La diputada Pilar Cisneros, jefa del oficialismo, y otros cinco compañeros de bancada presentaron 45 mociones en contra del proyecto de ley que procura la creación de un parque ambiental en los terrenos donde se localiza el Centro de Conservación Santa Ana.
La iniciativa del Partido Liberal Progresista (PLP), para crear el Parque Natural Urbano Lorne Ross, ya fue dictaminada positivamente por la Comisión Legislativa de Ambiente y avanzó al plenario legislativo.
En abril pasado, Cisneros anunció que la fracción del Partido Progreso Social Democrático (PPSD) obstaculizaría la propuesta porque, en ese mismo lugar, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) pretende desarrollar un parque acuático, “en homenaje al agua”.
La vocera del PPSD, junto con los legisladores Daniel Vargas, Ada Acuña, Manuel Morales, Alexander Barrantes y Paola Nájera, concretaron la advertencia con la presentación en el plenario de una batería de mociones de fondo para modificar el texto.
De acuerdo con una revisión realizada por La Nación, varias de las propuestas de enmienda son casi idénticas, pues solo contienen una letra o una frase diferente.
Por ejemplo, las mociones 24 y 25 sugieren añadir un nuevo artículo que especifique las razones por las que el Minae puede pedir la suspensión o terminación del convenio que el proyecto propone suscribir con el ayuntamiento para la administración del parque.
La única diferencia es que la moción 24 termina con las palabras “Entre los motivos se encuentran”, mientras que la 25 concluye con “Para estos efectos, podrá adoptar las medidas cautelares necesarias”.
Propiedad destinada a la conservación
El 6 de febrero de 1975, Lorne Pringle Ross Ashey y Agnes May Spencer firmaron una carta dirigida a la Asociación Pro Parques Zoológicos Botánicos y Nacionales en la que acordaron con el Estado destinar su propiedad de 52 hectáreas a la conservación de la naturaleza y a la creación del nuevo Parque Zoológico y Botánico Nacional.
La propiedad fue administrada durante 20 años por Fundazoo, pero el contrato venció en mayo de 2024 y, desde entonces, el Estado tiene el control.
Durante varias generaciones, esta hacienda se dedicó a la agricultura, a la conservación de la naturaleza y al mantenimiento de una antigua construcción del siglo XVIII, una de las más antiguas de la época colonial que aún se conservan en el Valle Central.
Cisneros presentó otro proyecto en reunión con Minae
Juan José Vargas, alcalde de Santa Ana, indicó que, durante una reunión celebrada el pasado 19 de junio en el Minae, la jefa del oficialismo expuso el proyecto del parque de fuentes de agua, similar al Circuito Mágico de Agua en Lima, Perú.
Kattia Cambronero, diputada del PLP, denunció que el gobierno contrató a la firma Black Waters para elaborar un anteproyecto por $30.000, con dinero del Proyecto Transición hacia una Economía Verde Urbano (TEVU), de la Organización de Estudios Tropicales (OET).
Además, Cambronero señaló que el proyecto tendría un costo aproximado de $19 millones.
La Nación solicitó al Minae copia del anteproyecto, pero la oficina de prensa no lo entregó. Alegó que es un diseño preliminar y que aún no se ha definido el presupuesto ni el financiamiento, ya que el proyecto se encuentra en una etapa inicial.
Por otra parte, se consultó cuál sería el origen del agua que emplearía el parque acuático. El Ministerio explicó que el líquido provendría de una toma asignada al parque de Santa Ana, donde antes operaba el refugio de animales o zoológico.
“Solo se utilizará una vez y luego el agua se podría reciclar hasta por 10 años, según la tecnología que se utilice”, añadió.
Oposición del oficialismo
La diputada Pilar Cisneros confirmó a La Nación, el pasado miércoles, que ella está “apoyando decididamente” la propuesta del Minae para edificar un parque acuático en los terrenos donde se ubica el Centro de Conservación Santa Ana.
“El parque de agua utilizaría aproximadamente el 30% de la superficie o menos de ese parque (urbano) y sería el que le daría los fondos para mantener el resto del parque, que es bastante grande.
“Yo no veo cuál es el problema o el choque entre lo que quieren los vecinos de Santa Ana y lo que quiere el Minae”, aseveró la legisladora.
¿En qué consiste el proyecto del Parque Lorne Ross?
La propuesta del PLP autoriza al Minae a firmar un convenio de 20 años, renovable, con la Municipalidad de Santa Ana para la creación de un parque urbano en los terrenos del actual Centro de Conservación Santa Ana.
El proyecto estipula que el Parque Natural Urbano Lorne Ross tendrá como propósito la protección de los recursos naturales y culturales.
Por ello, se le asignaría al ayuntamiento la tarea de promover la conservación, restauración, educación y recreación, de manera que contribuya al cumplimiento de objetivos como apoyar las metas nacionales de descarbonización.
También se pretende fomentar el rescate cultural y ofrecer a la ciudadanía espacios para la convivencia, el esparcimiento y la práctica deportiva.
En abril, Cisneros indicó a la Comisión de Ambiente que su fracción defenderá 45 mociones presentadas contra el proyecto del parque urbano, mediante los mecanismos de presentación de mociones y uso de la palabra que contempla el Reglamento legislativo.
Además, indicó que preparan hasta 300 mociones adicionales para impedir la aprobación de la iniciativa. “Le anuncio que yo voy a hablar por absolutamente todas las mociones, entonces para que la señora secretaria tome nota”, advirtió la jefa oficialista en aquel entonces.
Este tipo de estrategias han sido criticadas en el pasado por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, quien las calificó como “filibusterismo legislativo”. Actualmente, las mociones de fondo del PPSD se debaten en la Comisión de Ambiente.
Eliécer Feinzaig, diputado del PLP e impulsor del proyecto, señaló que este terreno posee una gran riqueza biológica, geológica e histórica que los habitantes de Santa Ana desean conservar y promover.
“Las mociones del oficialismo tienen un claro afán de obstruir y así lo ha expresado la propia Pilar Cisneros, quien ha dicho públicamente que tiene interés en tomar esa propiedad para cementarla y llenarla de fuentes de agua, en contra de los deseos de la comunidad de Santa Ana y del propietario original, que lo donó para conservación y disfrute de las personas del cantón”, afirmó.