El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, expuso este martes, en una sesión de trabajo de la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, una dura situación del Gobierno para el pago de los intereses de la deuda pública.
En medio de múltiples reclamos de los diputados por no autorizar el giro de varias partidas para programas sociales, el Poder Judicial y la Asamblea Legislativa, Acosta les explicó a los congresistas el panorama para este 2023.
Explicó que, entre los riesgos que podrían encarecer el pago de intereses, están la inflación, las tasas de interés y la fluctuación del tipo de cambio.
Sobre las tasas de interés, enfatizó que la Reserva Federal de los Estados Unidos (banco central de ese país, conocido como Fed) augura que las tasas seguirán subiendo y eso tiene un impacto sobre el servicio de la deuda.
Para junio del 2022, casi el 24% de la deuda estaba pactada con tasas variables. Eso significa que, si las tasas suben, el Gobierno tendrá que pagar más a sus acreedores.
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La tasa básica pasiva ha aumentado un 40% en los últimos meses “y todavía falta”, dijo Acosta.
“Es necesario que el Presupuesto sea holgado para afrontar las variaciones. No podemos enfrentar una condición en que los recursos no sean suficientes, porque entraríamos en un déficit de recursos, un huego fiscal”, apuntó.
En el caso del tipo de cambio, Acosta explicó que si el dólar baja a ¢500, entonces habría espacio en el plan de gastos para cubrir todos los gastos, pero, si el tipo de cambio sube, Hacienda tendrá que llegar a Cuesta de Moras para pedir una recomposición de las partidas.
“El 62% de la deuda está en colones, un 33% en dólares y un 4% en otras monedas”, declaró Acosta.
Si todos los riesgos se concretan, el ministro dijo que tendrían un faltante de ¢22.000 millones para afrontar el pago de los intereses de la deuda pública.
“La pregunta es dónde deberíamos ubicarnos. Deberíamos estar por encima de la línea, para tener la certeza de que en todo momento vamos a poder cubrir los costos. Si yo asumo un tipo de cambio más bajo, sería irresponsable y podrían no ser suficientes los recursos del Presupuesto”, dijo.
Sobre la deuda de reciente colocación, advirtió de que los intereses que se pagan son realmente altos.
Pero no solamente esos son los riesgos que afronta el pago del servicio de la deuda, sino que también hay que considerar, enfatizó el ministro hacendario, los riesgos internacionales.
Con base en informes del Banco Central de Costa Rica (BCCR), el jerarca indicó que hay riesgos por el rebrote de covid-19 en China, así como el eventual agravamiento de conflictos internacionales como el de Ucrania, la persistencia de las presiones inflacionarias y los pagos de la factura petrolera que, eventualmente, podrían ser mayores a los proyectados.
Por otra parte, el pago de los intereses no es lineal, dijo Acosta, y no se puede hacer una previsión de cuánto va a sobrar cada mes, mucho menos con apenas los vencimientos que tenía a enero, pues adujo que en enero es uno de los meses con pagos más bajos.
Eurobonos sin colocar
Nogui Acosta también dijo que aún no ha colocado los eurobonos que le aprobaron los diputados el año pasado, para afrontar el pago de los vencimientos de la deuda.
Los eurobonos son títulos de cesión de la deuda costarricense que se colocan en el mercado internacional, generalmente con mejores condiciones que la deuda que se consigue en el mercado local.
Aara afrontar los vencimientos por $1.000 millones de enero, Acosta reveló que tuvo que acudir al mercado interno con una deuda carísima.
“Desde el punto de vista práctico, estamos pagando una deuda cada vez más cara”, dijo.
En declaraciones a la prensa, además, enfatizó que los ahorros que se proyectan con la colocación de los eurobonos se reflejarán el próximo año y no durante este 2023.