Un grupo de la congregación de las Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta y expulsadas de Nicaragua el pasado mes de julio, participó de la eucaristía en honor a la Virgen de los Ángeles, este 2 de agosto, en Cartago.
Desde el público general, las Misioneras vieron de cerca a “La Negrita”, tras casi un mes de haber llegado a Costa Rica, luego de que el régimen de Daniel Ortega las expulsara tras 40 años de misión en ese país.
La hermana Celia indicó que de las 18 misioneras expulsadas quedaron en Costa Rica siete de ellas; continuarán su labor en Cañas, Guanacaste.
LEA MÁS: Iglesia católica pide perdón por su ‘silencio’ y ‘rigidez’, y clama por el rescate de la educación
Frente a la basílica de los Ángeles, esta misionera, que había estado por más de 30 años en Nicaragua, contó cómo fueron los últimos momentos en Nicaragua, antes de ser escoltadas hacia la frontera costarricense donde fueron recibidas por el obispo de Tilarán, monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora.
“Un momento tenso psicológico, que nos atacaron, porque nos llamaban a cada rato, cambiaban nuestra salida, nos prohibieron trabajar días antes, donde según ellos estábamos incumpliendo. Todo sirve para bien de uno, Dios tiene un propósito a través de esto, pero tenemos bien claro que no hemos hecho nada, ni contra el Gobierno, ni contra nadie”, dijo la hermana Celia.
Ortega, perpetuado en el poder desde el 2007, con antecedentes de persecución a líderes de la Iglesia católica argumentó que incumplían con la Ley Contra el Lavado de Activos, el Financiamiento al Terrorismo y el Financiamiento a la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva.
Además, Ortega dijo que no estaban acreditadas por el Ministerio de Familias para funcionar como guardería, centro de desarrollo infantil, hogar de niñas ni asilo de ancianos, por lo cual obligó a 101 organizaciones sin ánimo de lucro a cerrar urgentemente en el país vecino.