Ottón Solís ha sido uno de los principales críticos del gobierno de Luis Guillermo Solís, de su propio partido, y a él no le importa reconocerse como tal.
Y, ahora, apartir del 8 de mayo al mediodía, Solís será el representante de Costa Rica en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), donde lo designó este jueves el presidente electo, Carlos Alvarado.
El recorrido de Ottón Solís en el PAC es vasto. Lo fundó en diciembre del 2000 para romper con el bipartidismo, fue su candidato presidencial en las campañas del 2002, 2006 y 2010; encabezó su papeleta de candidatos a diputado por San José en el 2014 y ahora se desempeñará en uno de los cargos más importantes que tiene el país en organismos multilaterales.
Ottón Solís, oriundo de Pérez Zeledón, nació el 31 de mayo de 1954 y cumplirá 64 años pronto. Es economista de profesión graduado de la Universidad de Costa Rica (UCR) con una maestría en esa misma profesión de la Universidad de Manchester, Reino Unido, de la que se graduó en 1978.
Está casado con la abogada Shirley Sánchez y tiene cuatro hijas.
Durante los años 80 y 90, militó en el Partido Liberación Nacional (PLN). Fue ministro de Planificación y Política Económica en el primer gobierno de Óscar Arias (1986-1990), pero renunció al cargo en 1988 por diferencias con el mandatario.
Luego, fue diputado por San José del PLN para el periodo 1994-1998, pero sus controversias con el rumbo que tomó ese partido lo distanciaron de nuevo con su dirigencia hasta que finalmente lo abandonó lanzando acusaciones de corrupción. "El PLN está enfermo", solía decir.
De las tiendas liberacionistas, Solís salió para fundar el PAC junto con Alberto Cañas Escalante, figura mítica liberacionista que participó en la fundación de la Segunda República, en 1949.
En la primera campaña del PAC, en el 2002, Ottón logró romper la hegemonía del bipartidismo integrado por Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana (PUSC) al lograr 14 curules en el Parlamento para el periodo 2002-2006. Quedó de tercero en la elección presidencial, pero forzó a una segunda ronda entre sus rivales.
Después, en los comicios del 2006, Solís estuvo a punto de ganar la Presidencia de la República, la cual perdió contra Óscar Arias por una diferencia menor a un punto porcentual.
Un año más tarde, el fundador del PAC encabezó los esfuerzos de un grupo de la sociedad civil para impedir que se aprobara el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos en el referendo que se convocó para el 7 de setiembre del 2007, intento que fracasó, también, por estrecho margen en las urnas.
En el 2010, en tanto, perdió por un amplio margen frente a la expresidenta Laura Chinchila.
Ya en el actual periodo constitucional, Ottón Solís llegó a la Asamblea Legislativa como referente de la fracción de Acción Ciudadana. Sin embargo, no tardaron en aflorar las divergencias con el presidente Luis Guillermo Solís por hechos que el diputado catalogó como corrupción.
Durante la campaña política recién pasada, Ottón Solís volvió a acercarse a las autoridades del PAC de la mano del entonces candidato Carlos Alvarado.
El aspirante lo designó en un panel de garantes éticos que se encargarán de hacer cumplir, según se comprometió Alvarado, el código de ética del PAC en la función pública durante el próximo periodo constitucional 2018-2022.
La escogencia del diputado ocurrió en momentos en que cumplió un papel clave en la Comisión Especial Investigadora de Créditos Bancarios de la Asamblea Legislativa, foro que desde agosto del año pasado indagó las irregularidades en el otorgamiento de millonarias préstamos en los bancos públicos.
Solís también se caracterizó, durante su segunda diputación, por una posición férrea en contra del crecimiento en el gasto del Gobierno Central. Esas intenciones también lo llevaron a ser uno de los máximos impulsores del plan fiscal para reducir el déficit y aumentar la recaudación de impuestos, proyecto que dejará como tarea pendiente al dejar la curul el próximo 30 de abril.
Este jueves el futuro presidente electo Carlos Alvarado confirmó que Ottón Solís velará por los intereses del país en el BCIE.
Esa entidad regional tiene como objetivo "promover la integración económica y el desarrollo económico y social equilibrado de la región centroamericana". Los países socios del banco de desarrollo son, además de Costa Rica, Guatemala, El Salvador; Honduras; Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Belice, México, Taiwán, Argentina, Colombia y España.
Según el Banco, durante el 2016 le giró a Costa Rica un total de $373 millones que se utilizaron de manera más intensiva en el sector construcción, al que se destinó un 25,6% de ese total.
La relación del BCIE con el país no ha estado exenta de escándalos. Durante la segunda administración de Óscar Arias (2006-2010), abundaron los cuestionamientos cuando la prensa dio a conocer que la donación de $1 millón que el Banco le otorga al país anualmente para que los invierta en lo que estime conveniente se utilizó para pagar caras consultorías a allegados a Casa Presidencial.
Durante el gobierno de Luis Guillermo Solís, se tomó la decisión de contratar a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops, por sus siglas en inglés) para que administrara los recursos donados, pues Casa Presidencial consideró no se trata de recursos públicos. Un mecanismo similar a ese lo cuestionó el PAC desde la oposición en el pasado.
El antecesor de Solís en la representación ante el BCIE, durante la actual administración, es el politólogo de la Universidad de Costa Rica, Alberto Cortés.