En al menos tres oportunidades a lo largo de seis años años, el exdiputado y fundador del PAC, Ottón Solís, se pronunció sobre la forma en que su partido cobró la deuda política de las elecciones del 2010, la cual terminó con una condena por estafa al TSE, en diciembre del 2016.
Las tres veces, públicamente, Solís defendió la idea de que los voluntarios facturaran su trabajo de campaña y que luego le donaran el pago al Partido Acción Ciudadana (PAC) para tener más fondos.
El 5 de diciembre del 2016 el gobernante PAC fue condenado por cobrar al TSE “contratos simulados” de servicios especiales. En abril de este año, la Sala III ratificó la condena por 263 contratos. Está por resolverse en apelación la condena civil por más de ¢800 millones contra el partido.
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Penalmente, los jueces encontraron responsables de estafa al extesorero Maynor Sterling y al excolaborador Manuel Antonio Bolaños, quienes fueron condenados a seis y tres años de prisión, respectivamente.
Estas fueron las tres intervenciones de Ottón Solís al respecto:
Ante la Asamblea del PAC, en el 2010
El 3 de julio del 2010, ante la Asamblea Nacional del PAC, Solís dijo: ″No ha sido el Estatuto el que le ha impedido al PAC tener más dinero. ¿Cómo se demuestra esto? No hemos podido cobrar con el referente del 0,8% (de la deuda política). La campaña pasada pudimos haber cobrado ¢700 millones más, con ese referente y no pudimos.
"¿Saben cómo logramos cobrar bastante, pero igual quedamos cortos en ¢700 millones después de las elecciones? Diciéndole a gente que ha trabajado voluntariamente que firmara contratos para que el partido cobrara y de ahí extrajimos ¢400 millones.
“Es igual que lo que se está haciendo en la liquidación de esta campaña, vamos a derivar como ¢700 millones pidiendo a voluntarios que facturen porque no hay capacidad para facturar en las bases. O sea, el cuello de botella para ganar elecciones, si es que con eso ganamos elecciones, no ha sido el Estatuto, ha sido el que no podemos facturar”.
En el artículo de opinión, en 2012
El 3 de octubre del 2012, luego de ser cuestionado por un editorial del diario La Nación, Solís escribió en este mismo diario: "El PAC conversó con partidarios y les pidió que siguieran siendo voluntarios, pero que facturaran por trabajos y servicios efectivamente ejecutados y que aceptaran como pago bonos difícilmente redimibles.
"Se explicó que ello le permitiría al PAC cobrar esas facturas con cargo a la deuda política y de ese modo allegar fondos al partido. De lo que se trataba era de que esos partidarios, además de su trabajo político, le donaran dinero al PAC y no a las finanzas del país.
"De ese modo el partido, sin depender de unos pocos grandes contribuyentes y las ataduras personalizadas que de ello se deriva, podría cumplir sus tareas en favor de la democracia y el desarrollo nacional, en el marco exclusivo de lo prometido a la ciudadanía.
"(...) No considero carente de ética haberle pedido a partidarios que facturaran trabajo y servicios efectivamente ejecutados, y que si les era posible no cobraran para que el partido tuviese recursos.
"(...) No sé de quién fue la idea del mecanismo que ahora se cuestiona, pero en algún momento yo la conocí en una reunión con otras personas de la dirección del PAC. Lejos de desestimularlo, fue evidente que asentí.
"Eran circunstancias en las que la jerarquía del partido prestaba una atención especial a algunas de mis opiniones, por lo que en este asunto creo tener la responsabilidad total o, en todo caso, una muy superior a cualquier autoridad del PAC.
“Sigo creyendo que no hay un problema ético en utilizar este mecanismo para allegar al partido fondos presupuestados para la deuda política. Pero si efectivamente lo hay y he perdido mi buen juicio sobre la ética, lo cual me desautorizaría para luchar contra la corrupción política que azota a Costa Rica, en buena hora que no aspiro a la Presidencia de la República, el único puesto desde el que se puede exterminar esa calamidad”.
