Catorce de cada 100 cilindros de gas analizados por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) tienen fugas de gas, lo que pone en peligro la seguridad de los consumidores de gas licuado de petróleo (GLP). Además, 50 de cada 100 envases presentan faltantes de combustible superiores a un kilogramo.
Estos fueron los resultados que arrojaron las inspecciones realizadas por la Aresep en 87 establecimientos de venta, a lo largo de todo el país, en el 2020. En total, se efectuaron 119 inspecciones, las cuales fueron analizadas en el 2021. Todas las revisiones fueron agendadas en puntos de venta reportados por los usuarios.
Los cilindros que fueron evaluados son los que regularmente se usan para cocinar en 710.000 hogares costarricenses, los cuales contienen 11,34 kilogramos de GLP. En total, la Autoridad Reguladora revisó 1.511 unidades.
El peso del uso de gas y las condiciones de manejo explican por qué los bomberos atendieron 22.800 incidentes relacionados con cilindros de este combustible, entre el 2015 y el 2020. En otras palabras, en promedio, se dieron 3.800 emergencias anuales, o bien, diez incidentes por día.
Según explicó la Aresep, esta entidad realiza evaluaciones continuas de la calidad, cantidad y seguridad de los cilindros, de los cuales se derivan informes técnicos para la valoración de los procesos administrativos sancionatorios.
“Uno de los puntos más fuertes ha sido la continua capacitación para crear la cultura de uso seguro del gas, tanto en comercializadores como usuarios, incluyendo aspectos como qué tipo de defectos rechazar inmediatamente en un cilindro (hendiduras, pandeos, falta de cuello), cómo identificar los envases de aluminio y por qué no deben aceptarlos”, aseveró la Autoridad Reguladora ante una consulta de La Nación.
E indicó que se debe trabajar en cómo identificar los sellos no autorizados, aprender a realizar pruebas de fugas en válvulas en la casa, así como conocer las formas correctas para transportar, manipular e instalar el cilindro en el hogar.
Al mismo tiempo, insistió en que para controlar las fugas se prohibió el uso de las válvulas de acople rápido. No obstante, el informe del 2020 reveló que el 36% de los cilindros evaluados poseían la válvula de seguridad Tipo Pol (rosca), lo que significa que la prohibición impuesta no ha sido acatada por las empresas envasadoras de GLP.
Sin información de rastreo
Pero estos no fueron los únicos problemas que detectó el estudio, pues la información para rastrear los cilindros es casi nula en gran parte de las unidades; en total, el 60% de los cilindros evaluados no contaban con números de serie.
Sobre esta falla, la Aresep afirmó que “normalmente se debe a la antigüedad de los cilindros, que por desgaste o repintado se pierde la legibilidad de la información grabada en el cuello, afectando la trazabilidad del envase”.
Y que desde el 2017 se inició el plan de renovación de envases, el cual ha permitido insertar alrededor de 250.000 cilindros nuevos que poseen toda la información. Sin embargo, reconoció que se trata de un proceso gradual.
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Empresas venden menos gas del que cobran
Otro de los hallazgos revelados por el informe es que los costarricenses están pagando de más por los cilindros, ya que el 52% de los envases contenía un faltante promedio de 1,04 kilos, cerca de un 10% menos de producto.
Es decir, que las empresas distribuidoras de gas venden cilindros con menos combustible del cobrado a los usuarios. Las unidades con más faltantes pertenecen a la empresa Petrogas, donde el 81% de los cilindros analizados poseía, en promedio, 1 kilo menos.
Mientras que Tomza presentó problemas en el 63% de los envases analizados, con un faltante promedio de 1,3 kilos, y la compañía Gas Nacional Zeta registró defectos graves en el 29% de sus unidades.
Este es un problema recurrente que aún no ha logrado ser solucionado por la Aresep, para el año 2019 un estudio similar detectó que el 70% de los cilindros poseían faltantes de GLP.
Según argumentó la Autoridad Reguladora, las empresas han indicado que los impactos y variaciones están relacionados con la naturaleza del tipo de llenado de cilindros que es manual, así como problemas en las taras de los cilindros, errores humanos y la combinación de estos factores.
“Al respecto, se aclara que todas estas posibles causas son responsabilidad de la empresa envasadora que presta el servicio público, de acuerdo a las obligaciones establecidas en la ley y la concesión”.
“Las justificaciones dadas por las empresas, ante los problemas de cantidad identificados, no son de recibo para la Autoridad Reguladora, precisamente porque las empresas prestadoras no pueden trasladar sus problemas de gestión a los usuarios del servicio público regulado y deben cumplir con todos los criterios técnicos establecidos, incluidas las normas de cantidad”, aseguró Aresep.
Sobre las sanciones impuestas a las empresas que presentaron faltantes de GLP en sus cilindros, la Aresep confirmó que ya se encuentran tres sanciones establecidas contra cada una de las empresas por causas de defectos de cantidad, tara y fugas.