A las 11:30 p. m. del sábado, la Fuerza Pública intervino una fiesta con 30 personas en la ciudadela La Carpio, en La Uruca, San José, y los presentes los agredieron con puñales, botellas y golpes.
Incluso, uno de los oficiales fue privado de su libertad durante un tiempo.
“Se dio una agresión muy grave contra dos oficiales de la Fuerza Pública que resultaron con heridas de arma blanca; hay otros seis oficiales que resultaron con lesiones de otro tipom producto de golpes y botellazos”, declaró Daniel Calderón, director general de la Fuerza Pública.
La Policía intervino a raíz de llamadas de alerta sobre una fiesta en el sitio conocido como “primera parada”, en barrio Roble Norte, informó el Ministerio de Seguridad.
Cuando los primeros oficiales llegaron, fueron agredidos. Además, algunas personas sustrajeron pertenencias de los policías como sus gorras.
En las afueras del sitio, llegó una persona que realizó disparos y luego se retiró del lugar.
La Fuerza Pública detuvo a cinco de los participantes en la fiesta, uno menor de edad. Todos fueron trasladados al Ministerio Público.
De los cinco detenidos, cuatro son costarricenses y uno es extranjero.
Las intervenciones de fiestas obedecen al llamado del Ministerio de Salud para evitar aglomeraciones de personas que faciliten el contagio del coronavirus.
Salud ha emitido disposiciones para respetar el distanciamiento social.
El artículo 277 del Código Penal establece: “Será reprimido con prisión de uno a tres años, o de 50 a 200 días multa, el que violare las medidas impuestas por la ley o por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
En la misma noche del sábado, la Fuerza Pública también intervino para detener una fiesta con unas 70 personas en Alajuelita, uno de los cantones en alerta naranja por el coronavirus.
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