Durante el juicio, en el 2016
El 27 de julio del 2016, en el juicio contra los dos expersoneros del PAC, Solís declaró: ″Hay algo que no entiendo, que el partido hizo el contrato y la gente hizo el contrato, no veo cuál es el problema moral o ético, que le regale al partido lo que se ganó en política, no veo cuál es el problema, excepto que la familia le reclame que cómo regala la plata, si la ganó en trabajo.
"El tema es si hay contratos falsos o hechizos, creo que debe resolverse si hubo un esfuerzo deliberado de una persona que le dijo que firmara un contrato por un trabajo que no había hecho.
"Yo personalmente pedía contribuciones pequeñas a medio mundo, eso hicimos para financiar al partido. Yo conocía gente en algún momento, por lo menos en una oportunidad, partidarios que decían que yo, en este caso, voy a hacer un contrato con el partido y después voy a ver si regalo la plata al partido.
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“No dije que era ilegal, con ese criterio que la gente hace lo que quiere con su dinero, sí oía a partidarios que por qué el alquiler del carro por qué no facturarlo y después tomar una decisión si se regalaba o no al partido. Fueron partidarios, creo que de una zona alejada, no sé si de Guanacaste y yo no lo objeté. Si eso es errado, yo soy parte de los culpables, porque no lo objeté, era gente que iba a hacer una contribución pequeña, no importa de dónde viene, regalarle plata al partido, era lo que yo siempre quise, muchos poniendo poco”.
“Yo no creía que el partido hubiera recurrido a eso, a hacer una factura hechiza, que alguien dijera ‘firme un contrato y después el partido lo cobra’, no me lo imaginaba, hacer facturas falsas, y si alguien lo hizo, ojalá que muera en la cárcel y si el partido lo hizo, ojalá que el partido desaparezca, porque eso es una estafa”.
¿Y qué resolvió el Tribunal Penal en diciembre del 2016?
Sobre la declaración de Solís, los jueces dijeron: “Lleva razón el testigo Otton Solís Fallas cuando indica que no hay nada de malo en que las personas donen al partido el fruto de su trabajo, pero ese no es el caso que nos ocupa porque de parte de los simpatizantes del PAC nunca hubo la intención de cobrar porque su trabajo era gratuito y de parte del partido nunca existió la intención contratarlos y pagar por sus servicios, lo ideado fue un estratagema de cobro ilegal al erario público dándole ‘apariencia’ de legalidad”.
En el debate, el Tribunal dio por demostrado que el PAC “simuló” 179 contratos de servicios especiales de colaboradores que trabajaron voluntariamente, cifra que luego subió a 263 en apelación.
Al dictar sentencia, los jueces determinaron que los partidarios entendieron que firmaron para que el PAC pudieran cobrar los gastos que ellos habían efectuado en el trabajo voluntario, porque el partido tenía una mala situación financiera.
Incluso, en barrio Luján, Desamparados y Zarcero, los contratos se firmaron después de las elecciones.
"(...) Tal y como ha sido expuesto con anterioridad, la gran mayoría de los contratistas especiales afirmaron en debate que ellos y ellas hicieron un trabajo voluntario, gratuito y ad honórem para el PAC, labor que estaban de acuerdo en donarla al partido político. En juicio hubo una voluntad manifiesta y expresa de los contratistas especiales que no cobraron al PAC por los trabajos que realizaron y, concomitantemente, la agrupación política en cuestión no realizó ningún gasto al respecto.
"(...) El medio de pago (bonos de deuda política) que se decidió usar para justificar los aparentes gastos por los trabajos contratados por servicios especiales no fue entregado a las personas que realizaron tales labores.
"Además de que no se recibió el medio de pago, lo anterior sugiere que en ningún momento el PAC ha tenido la intención de gastar por tales servicios especiales contratados, precisamente porque no hubo una contraprestación de parte de la agrupación política, es decir, una remuneración por tales trabajos recibidos.
"En otras palabras, no hubo un traspaso del medio de pago, manteniéndose en poder del transmitente, quien para ese momento, legamente podía hacer el cobro de dicho título, en caso de que éste hubiera tenido contenido económico, lo que al final de cuentas no se logró, por lo que continuaba siendo legítimo poseedor del certificado de cesión en cuestión.
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