Ningún defensor había logrado dar un cambio tan radical a su imagen: pasó de ser considerada una simple ficha política a distinguirse como una de las voces más críticas de las decisiones y omisiones de miembros de su propio partido.
Ningún defensor había logrado reelegirse: sorteó críticas y ataques de los sectores más conservadores (o discretamente homofóbicos) y obtuvo un respetable apoyo en el Congreso.
Pero tampoco ningún defensor había tenido que renunciar: una investigación judicial la señala por posibles delitos tributarios, uso de documento falso y falsificación de firmas.
Ofelia Taitelbaum Yoselewich tuvo claro que esa investigación le podía costar muy caro. Solo así se explica que haya llamado personalmente a la costurera de San Carlos que denunciaba ante la prensa no haber recibido ni un colón de los casi 33 millones que los registros de las sociedades de Taitelbaum indicaban haberle entregado.
“Yo lo único que necesito que vos le digás a la periodista es ‘Mire, yo desde hace más de un año no recibo ni un cinco de doña Ofelia’”, se oye decir a Taitelbaum con su voz inconfundible.
“No. Es que yo no puedo decir que hace más de un año... ¡Yo nunca he recibido nada de usted, doña Ofelia!”, le replica la mujer.
“No... es que... es que... Si me decís ‘nunca’ no nos sirve, porque entonces no te puedo cubrir yo (....). Y necesito que le diga a la periodista eso porque si esa vieja (se refiere a la periodista Marcela Delgado, de canal 9) sale hoy en la noche con esta carajada, a mí me complica la vida”, continúa explicando.
Hasta ahora, no ha negado ser ella la de la grabación. Al momento de la llamada, había un periodista de La Nación escuchando todo al lado del teléfono. Y, sí, la vida se le complicó.
Retiro de la vida pública
La vida se le complicó tanto a Ofelia Taitelbaum que prácticamente nada se ha vuelto a saber públicamente de ella desde que renunció, el lunes 7 de julio por la mañana, tras haber meditado todo el fin de semana sobre la denuncia, las grabaciones y sus implicaciones.
“Me he apartado por completo de la vida pública. No sé si volveré a ella algún día, pero, por ahora, y pidiéndole me disculpe, no estoy dando ninguna entrevista a nadie”, respondió por mensaje de texto a La Nación tras solicitarle una entrevista para hablar sobre este 2014 en su vida.
Antes de su renuncia, durante una entrevista con este medio, había dicho desconocer de qué se trataban los supuestos pagos de sus sociedades a María de los Ángeles Otárola Soto, la costurera sancarleña que se enteró de ellos –según su versión– cuando no pudo asegurarse ante la Caja Costarricense del Seguro Social.
A Otárola le impidieron que su hijo la asegurara porque aparecía como contribuyente con ingresos millonarios. En Tributación aparecieron declaraciones de renta que daban constancia de ingresos a su nombre desde 2009, algunas con firmas distintas.
“Vamos a averiguar de qué se trata esto porque le digo con toda honestidad, realmente, no tengo la menor idea de qué es esta cosa (...). No le puedo decir nada más”, aseguró Taitelbaum en julio pasado a La Nación .
Pero sí dijo algo más.
“Ella (Otárola Solano) me contó el caso; ella me estaba pidiendo ayuda y yo le dije que yo le ayudaba con mucho gusto en algunas cosas. Si yo le ayudo a todo el mundo, pero de ahí a otras cosas, con todo respeto tengo que esperar a que me denuncien para saber…”, añadió a La Nación .
En política desde 1986
Nacida en 1949, Ofelia Taitelbaum ingresó a la política formalmente en la primera administración de Óscar Arias (1986-1990), al asumir el viceministerio de Vivienda.
Se mantuvo en el sector durante los siguientes 15 años, pasando por la Fundación Promotora de Vivienda, el Banco Hipotecario de Vivienda y la extinta Mutual Heredia.
En el 2006, durante la segunda administración Arias (2006-2010), llegó a la Asamblea Legislativa. Fue legisladora hasta diciembre del 2009, momento en que se la designó como Defensora de los Habitantes, a pesar de las protestas de varios sectores.
