Durante una eucaristía celebrada el pasado jueves en la Basílica de los Ángeles, en Cartago, en la que participaron feligreses y misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, recientemente expulsadas de Nicaragua, el obispo monseñor Manuel Eugenio Salazar condenó el régimen de Daniel Ortega y llamó a la comunidad internacional a intervenir la nación vecina, en busca de una salida democrática y pacífica a la dictadura.
El obispo de la Diócesis Tilarán-Liberia, territorio administrativo de la iglesia costarricense que colinda con Nicaragua, reprochó a Ortega haber expulsado a las misioneras de ese territorio y despojarlas de sus pocos bienes materiales, por temas políticos. En seguida, Salazar ofreció la eucaristía a la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica, para que conceda el milagro de liberar al pueblo nicaragüense de la opresión.
“Condenamos la expulsión de Nicaragua y el trato dado a las hijas de la madre Teresa de Calcuta; condenamos el acoso psicológico del que fueron víctimas y la pérdida de sus bienes, no de señoras ricas, sino de pobres al servicio de los pobres.
“Estoy ofreciendo esta eucaristía con todos ustedes de manera especial por nuestro hermano pueblo de Nicaragua, por las situaciones difíciles que están viviendo, porque es nuestro vecino, porque soy obispo fronterizo con nuestro hermano pueblo de Nicaragua; palpo, veo, oigo, sufro, escucho la problemática de los pinoleros”, expresó el prelado.
El grupo de misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta llegó a Costa Rica, el pasado 6 de julio, luego de ser expulsadas por el régimen de Daniel Ortega. Las religiosas fueron escoltadas por patrullas y microbuses de la Dirección de Migración y Extranjería del país vecino.
Fueron recibidas por el mismo obispo que dedicó las palabras al pueblo de Nicaragua en la misa ofrecida en la Basílica de los Ángeles, uno de los templos más emblemáticos para la Iglesia católica de Costa Rica, ubicado en la provincia de Cartago.
Daniel Ortega, quien está perpetuado en el poder desde 2007, luego de vencer en cuestionadas elecciones, ha ejercido persecución en contra de la Iglesia católica. Días atrás, Ortega decretó la expulsión de las Misioneras de la Caridad, que llevaban 40 años en el país y cuya organización se fundó en la India por la Madre Teresa de Calcuta.
LEA MÁS: Canciller Arnoldo André: Apoyo a candidato de Nicaragua se mantiene y esta es la razón
Justificó su decisión alegando que incumplieron la Ley Contra el Lavado de Activos, el Financiamiento al Terrorismo y el Financiamiento a la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva.
Además, Ortega dijo que no están acreditadas por el Ministerio de Familias para funcionar como guardería, centro de desarrollo infantil, hogar de niñas ni asilo de ancianos, por lo cual obligó a 101 organizaciones sin ánimo de lucro a cerrar urgentemente en el país nicaragüense.
Liberación de presos políticos
Durante su homilía, el obispo costarricense exigió a Ortega liberar a los presos políticos. Además, recordó que los problemas de un país no se resuelven con una dictadura y dijo que los gobernantes no viven para siempre.
“Pedimos la liberación de los presos políticos en Nicaragua. Suplicamos a los pies de La Negrita que la comunidad internacional intervenga para buscar soluciones democráticas, civilizadas, para el pueblo nicaragüense. Que Nicaragua no sea un problema geopolítico donde nosotros ponemos los muertos y las potencias nos vendan las armas”, declaró.
Durante la homilía, el prelado también hizo una advertencia a los gobernantes: “Recuerden… los dinosaurios también llegaron a desaparecer. No es con la dictadura de unos sobre otros como se arreglan los problemas. Hermanos: todo pasa, nada es para siempre en esta vida, todos los imperios caen, todos los poderosos caen”.
El obispo costarricense también citó las palabras del papa Juan Pablo II al afirmar que “la paz jamás puede reducirse al simple equilibrio entre la fuerza y el miedo; mantener al otro bajo amenaza significa reducirlo al estado de objeto y negarle la dignidad”.
Monseñor Manuel Eugenio Salazar concluyó su homilía con este mensaje: “Virgen de los Ángeles estamos a tus pies. Madre amorosa y madre poderosa te suplicamos un milagro para Nicaragua. Que así sea”.