La fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) se partió durante la discusión de las mociones de fondo al segundo presupuesto extraordinario del 2020, proyecto que plantea recortes a los gastos del Gobierno Central en ¢328.000 millones.
El lunes pasado, la bancada había tomado un acuerdo para respetar la recomendación de las diputadas liberacionistas que lideran la Comisión de Asuntos Hacendarios, Silvia Hernández y Ana Lucía Delgado, quienes analizaron y dictaminaron el plan de gastos.
Sin embargo, en el camino, un grupo de diputados verdiblancos tomó fuerza, en conjunto con voces de la Unidad Social Cristiana (PUSC) y de legisladores independientes, para dar marcha atrás con parte del recorte que la oposición le había exigido al Gobierno.
El legislador Roberto Thompson lidera el segmento del PLN que quiere restituir fondos a diversos sectores; cuenta con el apoyo de otros cinco liberacionistas.
Ellos buscan restituir recursos a asociaciones de desarrollo y al Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), aumentando la deuda del Estado por la vía más cara, la colocación de títulos de deuda pública en el mercado interno.
El Ministerio de Hacienda alega que el Banhvi tiene un superávit acumulado de más de ¢76.500 millones sin ejecutar. Agrega que los recortes son necesarios porque los ingresos del Gobierno Central cayeron en casi ¢1,2 billones por la crisis económica.
Luis Fernando Chacón, jefe de fracción de Liberación, enfatizó que el acuerdo original era respetar el dictamen afirmativo de Hacendarios, para no generarle más deuda al Estado.
Sin embargo, alegó que, entre el dictamen emitido por la Comisión de Hacendarios y la aprobación en el plenario, hay que hacer ajustes.
“Estamos como partido revisando posiciones internas que tienen que ver con el equilibrio entre los recortes aprobados por Hacendarios y el tema en discusión, en plenario”, dijo Chacón.
Añadió que la diferencia interna en Liberación ha estado en la cantidad que se debe cortar en materia de transferencias a instituciones y asociaciones de desarrollo.
Al final, con 37 votos a favor y 12 en contra, el plenario decidió aumentar la deuda pública para restituir casi ¢17.000 millones al Banhvi y a asociaciones de desarrollo. En el PLN, 12 diputados se pronunciaron a favor, mientras que Silvia Hernandez, Ana Lucía Delgado y Yorleny León votaron en contra.
“Estamos conscientes de que en el camino entre el dictamen y la discusión en el plenario siempre hay ajustes. Estamos procurando que se den los menores ajustes y no afecten más la deuda interna”, dijo el jefe liberacionista.
En el medio de esa puja liberacionista, estaba el Partido Acción Ciudadana (PAC), al que, como bancada oficialista, le tocaba defender a toda costa la propuesta del Gobierno.
Sin embargo, en esa negociación con la vocería oficial liberacionista y el grupo de Thompson, le llovieron reclamos.
Enrique Sánchez, jefe del PAC, manifestó que la negociación es desde la institucionalidad, “de jefatura a jefatura”.
“Hemos estado conversando intensamente y particularmente de ayer a hoy con más intensidad, para llegar a un acuerdo que, para nosotros, tiene dos prioridades: votar hoy en primer debate, es urgente e imprescindible y segundo que los recortes se mantengan lo más intactos posibles”, dijo Sánchez.
El oficialista añadió que los recursos que algunos diputados quieren restituir no existen, por lo que el Estado tendrá que ir a buscarlos como deuda cara, que “no es oportuno en este momento”.