En el 2021, Costa Rica se convirtió en el principal punto de transbordo de cocaína desde Suramérica hacia Estados Unidos, según un reporte del Departamento de Estado de ese país emitido en abril del 2022.
Este documento, titulado Estrategia Integrada de País, revela el rápido ascenso de Costa Rica a este puesto de preocupante liderazgo, al desplazar a México, como lo señaló The New York Times en un reportaje publicado el 15 de setiembre del 2024.
De acuerdo con el diario estadounidense, Costa Rica superó a México en el 2020 como el principal centro de transbordo de cocaína dirigida no solo a Estados Unidos, sino también a Europa y a otras regiones.
Esta información aparece en la Hoja Informativa de Relaciones Bilaterales de Estados Unidos con Costa Rica, emitida por la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
Dicho informe y otros reportes confirman que Costa Rica emergió como uno de los principales puntos de tránsito de cocaína desde Suramérica hacia Estados Unidos y Europa desde el 2020, lo que ha derivado en un aumento de la delincuencia y la corrupción asociada al narcotráfico.
Aunque México retomó el primer lugar en el 2022, según The New York Times, Costa Rica sigue siendo un punto clave en esta ruta.
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La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, también del Departamento de Estado, ya había advertido en marzo del 2021 sobre el avance del narcotráfico en Costa Rica. Destacó la estratégica posición geográfica del país, su extenso territorio marítimo y las limitadas capacidades de sus fuerzas de seguridad, que lo convierten en un lugar ideal para el tránsito, el almacenamiento y la logística del tráfico de drogas.
El Informe sobre la Estrategia Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, Volumen I: Fiscalización de Drogas y Sustancias Químicas, publicado en marzo del 2021, señala que Costa Rica enfrentaba un creciente problema de consumo interno, pues parte de la cocaína almacenada en su territorio se queda para el mercado local, y las organizaciones criminales utilizan la droga como forma de pago en especie por servicios prestados.
Esta advertencia de Washington se repite en informes anteriores.
El mismo informe, en su edición del 2020, ya destacaba que, en el segundo semestre del 2019, Costa Rica se situó como el país del hemisferio occidental por donde transitaba el mayor tonelaje de cocaína en su primera escala hacia Estados Unidos.
El documento subrayaba que el narcotráfico en Costa Rica, que antes se limitaba principalmente a lanchas rápidas en altamar, había evolucionado hacia rutas aéreas ilegales, operaciones de almacenamiento en tierra, redes de contrabando terrestre, barcos pesqueros contaminados y tráfico sospechoso de contenedores marítimos.
El aumento de la presencia de elementos criminales en el país ha ido de la mano con estas tendencias, y casi la mitad de los homicidios en Costa Rica se relacionan con el comercio ilícito de drogas.
Oleada de homicidios ligada a narcotráfico
El informe del 2018 ya evidenciaba que Costa Rica ocupaba el tercer lugar en el hemisferio occidental en cuanto a tonelaje de cocaína en tránsito hacia Estados Unidos.
Según los datos de aquel año, las autoridades costarricenses se incautaron de 22,4 toneladas métricas de cocaína en el 2017, una cantidad similar a la del 2016, mientras que los decomisos de dinero en efectivo ligado al narcotráfico superaron los $26 millones, un incremento de tres veces respecto al año anterior.
“Aunque es una cifra baja para la región, el número total de homicidios en Costa Rica iba camino de superar los 600 en el 2017, superando el récord de 577 homicidios del 2016. Los tiroteos continuos relacionados con las disputas territoriales y los asesinatos al estilo de los carteles han exacerbado la preocupación pública y han intensificado el enfoque del gobierno costarricense en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas”, indicaba desde entonces el Departamento de Estado.
La tendencia, sin embargo, más bien se agravó y el año 2023 se erigió como un periodo crítico para la seguridad en Costa Rica por la estadística de homicidios ligada a actividades del narcotráfico.
Al 31 de diciembre del 2023, las estadísticas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) revelaron que se registraron en el país 907 asesinatos en el año, cifra que hizo del año anterior como el más sangriento en la historia de Costa Rica.