“Estábamos conversando y de pronto se me lanzó a tocarme los senos. Me lo quité de encima de un empujón y recuerdo que le hablé duro. Le dije que ¿qué le pasa? Me respondió: ‘No me diga que no quiere que la toque’. Yo le respondí fuerte que no quería. Estaba que ahogaba de furia y asustada".
María del Pilar Baeza Montes de Oca, una empresaria de bienes raíces de 65 años, asegura que este fue el desenlace de un encuentro que tuvo en el 2008 con el expresidente Óscar Arias Sánchez en su casa localizada en Rohrmoser (San José).
Baeza Montes de Oca señala que una amiga periodista la llevó a la residencia del entonces presidente Arias (su segundo gobierno fue del 2006 al 2010) tras comentarle, sin mayores detalles, que quería presentarle a un amigo, quien manifestó interés en conocerla.
En entrevista concedida este miércoles a La Nación, la mujer sostuvo que su amiga evitó revelarle la identidad del sujeto alegando que “era una sorpresa”.
“Me aseguró que era un hombre encantador y accedí porque acordamos que ella me acompañaría”, asevera. El plan, afirma, era encontrarse en un restaurante en el centro comercial Plaza Mayor, en Rohrmoser.
Baeza Montes de Oca recuerda haber recogido a la comunicadora cerca del centro comercial. Ya en el vehículo, esta le informó que el hombre no había podido acudir al lugar e insistió en trasladar la reunión a la casa de este.
“Continuamos hasta llegar a una casa que resultó la casa de Óscar Arias y ahí ella me anunció que era él quien quería conocerme. Me sentí decepcionada por la sorpresa y francamente perdí interés".
"Ella se disculpó diciéndome que por eso no me había dicho pero que, de todos modos, le diera una oportunidad”, relató la mujer a este diario.
A solas con el expresidente
La empresaria de bienes raíces narró que, al llegar a la vivienda de Arias, el exmandatario las atendió a ella y a su amiga con mucho detalle.
Según recuerda, les mostró su biblioteca, fotografías y reconocimientos de su carrera política. Luego, los tres compartieron unas copas de vino y bocadillos en una sala.
En determinado momento de la velada, asegura Baeza Montes de Oca, ella fue al baño y a su regreso se topó con la sorpresa de que su acompañante debía retirarse. La situación tampoco le agradó, recalcó.
“Por cortesía acepté quedarme un rato más y luego irme. Seguimos conversando en un sofá y, de pronto, simplemente se lanzó a tocarme los senos. Yo me lo quité de encima y le dije ¿qué le pasa?", aseveró.
En su relato, la mujer sostiene que el político incluso habría intentado retenerla en la casa.
“Él permaneció sentado y empezó a desabrocharse el pantalón hasta mostrarme su miembro y entonces me dijo: ‘Pilar usted pasa la noche conmigo, estamos solos y el mayordomo tampoco está; la casa está con llave y no se puede ir’”, afirmó.
Detalló que, entre el enojo, la sorpresa y el susto que sintió, le gritó al exgobernante que le abriera de inmediato la puerta hacia la cual ella empezó a caminar luego de lo ocurrido.
Afirma que Arias la siguió para abrirle. La mujer supone que, como estaba tan alterada, al político “no le quedó más remedio que abrirme”.
Baeza Montes de Oca enfatizó haberse decidido a narrar su historia once años después inspirada en el movimiento #yotambién (#metoo) y para apoyar públicamente a las otras mujeres que han señalado a Arias.
Recalcó que no lo hace por dinero o notoriedad al punto de afirmar que esta sería su única declaración al respecto.
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‘Ella nos contó esa amarga experiencia’
Luis Diego Montes de Oca Sánchez, primo de la empresaria, confirmó este miércoles a La Nación que María del Pilar les ha comentado a él y a otros primos lo ocurrido en la residencia del expresidente.
