Ni los diputados actuales del PAC ni los electos apoyaron un conjunto de propuestas que les presentó el legislador Ottón Solís, este lunes, para reducir el déficit fiscal en ¢876.000 millones.
Así quedó claro después de la reunión que sostuvieron 11 de los 12 congresistas actuales junto con los 10 que ganaron una curul el pasado 4 de febrero.
El jefe de fracción Javier Cambronero y el diputado electo Welmer Ramos alegaron que hay vías diferentes para solucionar el déficit, cuyo crecimiento amenaza con subir las tasas de interés y poner en problemas al Gobierno para pagar sus gastos.
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“Hay una posición del PAC en la Convocatoria Ciudadana (plan de gobierno) y nosotros estamos con un paquete de opciones un poco distinto que el de Ottón. Eso no significa que estemos en una diferente sintonía, no, es que hay vías diferentes para solucionar esto”, aseguró Ramos, exministro de Economía.
Cambronero alegó que, con las 11 semanas que les quedan a ellos en las curules, se requiere centrar todos los esfuerzos políticos en aplicar la vía rápida a la reforma fiscal.
El jefe oficialista actual alegó que los otros partidos apoyarían la reforma siempre y cuando la creación del impuesto sobre el valor agregado mantenga en un 13% la tasa de actual impuesto de ventas, en vez de subirla a un 16% como lo plantea Solís.
No obstante, en este punto, incluso, hay divergencia entre las bancadas saliente y entrante del PAC, porque mientras Cambronero considera que no se puede subir la tasa, Welmer Ramos alega que apoyarían llegar a un 15% en forma escalonada, como el Gobierno propuso originalmente en agosto del 2015.
Donde sí coinciden los diputados actuales y los futuros es en oponerse a la idea del fundador del PAC de imponer un tributo sobre la renta de empresas en régimen de zona franca, cuando vayan a repatriar sus utilidades.
Esta es una de las propuestas de Solís que más generó controversia, pues el propio candidato presidencial del PAC, Carlos Alvarado, aseguró que no apoya esa propuesta.
Otras propuestas de Ottón Solís que se quedarán en mociones al proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, sin apoyo del PAC, son la de cobrarles renta a las cooperativas más grandes y crear dos tasas más de impuesto de renta para los salarios más altos, una del 20% y otra del 25%.
Tampoco encontró apoyo la idea de restringir a los empleados públicos el cobro de ciertos pluses salariales como el pago por prohibición y el de dedicación exclusiva, así como limitar a un 1,94% el monto adicional que se paga por cada año laborado. Estas anualidades hoy pueden superar el 5% del salario base en algunas instituciones.
Ante el panorama que le plantearon sus compañeros de partido, Solís dijo que las mociones se mantendrán ahí, en el trámite del expediente legislativo 20.580, para quienes quieran apoyarlas.
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“Yo he sido diputado por cuatro años y me abruma entregar el país con una situación fiscal complicada. Pero no quiere decir que todo mundo tenga que estar de acuerdo conmigo. Veremos qué pasa cuando se sometan a votación las mociones”, aseguró el diputado del PAC.
Ante consulta de La Nación, sobre si ni siquiera avalarían que Solís llegue hasta donde pueda con sus propuestas fiscales, que él asegura bajarían el déficit en ¢876.000 millones, Laura Guido dijo que la fracción actual tiene una responsabilidad en un marco de acción diferente al que les tocará a los nuevos legisladores.
“Nosotros haremos la valoración cuando nos toque asumir, dependerá del escenario y de lo que pase en la segunda ronda”, comentó la cartaginesa.
Guido y Ramos presentaron lo que, para ellos, es una solución alterna a la situación fiscal y que, tal como expusieron en conferencia de prensa, pasaría por la reactivación económica, principalmente.
De ese planteamiento, se desprenden planes sobre generación de empleo con enfoque territorial, el aseguramiento diferenciado para empleados del sector informal, con el fin de lograr que se formalicen, la universalización de la red de cuido, una reforma al Sistema de Banca para el Desarrollo, el refinanciamiento de la deuda externa y la reforma al Consejo Nacional de Educación Superior Privada, para que haya precios más justos para las personas jóvenes, entre otros.
Los congresistas entrantes también hablaron de planes para la defensa comercial ante los tratados internacionales y para evitar la competencia desleal “por la gran vulnerabilidad que hay en el país”.
“Podemos hacer una compatibilización entre generar empleo junto con sanear las finanzas públicas”, indicó Welmer Ramos.
Alegó el diputado que el paquete intenta generar mucho más empresariedad, más empleo, generar una economía más dinámica.
“Es urgente tomar esto en cuenta y acometerlo porque la situación fiscal de Costa Rica es muy seria”, añadió.