La procuradora Grettel Rodríguez Fernández presentó su renuncia a la Procuraduría General de la República (PGR) este viernes, por la negativa de la jerarca interina de esa entidad a aprobarle un permiso sin goce de salario por cuatro años.
Rodríguez había solicitado ese permiso para evitar un conflicto de interés ante el inminente nombramiento de su pareja, Iván Vincenti Rojas, como procurador general postulado por Rodrigo Chaves.
Magda Rojas, procuradora general a. í., negó a Rodríguez dicho permiso porque no cumplía con ninguna de las opciones que el ordenamiento jurídico establece para ese tipo de licencias.
La procuradora Grettel Rodríguez presentó un recurso de apelación ante el ministro de Justicia, Gerald Campos, esperando que este resolviera su petición, pero el jerarca dijo que no podía hacerlo hasta que la Asamblea ratificara el nombramiento de su pareja.
Este jueves, el plenario ratificó a Iván Vincenti como procurador general de la República, con 37 votos, pero aplazó la juramentación hasta que se definiera la situación del permiso de su pareja.
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Rodríguez fue funcionaria de la Procuraduría por 18 años y hasta la fecha se desempeñaba como procuradora B.
En una nota enviada al ministro Gerald Campos, dijo que ella está convencida de que no existe ningún fundamento legal para cuestionar la legalidad del nombramiento de su pareja.
“La negativa injustificada de la señora Magda Inés Rojas Chaves de aprobar mi permiso me obliga a tomar la decisión más drástica, que es separarme de la función que he desempeñado por más de 18 años”, dijo.
También, declaró que se han efectuado “gestiones reiteradas de parte de un minúsculo grupo interno de la Procuraduría para tratar de impedir un nombramiento sobre una base jurídica inexistente y que, en mi caso, me violenta derechos fundamentales”.
Esa base jurídica a la que se refiere Grettel Rodríguez es la “incompatibilidades por parentesco” establecida en el artículo 30 de la Ley orgánica de la PGR.
“No podrán desempeñar, simultáneamente, cargos en la Procuraduría General de la República, personas ligadas entre sí por parentesco de consanguinidad o afinidad. Esta prohibición incluye, en ambos casos, toda línea recta. En la colateral abarca hasta el tercer grado, inclusive, si fuere de consanguinidad, y hasta el segundo, inclusive, si fuere de afinidad”, dice la norma.
Grettel Rodríguez aseguró que prefiere dar un paso al costado en razón del amor que dice tenerle a la Procuraduría y para “privilegiar el interés público superior: que la Procuraduría logre un jerarca que le permita salir del letargo y falta de norte en que se encuentra desde hace tiempo”.