Ofelia Taitelbaum negó, este viernes, en una entrevista telefónica con La Nación, conocer sobre los pagos por ¢32,9 millones que sociedades suyas giraron a una mujer, quien dice que jamás recibió el dinero. No obstante, el jueves, mientras un periodista de este diario conversaba con la denunciante, esta recibió una llamada de la defensora para pedirle que cambiara su declaración a cambio de asegurarla ante la CCSS.
En los últimos 5 años, estas empresas le pagaron ¢33 millones (a María de los Ángeles Otárola Soto). Ella denunció que esas declaraciones son falsas.
De este asunto no sé nada, cero, triple cero... Hoy (viernes) cuando me contaron, me preocupé. Lo primero que hice fue llamar a mis contadores y abogados. Vamos a averiguar de qué se trata esto porque le digo con toda honestidad, realmente, no tengo la menor idea de qué es esta cosa. Además, si me estuvieran investigando y hubiera algo contra mí, me tendrían que comunicar. Yo no tengo ninguna comunicación. Eso es lo que me recomendado los abogados, no hay ninguna comunicación ni ninguna denuncia. No le puedo decir nada más. Lo de los pagos tampoco se lo puedo decir porque tiene que ver con mi contador.
¿Usted conoce a María de los Ángeles Otárola Soto?
Claro que la conozco, por supuesto, desde hace 30 años.
¿Ella es empleada de usted?
En algún momento, pero ya no. Hace tiempo que no tenemos nada que ver. Vuelvo a decirle, y perdone que no profundicemos sobre esto, yo no puedo dar declaraciones sobre algo que desconozco (...).
¿Usted la llamó el jueves a las 3:30 de la tarde (al celular)?
Vea, entiéndame, se acabó. O sea, ya yo le dije lo que le podía decir. No le puedo decir nada más.
Yo a ella la estaba entrevistando (el jueves) cuando recibió una llamada suya. Yo escuché lo que usted dijo porque ella puso el altavoz y puedo decir lo que usted le dijo...
Me parece muy bien, don Carlos. Cuando yo tenga enfrente mío una denuncia, yo la contestaré como corresponde. A mí me parece excelente todo lo que usted está diciendo, me parece muy bien que usted quiere ser testigo de la señora, me parece maravilloso. Yo en eso no tengo ningún problema. Mi gran respeto hacia usted. Por supuesto, cuando haya una denuncia, yo la atenderé.
No es que yo quiera ser testigo de la señora, es que yo fui testigo de lo que usted le dijo a la señora.
Está bien, don Carlos. Me parece excelente, lo dirá usted si en algún momento trasciende a juicio.
Es muy diferente esta versión a la que usted le dio a la señora.
Es que yo no le estoy dando ninguna versión.
¿Cómo que no? Usted me dice que no conoce nada, pero ayer habló con ella y le dijo lo que debía decirle a la periodista de canal 9.
No, señor, yo no le dije que yo conocía ningunas declaraciones.
Usted conoce el caso y sabe de qué se trata.
Ella me contó el caso, ella me estaba pidiendo ayuda y yo le dije que yo le ayudaba con mucho gusto en algunas cosas, si yo le ayudo a todo el mundo, pero de ahí a otras cosas, con todo respeto tengo que esperar a que me denuncien para saber...
Claro, pero usted le dijo eso a cambio de que ella dijera que trabajó con usted y que dejó de declarar en Hacienda.
No le voy a decir nada más porque me parece que usted está enredando la carambada más de la cuenta. Nada que ver, lo que usted me está diciendo, nada que ver, nada que ver. (...).
¿Qué relación de empleado tenía esta señora con usted?
Total.
¿Total en qué sentido?
Era.., era..., era..., diay, era lo que era.
Sí, pero ¿qué era?, ¿qué función desempeñaba?
Pero es que ya me están esperando. Tengo que dejarlo. Me parece que usted está dándole vueltas y vueltas a una cosa. Quiero decirle que no le voy a decir nada más porque esto ya está en otro lado, porque ya yo daré las explicaciones correspondientes donde corresponda, cuando yo tenga una acusación al frente mío.