En una exposición de 20 minutos, este jueves en la reunión de los jefes de las fracciones legislativas, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, declaró que la colocación de $6.000 millones (¢4,2 billones al tipo de cambio actual) en eurobonos, solicitada por el Gobierno, le ahorraría al país ¢1 billón en el pago de intereses de la deuda pública.
Según explicó, al solicitar la aprobación del proyecto de endeudamiento externo antes de agosto, el ahorro se produciría al tener que pagar menos intereses por bonos colocados en el mercado internacional, en comparación con las tasas del mercado local.
Acosta presentó a los voceros políticos la grave situación que enfrenta el Gobierno para conseguir financiamiento. Dijo que financiar el gasto público sin los eurobonos representaría muchas complicaciones y costos adicionales para el Estado.
Insistió en que, en el mercado interno, las tasas son mucho más altas y existe el riesgo de tener que hacer colocaciones de corto plazo, lo que implica volver a financiar la deuda completa luego de cinco años y medio.
Acosta calificó de fundamental ir al mercado internacional hoy, mientras en la Asamblea siga una discusión más reposada para abrir el mercado local a inversionistas internacionales.
Esta discusión está contenida en otro proyecto de ley que, actualmente, se tramita en la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea.
En su exposición, el ministro también hizo énfasis en la necesidad de que el proyecto sobre eurobonos se apruebe aprobado antes de agosto, o sea, a finales de julio, porque una vez autorizado el Gobierno, el Ministerio de Hacienda requiere de un periodo de tres meses para contratar los abogados y los bancos colocadores de esa deuda.
Según las normas, la colocación de la deuda por eurobonos tendría que estar hecha antes del Día de Acción de Gracias, o sea, antes del 25 de noviembre, enfatizó Acosta.
En su versión más reciente, el proyecto de eurobonos autoriza al Gobierno a colocar títulos valores hasta por $1.500 millones por un año calendario, por un total de $6.000 millones a cuatro años, así como la colocación de otros $6.000 millones para el repago de la primera emisión.
El expediente se tramita en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso, donde se amplió el plazo para emitir un informe en un mes adicional, a pesar de la urgencia con que Acosta pide una decisión.
En el texto sustitutivo que presentó el ministro de Hacienda el lunes plantea, además, un techo a los intereses de los eurobonos que el Gobierno pague por los títulos valores costarricenses que coloque.
Lo que se plantea es que los rendimientos de los intereses no podrán superar el rendimiento de mercado de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos de América, de un plazo similar al plazo de colocación que se quiere realizar, más 782 puntos base.
En el caso de que la colocación se realice en una moneda que no sea el dólar estadounidense, se tendría que usar una referencia equivalente.
Eso quiere decir que, si el Gobierno emite un eurobono a cinco años plazo, hay que buscar qué título del Tesoro de Estados Unidos está a cinco años y, si reconoce una tasa de interés del 3%, Costa Rica podría pagar hasta un 10,82%,
La norma se emite como referencia, pero no impide colocar bonos con tasas inferiores.