Las bancadas de los partidos Liberación Nacional (PLN), Unidad Social Cristiana (PUSC) y Restauración Nacional (PRN) rechazaron, este jueves, la idea del presidente de la República, Carlos Alvarado, de crear nuevos impuestos o aumentar algunos ya existentes.
Los jefes de esas fracciones usaron palabras como “inauditas”, “ocurrencias” o “ramillete” de propuestas sin sustento, para cuestionar las ideas del Gobierno.
Alvarado presentó, este miércoles, en el diálogo multisectorial convocado por su administración, dos propuestas para incrementar los ingresos del Gobierno Central mediante aumentos en el impuesto al valor agregado (IVA).
La primera consiste en subir el IVA a la canasta básica tributaria de un 1% a un 13%, así como gravar con la tasa del 13% a los seguros y los servicios de educación y salud privados. La segunda es elevar el IVA a la canasta básica al 7%.
En cambos casos, el mandatario ofrece devolver un porcentaje de lo recaudado a una 640.000 hogares con ingresos de entre ¢140.700 y ¢512.000 mensuales.
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Luis Fernando Chacón, jefe del PLN, calificó la idea como un “ramillete de propuestas sin sustento, sin estudio” y muy difícil de sostener en una discusión en el Congreso.
“En la Asamblea Legislativa hemos analizado que es muy difícil, muy difícil (de tramitar), una propuesta del Gobierno que venga fundamentada en más impuestos, con una ausencia de una propuesta integral, estructural del país que tenga que ver con el tamaño del Estado, la funcionalidad del Estado y, por supuesto, el recorte al gasto público”, adelantó el verdiblanco.
Por su parte, Rodolfo Peña, jefe de la bancada del PUSC, rechazó de plano cualquier plan de incrementar tributos como el IVA o renta a los salarios superiores por encima de los ¢2,1 millones, esto último propuesto por los sectores que participan en la mesa de diálogo.
“La fracción jamás apoyará la propuesta del Poder Ejecutivo de aumentar el IVA a la canasta básica y a los servicios de educación y salud privada”, adelantó el socialcristiano.
Es una ‘ocurrencia’
Carlos Avendaño, diputado del PRN, sostuvo este jueves que los planes del Gobierno son una “ocurrencia”.
“Restauración Nacional ya se pronunció en contra de gravar la canasta básica, la educación y la salud desde que ellos aprobaron el plan fiscal. Nos volveremos a oponer rotunda y categóricamente”, aseveró el restauracionista.
Al rechazo se sumó la también socialcristiana María Inés Solís, quién, además, integra la comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea.
Solís lamentó la ausencia de planes verdaderos de reactivación económica en la agenda del Gobierno y preguntó, más bien, cómo sería la devolución del IVA a los sectores más pobres.
“Lo que tenemos que devolver a sus bolsillos es el dinero de los costarricenses para que podamos generar reactivación económica, moviendo el dinero y el comercio. Esa es la ruta y no pensando en generar más impuestos como es la única propuesta que vemos de parte del Gobierno”, indicó Solís sin entrar en detalles.
PAC: se debe valorar ‘progresividad’ de propuestas
Por su parte, Enrique Sánchez, vocero de la fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), pidió valorar los nuevos planes del Poder Ejecutivo a la luz de la progresividad que estos representan.
“Es decir, valorar sobre quién cae esa carga. En el caso de las empresas es un impuesto que es progresivo porque depende de las ganancias que estas reciben. Igual el de lotería, nosotros somos uno de los pocos países del mundo que no tienen gravadas los premios de lotería.
“Sobre la posibilidad de aumentar el IVA, principalmente en este caso hay que medir la progresividad entendiendo de que esta va a depender del mecanismo de devolución que se acuerde para las poblaciones más pobres”, manifestó el oficialista.
Al respecto, el presidente del Congreso, el restauracionista Eduardo Cruickshank, evitó referirse a las propuestas por ser, según alegó, un tema reciente.
“No he podido pensar en el tema de manera reposada que permita emitir un criterio sólido al respecto. En la semana entrante podría explicar algo inherente a las propuestas”, respondió.
