Los sobresueldos que paga la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a sus 57.000 empleados crecen a un ritmo mucho más acelerado que los salarios base.
Entre el 2010 y el 2018, el gasto en pluses creció un 25% por encima de la inflación, al pasar de ¢407.000 millones a ¢541.000 millones. Estas cifras están expresadas en colones del 2019.
En tanto, la erogación en salarios base aumentó un 15,6% en el mismo periodo. Subió de ¢352.000 millones a ¢433.000 millones.
El crecimiento de los pluses se explica, en buena parte, porque 19 de estos incentivos se pagan como porcentajes del salario, de manera que se incrementan cada vez que sube la base salarial. Además, la mayoría no está sujeta a una evaluación de desempeño.
Los sindicatos de la CCSS se fueron a huelga para exigir que se mantenga esa condición, pues la reforma fiscal ordenó convertir el pago de los pluses de porcentuales a montos fijos para detener el aumento exponencial en el gasto.
Los datos sobre el crecimiento constan en el Sistema de Información sobre Planes y Presupuestos de la Contraloría General de la República (CGR). El rubro de incentivos incluye pluses porcentuales, nominales, el salario escolar y el aguinaldo, entre otros.
Las cifras de pluses excluyen tiempo extraordinario, compensación por vacaciones o disponibilidad, rubros que son considerados como remuneraciones eventuales en el presupuesto institucional.
Gasto en remuneraciones de la CCSS
FUENTE: CCSS || c.f. / LA NACIÓN.
Disparadores
El incentivo con más importancia es la anualidad porque, en la CCSS, los médicos reciben una de las anualidades más altas que recibió el sector público antes de la entrada en vigencia de la ley.
Los profesionales en ciencias médicas reciben un 5,5% por cada año laborado, los licenciados en enfermería y nutricionistas cobran un 3,5%, y el resto de personal, entre 1,94% y un 3%.
Solo para este 2019, la CCSS presupuestó ¢240.000 millones para pagar este incentivo de anualidad que, contrario a otras instituciones, no está sujeto a evaluaciones de desempeño laboral.
Esas anualidades han sido cuestionadas por las autoridades del Ministerio de Planificación y de la CCSS en cuanto a si deben ajustarse a lo que estipula la reforma fiscal: un monto fijo equivalente al 1,94% del salario de enero del 2018 para profesionales y de 2,54% para no profesionales.
El segundo incentivo más costoso es la dedicación exclusiva, seguido por los pluses por carrera hospitalaria y por laborar en consulta externa, los cuales equivalen a un 22% cada uno del salario base más pluses.
Unos 7.650 profesionales de la salud, entre médicos, farmacéuticos, microbiólogos y odontólogos, también reciben un 17% por “bonificación o dedicación exclusiva” que, aunque su nombre diga lo contrario, no les impide la práctica privada.
En la CCSS, 11.000 enfermeros reciben un “complemento salarial” equivalente a un 15%. El gasto anual por este incentivo fue de unos ¢10.000 millones en el 2017.
El personal que trabaja en centros médicos durante los turnos de la tarde y noche también recibe entre un 7% y un 15% por laborar en esos turnos. En el 2017, la CCSS reconoció este incentivo a 13.100 funcionarios, lo cual le costó más de ¢3.500 millones.
Por otro lado, los abogados que laboran en la dirección jurídica de la entidad reciben un plus de un 15% “para compensar la labor de representación general judicial sin límite de suma”, según la entidad. Más de 40 funcionarios reciben este plus.
De acuerdo con el informe Esquema remunerativo del sector público, elaborador por la Contraloría en el 2018, la CCSS es una de las instituciones públicas con más disparidad en su esquema remunerativo. Ocupa el puesto 152 de 189 por su gasto promedio en incentivos por funcionario.
Los mismos representantes de los sindicatos han reconocido que se niegan a que se les varíe cualquier condición que tuvieran de previo a la entrada en vigencia de la ley de reforma fiscal que empezó a regir en diciembre de 2018. Ellos alegan que son derechos adquiridos y que se deben mantener en porcentajes, lo cual es más costoso para la institución.
Y aunque la Procuraduría General de la República (PGR, abogado del Estado) es de la opinión que los límites a los pluses sí aplican a la CCSS, el presidente ejecutivo de la institución, Román Macaya, se comprometió a respetar la fórmula de cálculo de esos incentivos con los sindicatos en un acuerdo firmado el pasado 20 de febrero.
Ningún incentivo ha sido variado a la fecha, pero los sindicatos temen que, tarde o temprano, se aplique la reforma fiscal. La CCSS asegura que no habrá cambios antes de marzo del 2021, cuando esté listo el sistema informático para hacer los ajustes a la planilla.