El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, estimó que la deuda del Gobierno Central cerrará este año en un monto equivalente al 62,2% del producto interno bruto (PIB).
Esto significa que se mantendrían las medidas de contención del gasto fijadas en la regla fiscal para cuando la deuda supera el 60% del PIB, como el congelamiento de los salarios públicos y la imposibilidad de que el Gobierno otorgue rescates financieros a sectores productivos.
En la Comisión Legislativa de Asuntos Hacendarios, Acosta añadió que, a pesar de que el año anterior registró un entorno local e internacional adverso con altas tasas de interés y mayor inflación, la deuda pública pasó del 68% del PIB en noviembre del 2021 al 63,8% de la producción a finales del 2022.
“Se redujo en cuatro puntos porcentuales. Eso tiene trascendencia porque adelantamos en dos años el punto de inflexión de la deuda”, remarcó el ministro.
Agregó que la disminución la impulsó un mayor crecimiento de la economía y de la recaudación. Los ingresos tributarios, por ejemplo, crecieron un 16,5% el año anterior.
Agregó que estos hechos permitieron crear un superávit primario del 2,1% a finales del 2022, el más alto de los últimos 15 años. El superávit primario es la diferencia entre ingresos y gastos, pero sin contar el pago de intereses de la deuda.
“En el 2022, la recuperación económica tuvo un efecto rebote importante. Además, la Ley 9635 (reforma tributaria del 2018) aún tiene elementos que permiten aumentar la recaudación independientemente del desempeño de la economía y, tercero, un cobro eficiente de los impuestos de la Administración Tributaria”, adujo Acosta.
A pesar de la reducción, hay que seguir mejorando la gestión de la deuda, indicó el jerarca. Dijo que los $5.000 millones en eurobonos aprobados por los diputados ayudarán a disminuir las tasas de interés que paga el Gobierno Central por su endeudamiento.
También mencionó como positivo la aprobación en el Congreso de una ley que abre el mercado interno de la deuda pública a inversionistas extranjeros, así como un proyecto del Gobierno presentado semanas atrás para unificar la gestión de la deuda.
Sobre este proyecto, declaró que en la actualidad el crédito externo se gestiona a través de la Dirección de Crédito Público de Hacienda, y el interno lo maneja la Tesorería.
“Una sola unidad ayudaría a gertionar el endeudamiento con una visión de más largo plazo. El mercado local es de muy corto plazo, caro y limitado para satisfacer las necesidades del Gobierno”, añadió.
Finalmente, Acosta indicó que al Gobierno le interesa que el endeudamiento baje lo más pronto posible, para poder abrir un espacio dentro del tope del crecimiento del gasto establecido por la regla fiscal, al gasto social y al gasto de capital para poder invertir en infraestructura.