“Ella nos contó esa amarga experiencia donde Arias hace unos dos años; que él la intentó retener. Esa vez la sentí agobiada, ¿sabe? Como afectada por ese recuerdo”, aseguró Montes de Oca Sánchez.
En su entrevista con La Nación, la mujer identificó a la periodista que concertó la encuentro con Arias como Víviam Quesada Rodríguez quien dirige un espacio televisivo de entrevistas llamado La Verdad en el canal Extra TV 42.
Quesada Rodríguez, de 57 años, militó más de 20 años en el Partido Liberación Nacional (PLN), fue asistente personal de Arias Sánchez y su coordinadora de eventos especiales.
Posteriormente, colaboró con otros partidos e incluso aspiró a la segunda vicepresidencia del país con el Movimiento Libertario en las pasadas elecciones nacionales.
La Nación intentó varias veces, la mañana de este jueves, localizar a la comunicadora para conocer su versión sobre el relato de la empresaria.
Al cierre de esta edición, Quesada Rodríguez permanecía sin tomar llamadas, responder a mensajes de texto remitidos a su número celular o mensajes de voz dejados en su casillero de mensajes de voz.
Con este caso, ya suman ocho las mujeres que públicamente han señalado a Arias desde que el 5 de febrero el Semanario Universidad publicó que Alexandra Arce von Herold lo denunció penalmente por violación.
La segunda acusación penal provino de Yazmín Morales, quien acusa al expresidente de tocarle senos y besarla a la fuerza durante un encuentro en la vivienda del Premio Nobel en el 2015.
Otro testimonio reciente es de Carina A. Black, de 52 años, científica política de la Universidad de Nevada quien narró al diario The New York Times que Arias habría intentado besarla en 1998, cuando este visitó esa universidad como expositor.
También la periodista costarricense Eleonora Nono Antillón contó que el expresidente había abusado sexualmente de ella cuando laboró con él hace 35 años.
La editora Marta Araya Marroni también atribuyó hostigamiento sexual al político cuando este le habría tocado la pierna y, telefónicamente, tuvo avances hacia ella en el 2012 mientras le ayudaba en la edición de su libro Con Velas, Timón y Brújula.
Por otra parte, The Washington Post publicó el relato de la también periodista Emma Daly, quien contó cómo Arias le habría tocado los senos en 1990.
Las denuncias públicas incluyen a la periodista de revista Perfil, Mónica Morales, quien narró su experiencia en una entrevista realizada al mandatario en el 2013, en la que el expresidente le sugirió sentarse en sus piernas.
Arias acudió este miércoles a la Fiscalía Adjunto de Género para atender una indagatoria por ambos casos. Allí entregó sus dos pasaportes y negó los cargos.
De su propio puño: ‘Deseo gritar No al abuso’
Además de conversar en exclusiva con La Nación, Baeza Montes de Oca remitió por escrito a este diario su propio testimonio sobre lo ocurrido en la casa del expresidente. Bajo estas líneas su texto:
“Después de meditarlo varios días y habiendo dejado de figurar en los medios hace más de 12 años, siento el deber y el compromiso de volver a hacerlo para unirme a la campaña de #yotambién (#metoo por siglas en inglés) que se ha venido desarrollando en Costa Rica”.
"Soy una persona prudente, cauta y cuidadosa y en esta oportunidad permitiré que me acompañen estas cualidades para levantar mi voz, con un no al silencio, a la violencia contra la mujer, al maltrato, al abuso y a la vergüenza que cargamos sin ser culpables".
“No a los altos políticos o empresarios que creen que por ocupar altos puestos pueden jugar con nuestra dignidad”.
“Y un ‘sí’ a la dignidad de la mujer, porque esta no puede ser violentada por ningún poder, precio, leyes o contactos para callar la verdad. Quiero dejar claro que no quiero dinero, ni figurar; solo unirme a las mujeres que con valentía compartieron su vivencia”.
“¿Por qué hasta ahora lo cuento? Por la misma razones que reiteradamente se han escuchado: vergüenza, miedo, inseguridad, represalias, cierre de oportunidades laborales e incluso demandas por difamación”.
