La Cámara de Pescadores de Guanacaste se opone a que la Asamblea Legislativa reviva la pesca de camarón con la técnica de arrastre en el fondo marino.
Martín Contreras, presidente de la organización, sostiene que unas 14.000 familias que se verían afectadas tanto en las costas de Puntarenas como en las de Guanacaste.
Añadió que no solo la pesca artesanal sufre las consecuencias, sino que también la turística.
Según el dirigente, la pesca de arrastre captura especies diferentes al camarón con el inconveniente de que muchas de estas son la fuente de alimento del pargo, la corvina, el dorado y el marlin.
Expuso que el arrastre afecta el alimento de otras especies de camarones de alto valor, como el blanco, que habita en aguas someras, a profundidades inferiores a los 30 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo con Contreras, los artesanales capturan todas esas especies.
"Estamos en contra del proyecto porque es una pesca que no es selectiva. Si se vuelve a reanudar, empobrecería a miles de familia de pescadores artesanales, miles de familias de pescadores turísticas, es una pesca totalmente nociva, desigual.
“Si bien es cierto que el proyecto pretende beneficiar familias en Puntarenas, viene a perjudicar muchísimas familias en lo largo y ancho de nuestras costas del Pacífico costarricense”, señaló Contreras.
Contreras lidera un grupo de pescadores artesanales, integrantes de cinco agrupaciones de Puntarenas y Guanacaste, quienes desde esta mañana protestan frente a la Asamblea Legislativa en contra del proyecto de ley que reviviría esa técnica de pesca y que se dictaminaría el próximo lunes.
Los manifestantes se quejan de que la comisión de Asuntos Agropecuarios, donde se tramita el proyecto, no se les tomó en cuenta durante el periodo de consultas.
Además, cuestionan el estudio del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) que sustenta la iniciativa, con base en experimentos realizados a finales del año anterior en la boca del Golfo de Nicoya.
“Estudios de dos meses no son estudios. Un estudio por lo menos tiene que ser de dos a más años y a lo largo y ancho del Pacífico, para que pueda sustentar un proyecto”, cuestionó el dirigente.
El informe del Incopesca afirma que, con una nueva red con excluidores de peces y tortuga, se logra que por cada tonelada de captura el 75% sea de camarón y el 25% de pesca incidental o fauna de acompañamiento, cuando con una red tradicional la relación era del 5% de camarón y el resto de otras especies.
La Sala Constitucional, en su fallo de 2013, ordenó suspender el otorgamiento de nuevas licencias para pesca de arrastre por considerar que produce un grave daño ambiental al capturar grandes porcentajes de pesca incidental.
No obstante, dejó abierta la posibilidad de restituirla mediante un proyecto de ley si se demuestra su sostenibilidad.
Dicha legislación, según los magistrados del alto tribunal, debe sustentarse en estudios técnicos y científicos que demuestran la efectividad de dispositivos excluidores de otras especies distintas al camarón, que hagan esta pesca compatible con el ideal del “desarrollo sostenible democrático”.
Ese desarrollo sostenible democrático no debe ser solo con el medio ambiente, sino con las familias que dependen de la pesca artesanal, ha explicado el director de la fundación ambientalista Marviva, Jorge Jiménez.
El documento de Incopesca también hace referencia a una directriz del Incopesca del 2017 que zonifica las áreas de pesca.
Esa normativa deja un área que inicia desde las costas y termina hasta los 70 metros de profundidad del mar, para la pesca artesanal, y a los semiindustriales desde los 70 metros de profundidad y hasta los 1.100 metros de profundidad mar adentro.
Ana Ruth Esquivel, de la Asociación de pescadores artesanales costeños, ubicada en Costa de Pájaros, Puntarenas, explicó que desde que se disminuyó la actividad de la pesca de arrastre, la biomasa o disponibilidad de peces ha aumentado y, por tanto, la faena para ellos ha mejorado.
“Hemos visto un incremento en la pesca y en la calidad de las especies”, explicó la dirigente, quien explica que en su zona se dedican, principalmente, a la captura de corvina y camarón blanda.
La faena la realizan con redes de trasmallo, línea y cuerda. Estas dos últimas son técnicas de pesca a través de anzuelos atados a una cuerda.
Contreras advirtió de que, de aprobarse ese proyecto de ley, los pescadores artesanales protestarían por las calles de San José, incluso, con bloqueos.
“Nosotros estamos dispuestos a las medidas correspondientes. No es solo un tema del medio ambiente, sino del alimentos de nuestras familias”, añadió Contreras.
El dirigente de Guanacaste afirma que su gremio no se opone a la pesca de camarón, sino a la técnica con redes de arrastre.
Sugirió que a las familias de Puntarenas en desempleo, por el freno a esta actividad, se les puede otorgar financiamiento para el cultivo de camarón o de ostras, o bien, otorgando licencias de pesca artesanal para adultos mayores que dependían de esa actividad.
Los dirigentes de los pescadores artesanales debieron dar declaraciones a la prensa en el bulevar de la Asamblea Legislativa, dado que la seguridad del Congreso les impidió la entrada a las instalaciones, donde ofrecerían una conferencia de prensa a las 2:30 p.m.
Esa disposición molestó a la congresista del Partido Acción Ciudadana (PAC), Paola Vega, quien les acompañaría a la actividad, lo que provocó la reacción del presidente Legislativo, Carlos Ricardo Benavides.
Benavides aclaró la orden no surgió de su despacho.