La intención es prohibir desde el lenguaje militar hasta los pantalones de fatiga. Que no se venda ni una pistola de agua y que los videojuegos sobre guerras de cualquier tipo queden fuera del alcance de los niños.
Así lo dice el artículo 9 del plan de ley que establecería una prohibición expresa a la “fabricación, importación, venta, distribución, comercialización y publicidad” de estos productos.
El proyecto de ley tiene el expediente 19.613 y fue presentado este lunes por el diputado Gonzalo Ramírez, de Renovación Costarricense. Ahora debe ser enviado a una comisión para que empiece su debate.
La iniciativa también busca impedir que los videojuegos con contenido militar lleguen a los menores de edad. Para lograrlo, exigiría, por ejemplo, que estos artículos muestren una etiqueta de advertencia que cubra el 75% del empaque.
La prohibición de importar y vender mercancía con alusiones bélicas también regiría para la vestimenta.
La propuesta tiene el apoyo de diputados del Partido Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Movimiento Libertario y Accesibilidad Sin Exclusión, así como del oficialista Partido Acción Ciudadana.
Ramírez defendió su proyecto al señalar que este tipo de productos promueven la violencia entre niños y adolescentes.
Alcances. Este plan incluso podría tener implicaciones para los oficiales del Ministerio de Seguridad, pues se les prohibiría utilizar cualquier tipo de lenguaje militar, incluyendo los rangos, como general, comandante, capitán, coronel, mayor o similares.
La iniciativa planteada establece multas que van de cinco a 10 salarios base para los infractores que laboren en la función pública, mientras que en el caso de los comerciantes, podrían sufrir el cierre de su negocio.
El legislador liberacionista Rolando González defendió el plan y apuntó que, aunque no se llegue a aprobar, lo importante es abrir un debate sobre la necesidad de crear una sociedad con menos aprecio a las armas y el lenguaje militar.