Políticos que en su momento estaban en la carrera presidencial, como Ottón Solís, Otto Guevara y Rolando Araya, dijeron que no era lo suficientemente independiente y estaba muy ligada a Óscar Arias.
La salida de Taitelbaum de la Asamblea, además le daba el pase al Congreso a Víctor Láscarez, a quien Arias le había pedido dejar el Consulado en Managua por supuestas anomalías al ayudar a extranjeros.
“Me tocó un mal momento para ser elegida en la Defensoría porque fue en medio de la campaña política y, en esos períodos, se deforman todas las cosas”, dijo en su defensa la propia Taitelbaum a la revista Perfil.
“Fue una elección holgada y yo tuve los votos más que suficientes para ser elegida; sin embargo, sucedió exactamente dos meses antes de las elecciones, yo era diputada liberacionista y eso dio pie a comentarios como que yo era la marioneta de los Arias... Fue una parte muy fea que siempre ignoré, porque me conozco y sé que me voy a dedicar en alma, corazón y vida a hacer lo que me corresponde, totalmente liberada de cualquier carga política”, añadió en esa conversación hace un año.
Adversarios políticos de la talla de Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), le han reconocido a Taitelbaum un esfuerzo por ser independiente.
“Hemos notado un gran esfuerzo de la señora defensora, sin la contaminación partidaria que la llevó a esa silla”, comentó a La Nación en el 2009, pero también criticó que “le falta agresividad” frente a los casos de corrupción.
Otro de los críticos de su elección, Eugenio Trejos, quien fue candidato presidencial por el Frente Amplio, comentó: “Juzgando por las posturas que ha mantenido en temas sumamente controversiales, como la fecundación in vitro (FIV) y las sociedades de convivencia (entre personas del mismo sexo), creo que ella ha venido desempeñando bien su función”.
Taitelbaum mostró un apoyo directo a estos dos temas, lo cual, incluso, la llevó a sentarse a discutir con el entonces diputado evangélico Justo Orozco, quien se oponía a ambas iniciativas, en un sonado debate en Telenoticias .
Ese debate, en su opinión, no sirvió “para nada más que para hacerlo famoso (a Orozco)”, todo en el marco de una administración, la de Laura Chinchilla, la de su propio partido, que no tuvo ningún logro en derechos humanos, según defendió.
“No es una apreciación, es una realidad. Con todo respeto, lo tengo que decir”, sentenció en Perfil , al tiempo que también declaraba que cree en el aborto terapéutico, cuando hay violaciones y cuando la vida de la madre y del hijo están en peligro.
Primera denuncia, archivada
Cuando María de los Ángeles Otárola se enteró de los supuestos pagos de las sociedades de Taitelbaum a su nombre, planteó una denuncia.
El trámite se hizo ante la Fiscalía Adjunta de San Carlos, pero el trámite no prosperó y su denuncia fue archivada bajo el argumento de que era muy escueta y faltaban pruebas.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) investiga ahora también el archivo de esta queja, pues se sospecha que hubo negligencia por parte de la fiscala asignada al caso y de la encargada de supervisarla.
Hoy, casi cinco meses después de la denuncia ante la prensa, el tema sigue en investigación.
Tatiana Vargas, periodista del Ministerio Público explicó a inicios de octubre que el caso contra Taitelbaum se encontraba en la etapa preparatoria de la investigación, que consiste en la recolección de pruebas.
La Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción también “ha realizado coordinaciones con otras instituciones para recopilar información”, añadió la funcionaria, al tiempo que explicó que no se podía entregar más detalles sobre el caso a personas ajenas al proceso penal.
“Se ha formulado un cuestionamiento relacionado con empresas de las cuales soy socia. Por respeto a la Defensoría de los Habitantes, Institución de mis amores, por respeto a los y las habitantes, a mi familia y a mí misma, y para evitar que un asunto ajeno a la institución afecte la imagen y credibilidad de la Defensoría, he tomado esta difícil decisión”. Así se despidió Ofelia Taitelbaum en su carta de renuncia.