“Quiero unirme al grito de las mujeres que han sufrido acoso sexual por parte del expresidente y premio Nobel de la paz Óscar Arias Sánchez”.
“Hace 10 años una amiga periodista me invitó a conocer a un caballero que supuestamente había manifestado su deseo de conocerme, según ella”.
“Le pregunté a quién se refería y me dijo que era una sorpresa, pero que era un hombre brillante e interesante y ella propuso que fuéramos a un restaurante en Rohrmoser a tomar algo con él”.
"Yo a ella la recogí en mi carro justo a 100 metros del restaurante. Ya en el carro me informó que él no había podido acudir al lugar. Entonces me dijo: vamos a ir a su casa, seguí derecho”.
“Continuamos hasta llegar a la casa de Óscar Arias Sánchez y ahí me dijo: es aquí, es Óscar Arias quien quiere conocerte”.
“Yo me declaré decepcionada. Recuerdo haberle dicho: ¡Ay nooooo!, ¡qué pereza! Francamente fue una sorpresa por varias razones que a mí me pareció desafortunada”.
“Entonces me dijo: por eso no quería decirte quién era, pero date la oportunidad de conocerlo”.
“Accedí y luego entramos a la casa donde nos recibió amablemente. Después de pasarnos, luego nos dio un recorrido por su oficina donde pasamos un rato mientras nos mostraba sus títulos, fotografías y reconocimientos”.
“Al principio, en efecto, el rato fue muy ameno y los tres bebimos vino y comimos algunos bocadillos sentados en la sala de esa casa”.
“En determinado momento me levanté al baño y, a mi regreso, me encontré con la sorpresa de que mi acompañante anunció que se iba porque supuestamente su esposo iba a pasar por ella”.
“Insistió en que me quedara; lo cual me sorprendió porque en ningún momento era esa la idea. Sin embargo, siendo una mujer adulta, y dueña de mis decisiones, decidí quedarme un rato más por educación, pero jamás me hubiera imaginado lo que iba a pasar”.
“Seguimos conversando los dos y de pronto simplemente se lanzó a tocarme los senos. Yo me lo quité de encima y le dije ¿qué le pasa?"
"Él me respondió: ‘No me diga que no quiere que la toque’”.
“Pues no quiero, le respondí en tono fuerte. Yo estaba furiosa y muy sorprendida. Me levanté del sofá".
“Él permaneció sentado y empezó a desabrocharse el pantalón hasta mostrarme su miembro y entonces me dijo: ‘Pilar usted pasa la noche conmigo, estamos solos y el mayordomo tampoco está; la casa esta con llave y no se puede ir’”.
“Le dije: ‘Mire don Óscar, tengo entendido que usted es un caballero y yo soy una dama, así que por favor me abre YA la puerta de su casa porque YA me voy’, recuerdo haberlo gritado.
“Luego empecé a caminar a la puerta y Arias me siguió. No le quedó otro remedio que abrirme al verme tan furiosa. Subí a mi carro y salí profundamente perturbada, muy enojada y decepcionada”.
“Este es un relato desagradable; sin embargo, decidí contarlo para levantar la voz por otras mujeres quienes como yo, han callado y ahogado episodios que violentan nuestra dignidad y autoestima”.
“Esta declaración que hago hoy, será la única y no me referiré más a esta desagradable vivencia”.
“A pesar de ser una mujer madura y serena, aquello marcó mi vida con un silencio eterno que hasta ahora, y dada la divulgación de otros testimonios, he podido compartir”.
“Reitero: no quiero dinero, ni figurar. Deseo gritar NO al abuso, a la violencia, al maltrato y más bien levantar la dignidad de la mujer, dejando así este legado a mi generación. Escribo esto con mi hija, nietas, hermanas y amigas en mi mente y en mi corazón”.
“Lamento profundamente que Óscar Arias, con toda su inteligencia, maneje de una forma tan despreciable las relaciones entre hombre y mujer”.