En la mesa de diálogo, Zapote busca propuestas para una reducción permanente de un 2,5% del producto interno bruto (PIB) en el desbalance entre los gastos y los ingresos del Gobierno, lo que equivale a unos ¢887.000 millones.
‘Patear el balde’
El lberacionista Luis Fernando Chacón cree que, el Gobierno, al plantear nuevos tributos, está postergando la elaboración de una propuesta de fondo con reformas estructurales que contengan el gasto público, mientras el país sufre la volatilidad en el tipo del cambio del dólar.
“En este momento, cuando el país está paralizado, donde la economía está tirada, donde hay más de medio millón de desempleados, hablar de nuevos impuestos es muy fregado.
“Hablar de más impuesto a la canasta básica con el discurso añadido de que le van a devolver un porcentaje a los niveles más bajo, nadie se lo va a creer”, subrayó el verdiblanco.
El socialcristiano Rodolfo Peña también se opone a gravar con un 25% de renta los premios de lotería a partir de los ¢225.000 como lo plantea Alvarado. “Es preocupante que esta medida vaya a incentivar la lotería ilegal en perjuicio de la institución”, aseveró.
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Peña cree que los planes de Zapote carecen de medidas de reactivación de la economía, recorte al gasto público y lucha contra la evasión fiscal.
“Lo cierto es que cuando vemos que no se implementan los escáneres en las aduanas, cuando los recortes al gasto público han sido obstaculizados por la bancada oficialista, cuando no se ha hecho nada por aprovechar el atún y el gas natural, los costarricenses van a ser escépticos, con justa razón, de propuestas fiscales de más impuestos”, agregó.
Para el restauracionista Carlos Avendaño, gravar los premios altos de lotería no resuelve el problema fiscal y, también, cree que podría fomentar el incremento de los juegos clandestinos.
A Avendaño le preocupa que, por ahora, en la mesa de diálogo se hayan logrado acuerdos “cosméticos, que no le hacen ni pellizcos al gran problema fiscal”.
En ese diálogo los sectores productivos plantearon, hace una semana, un trato especial de aseguramiento para pymes y emprendimientos, pero los sindicatos se negaron a respaldarlo.
Por su parte, Enrique Sánchez, jefe de bancada del PAC, recordó que el presupuesto ordinario 2021 es el que más ajuste ha tenido.
Hacienda disminuyó en ¢368.644 millones el gasto primario y por presiones de la oposición cedió a que se recorten ¢150.000 adicionales.
Sánchez justificó la ausencia de planes de recorte al gasto publico en el diálogo multisecotrial. “Los temas de gasto están programados para viernes y sábado”, explicó.
Los planes
Al anunciar las dos propuestas para elevar el IVA, el mandatario también detalló cuáles son sus metas de recaudación.
Por ejemplo, el Ministerio de Hacienda pretende recibir ¢400.000 millones adicionales con la idea de subir al 13% el IVA a la canasta básica tributaria y de aplicarle la misma tasa a los servicios privados de educación y salud, así como a los seguros.
En cuanto a la devolución, el monto sería de unos ¢195.000 millones al año para los cuatro estratos de menos recursos, que son los hogares con ingresos mensuales promedio entre ¢140.700 y ¢512.000.
La idea es otorgarle ¢25.000 mensuales (14,5% del IVA) a unos 640.000 hogares.
La otra alternativa es subir el IVA de la canasta básica al 7% con lo que se espera recibir ¢83.000 millones adicionales. También se completa una devolución del 8% de lo pagado a los mismos hogares que serían unos ¢11.000 mensuales.
Hoy, los servicios privados de educación formalizados están exentos del pago del IVA. Los no regulados pagan el 4%. En cuanto a salud, si se paga con tarjeta están exentos. Si es en efectivo paga 4%.
En los seguros están exentas las primas de pólizas de vida, riesgos del trabajo, agropecuarios y de viviendas de interés social.
Adicional a los planes de Alvarado, el Gobierno y los sectores discuten en la mesa de diálogo crear una sobretasa de 1 punto porcentual a las rentas de las empresas y los salarios superiores a ¢2,1 millones.
Esa idea viene de la Cámara Nacional de Economía Social Solidaria (Canaess).