Rodrigo Chaves, ministro de Hacienda, le advirtió a los diputado sobre los riesgos de que el país caiga en un “default” financiero, lo cual generaría una mayor desaceleración económica en el país, si no se atienden, de forma integral, los efectos generados por el covid-19.
En ese sentido, el jerarca hizo hincapié en que el Gobierno no debe de dejar de un lado el pago de la deuda pública, al tiempo que afronta el impacto en la salud pública y la transferencia de subsidios financieros de las familias afectadas por la emergencia nacional.
“El Estado costarricense tiene que asegurarse de que se va a honrar deuda pública”, puntualizó Chaves este sábado, durante una comparecencia en una sesión de trabajo virtual con la Comisión de Asuntos Hacendarios del Congreso.
En ese foro legislativo se discute un primer presupuesto de ¢377.000 millones solicitados por el Poder Ejecutivo para atender la emergencia nacional, de los cuales ¢224.649 millones serán destinados al pago de montos principales e intereses de los créditos públicos.
Del dinero restante, ¢150.000 millones serán para otorgar bonos familiares por ¢62.500 y ¢125.000, mientras que ¢2.429 millones reforzarían la labor del Ministerio de Salud.
La fuente de financiamiento de este primer paquete proviene del préstamo por $500 millones con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), recorte de gastos del Estado por ¢86.400 millones y ¢1.800 millones del ingreso extraordinario de la Cancillería.
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“Entrar en un default (o impago) sería un enorme problema para el país", insistió el titular de Hacienda.
En esa línea, Chaves hizo el llamado, desde el inicio de su exposición, sobre la necesidad de estar al día con los empréstitos.
Esto, según explicó, debido a que el país seguirá necesitando de recurrir a más deuda para poder afrontar el gasto público por la caída de los ingresos que genera el aislamiento social.
“El Gobierno sabe que en vista de que el 48% del presupuesto 2020 es financiado por deuda, nos preocupa no pagar deuda pública.
“Así como estamos dando de comer a familias y le estamos dando flexibilidad a los bancos para readecuar las deudas de las empresas, así que hay que asegurarse, a menos que alguien quiera sugerir un ‘default’ de Costa Rica, que el Estado pueda pagar”, añadió.
La insistencia del jerarca se debió a que la presidenta de la comisión y diputada del Partido Liberación Nacional (PLN), Ana Lucía Delgado, cuestionó de que alrededor del 60% de este primer paquete extraordinario se destinará al pago de deuda y no en su totalidad a la atención a las familias.
“Me refiero a la información que contiene el presupuesto para ser trasladado de forma clara a las personas, porque de ese presupuesto extraordinario solo ¢150.000 millones van a subsidios y el resto van a cambiar fuente de ingresos”, expuso la liberacionista.
El mismo señalamiento realizó el jefe de bancada del Partido Restauración Nacional (PRN), Eduardo Cruickshank , quien, además, expresó que el Congreso aprobó una reforma a su reglamento para tramitar por la vía ultrarrápida este presupuesto que, señaló, contiene una reestructuración de deuda.
Esa vía, en la opinión de Cruickshank, disminuiría la discusión del texto de unos 30 días hábiles que implican alrededor de 49 días calendario, a 8 días hábiles que se traducirían en unas dos semanas calendario.
“Estoy de acuerdo que paguemos deuda. Me preocupa que caigamos en vicios de aprobar presupuesto por esta vía. Se debería de tramitar por vía rápida lo que es inherente directamente a la emergencia y esta otra parte debía tramitarse por la vía ordinaria”, expuso el restauracionista.
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Al respecto, Chaves mencionó de que si los legisladores consideran de que los efectos de la emergencia solo se refieren a la asistencia social, se estaría viendo el problema solo desde un enfoque.
Según el ministro, esta crisis tiene tres dimensiones: la parte sanitaria, los efectos sociales y el socioeconómico. En este último, insistió, también incluye honrar la deuda.
“Sabemos que la emergencia no solo afecta los egresos del Gobierno, sino que más bien, los aumenta. Sabemos cuáles son los vencimientos de la de deuda de valor fijo: intereses y amortizaciones.
"Se tienen presupuestados ingresos que no van sabemos si van a llegar. Entonces, tendríamos que recurrir a colocar más deuda y debe de quedar claro que atender la deuda es parte integral de esta emergencia económica”, reiteró el titular.
Efecto devastador
A solicitud de Laura Guido, diputada del Partido Acción Ciudadana (PAC), el jerarca mencionó los efectos de que el país pueda caer en impago si no honra sus compromisos financieros.
“Llevaría al caos caracterizado por una devaluación rápida, sustancial y brutal del colón; a su vez, se causaría gran inflación a través del tipo de cambio. Llevaría cierre total de mercados financieros porque nadie le prestaría al gobierno y llevaría contracción enorme en calidad y cantidad de servicios públicos que prestaría el Estado”, advirtió.
“Eso sería un frenazo. Es chocar contra una pared. Es una desaceleración económica”, insistió Chaves.
El ministro mencionó ejemplos de países que sufrieron adversidades por incumplir sus compromisos financieros en el pasado.
Citó que en Indonesia, hace unas dos décadas, la pobreza aumentó del 11% al 28% en solo 24 horas, mientras que en Argentina, mencionó el titular de Hacienda, la pobreza ascendió al 40% en el año 2000.
Por su parte, Rodolfo Peña, legislador del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), reconoció de que el Poder Ejecutivo presentó un presupuesto que hace un balance entre la responsabilidad y la necesidad.
“Si no atendemos el pago de deuda, vamos a tener una crisis de deuda pública y nadie nos va a atener consideración de una crisis fiscal. Tenemos que ser responsables nosotros mismos”, dijo el socialcristiano.