Eliécer Feinzaig, jefe de fracción del Partido Liberal Progresista (PLP), afirmó que el proyecto de jornadas laborales 4-3 tiene obstáculos que impiden avanzar con la propuesta tal como quedó dictaminada en la legislatura anterior.
Este es el plan que permitiría trabajar cuatro días por semana con tres de descanso, siempre que se respeten los límites semanales según el tipo de horario: 48 horas en jornada diurna, 42 en jornada mixta y 36 en la nocturna.
Según Feinzaig, la principal preocupación tiene que ver con el impacto que puedan tener las jornadas de 12 horas sobre las personas con responsabilidad de cuido.
La mayoría de partidos, con excepción del Frente Amplio, está de acuerdo con avanzar con este proyecto que fue incluido por el Gobierno en la agenda de sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, en la que solo avanzan las propuestas de interés del Poder Ejecutivo.
El sector empresarial le solicitó a la Presidencia apoyar el plan. Sostuvo que ayudará a aumentar la productividad y el empleo.
Las jornadas incluyen 90 minutos para comidas y descanso.
No obstante, el jefe del PLP señaló que deben asegurarse de que no haya afectación para las personas cuidadoras.
“Hay una preocupación de que la jornada de 12 horas es una jornada muy cansada que puede provocar problemas a las personas con responsabilidad de cuido”, dijo el diputado, quien considera posible empatar las diferentes visiones de cada fracción sobre esta propuesta.
Kattia Rivera, jefa de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), agrupación proponente de la reforma al Código de Trabajo, había manifestado preocupaciones similares sobre el cuido y mostró anuencia a hacer los ajustes necesarios, aunque ninguna fracción da pistas sobre las enmiendas.
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Acuerdan pausa
Este jueves, en la reunión semanal de jefes de fracción, Rivera señaló que es necesario dar un respiro al proyecto para hacer consultas y no caer en un “retroceso de derechos”. Mencionó, por ejemplo, la necesidad de coordinar con el Ministerio de Trabajo para evaluar los aspectos que quedarían en la ley y los que podrían quedar sujetos a reglamentación del Poder Ejecutivo.
La jefa de fracción oficialista, Pilar Cisneros, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), pidió dos semanas más para conversar con los sectores sobre esta propuesta. Así lo acordaron los jefes de fracción.
“No tiene el nivel de madurez”, dijo Feinzaig sobre el proyecto de ley, en esa misma reunión, y pidió al Gobierno avanzar con esa conversación con los sectores, siempre que incluyan a los patronos privados.
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Cambios
Bajo el esquema de jornadas 4-3, los trabajadores no podrán hacer horas extra durante la semana.
Aunque se habilita a los patronos a establecer esta modalidad, los trabajadores no estarán obligados a estar en ella, sino que debe existir un acuerdo entre ambas partes. Incluso, si el colaborador accede, tendrá tres meses para probar si sobrelleva el ritmo o, en caso contrario, puede pedir regresar a la jornada ordinaria.
El proyecto establece la obligación de facilitar a los trabajadores alimentación o transporte, según el horario laboral o las condiciones de peligrosidad de la hora en que se inicie o finalice el trabajo.
El proyecto de ley también introduce la jornada excepcional anualizada, en la cual los patronos podrían contratar personal de manera que se distribuye una cantidad total de horas al año según la demanda de la actividad productiva. Esta modalidad es para los negocios que tienen temporada alta y temporada baja.
El texto también contempla la jornada acumulativa, la cual permitiría a los patronos distribuir las 48 horas laborales máximas en cinco días, dejando así la posibilidad de que se trabajen más de ocho horas diarias por día.
Aunque la jornada máxima es de 48 horas por semana, algunos patronos, como el Estado, distribuyen menos horas en cinco días en una jornada completa.