El niño costarricense que dejaron abandonado el martes en el desierto de Arizona, al sur de Estados Unidos, será trasladado a un albergue en la ciudad de Nueva York, para que pueda ver a su mamá.
La mujer reside en ese Estado en condición irregular, según informó la mañana de este viernes la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores detalló que el traslado del niño fue posible luego de negociar con las autoridades migratorias estadounidenses, pues originalmente estaba previsto que él se quedara en un refugio en Arizona.
De acuerdo con la cónsul general de Costa Rica en Los Ángeles, Mabel Segura, existe una posibilidad de que a la madre se le permita que el niño se quede con ella.
"Los servicios sociales responsables le seguirán un expediente al menor, para determinar si puede ser devuelto a su madre. Para tales efectos, ella deberá demostrar sus capacidades socioeconómicas. El proceso implicará entrevistas y visitas al domicilio”, explicó Segura.
"El menor saldrá de la competencia del Departamento de Migración de EE. UU. y estará ubicado en Nueva York para que la madre y sus familiares puedan verlo y visitarlo", añadió la Cancillería en un comunicado.
La Patrulla Fronteriza de Tucson, en Arizona, accedió a trasladar al pequeño de seis años en un vuelo directo a Nueva York.
El menor permanece en custodia del gobierno de Estados Unidos desde el martes por la tarde, cuando fue encontrado por oficiales de la Policía de Fronteras al borde del camino fronterizo en Lukeville, Arizona.
Llevaba en una bolsa su acta de nacimiento y un papel con números de teléfono de sus familiares en Costa Rica.
Ese día, el pequeño relató que lo había dejado ahí "un tío", quien le dijo que tendría que esperar solo, mientras alguien llegaba a recogerlo. Al menor lo llevaron a Estados Unidos para reunirlo con su mamá, quien vive en ese país en condición migratoria ilegal.
En las horas siguientes fue llevado a un albergue en Tucson, también en el estado de Arizona. Ahí llegaron las cónsules de Costa Rica en Los Ángeles y en Arizona, quienes informaron de que el niño se encuentra en buenas condiciones, a pesar de las difíciles condiciones que tuvo que aguantar durante su espera en medio del desierto.
El personal consular trabaja prioritariamente en el caso, por orden de la canciller Epsy Campbell.