jefe de fracción de Liberación Nacional (PLN), afirmó que la carta enviada contiene mayor información que deberá ser analizada en los próximos días.
No obstante, agregó que el Gobierno debe presentar, de una vez, una ruta integral para sacar a flote la economía del país en vez de plantear soluciones parciales que trasladen la crisis a la futura administración.
Por su parte, la socialcristiana María Inés Solís, dijo que a ella no le llegó la carta, pero que sigue esperando la ruta clara para los ocho meses de sesiones extraordinarias que tendrá la Asamblea Legislativa. En esas sesiones, el Poder Ejecutivo propone la agenda de proyectos de ley.
Alcanzar superávit primario en 2023
El ministro de Hacienda precisó que, con la nueva propuesta de ajuste fiscal, la meta es alcanzar un superávit primario del 1% en el año 2023, con la idea de darle estabilidad a las finanzas públicas en el mediano y largo plazo.
La meta se alcanzaría con los ajustes en gastos, exoneraciones, aportes de empresas estatales e impuestos, así como con el financiamiento del FMI.
Un superávit primario consiste en que los ingresos del Gobierno Central sean superiores a sus gastos, pero sin tomar en cuenta el dinero que se va en el pago de los intereses de la deuda pública.
En el 2019, en vez de tener un superávit, el Gobierno más bien tuvo un déficit primario del 2,78% del PIB: los gastos superaron a los ingresos en más de ¢1 billón (un millón de millones), incluso sin tomar en cuenta el pago de intereses.
Al principio de la pandemia, cuando el Gobierno adquirió un primer crédito rápido de $508 millones con el FMI, se comprometió a que, una vez pasada la crisis sanitaria, tomaría medidas adicionales sobre los gastos y los ingresos para alcanzar un superávit primario del 2,2% del PIB en el 2024.
En esa misma negociación, Costa Rica se comprometió con el FMI a retomar una ruta de consolidación fiscal que permita reducir la deuda pública a un 50% del PIB en el año 2034. Este año, la deuda cerrará en alrededor de un 70% de la producción y, el próximo año, podría subir a un 80% del PIB.
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Reducir gasto corriente primario en 3 puntos
En la carta, el ministro incluyó un gráfico que expone el plan de reducir el gasto primario corriente de un 16,45% del PIB a un 13% del PIB entre el 2020 y el 2025.
Tomando como base el PIB del 2020, eso significaría bajar el gasto primario corriente de ¢5,7 billones a ¢4,5 billones. Sin embargo, el PIB de cada año cambia, de acuerdo con las condiciones de crecimiento de la economía.
El gasto primario corriente es el dinero que el Gobierno destina a remuneraciones, adquisición de bienes y servicios, y transferencias corrientes a instituciones.
Elian Villegas afirmó que será necesario reducir el gasto público en un 3% del PIB a lo largo de los próximos cuatro años.
Además de la reforma al empleo público, anotó que ya hay reformas en camino para alcanzar esa meta, como la eliminación de un 1,13% del PIB en el presupuesto del 2020 y de un 1,48% en el del 2021.