El embajador de Estados Unidos, Stafford Fitzgerald Haney, declaró que la política agrícola del gobierno de Luis Guillermo Solís está tensando las relaciones entre su país y Costa Rica.
Para Haney, esta administración no cumple al 100% los convenios comerciales que regulan la importación y exportación de productos agrarios, por lo que esta área “está causando tensión”, dijo el diplomático en entrevista con La Nación .
En especial, el embajador criticó al Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), órgano del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Según dijo, esa instancia se ha manejado bajo criterios políticos y no científicos cuando ha detenido la importación de productos agropecuarios provenientes de Estados Unidos y otros países.
“Lo que me preguntan a mí siempre, cuando yo hablo con la gente de negocios de los Estados Unidos que está pensando en ampliar sus actividades acá o venir por primera vez, es en cuanto al cumplimiento de la ley. Todo el mundo ya reconoce ese esquema. Costa Rica ha firmado muchos convenios aparte del Cafta (TLC) y yo creo que mayormente se cumplen. Pero hay áreas que sí son muy preocupantes”, manifestó.
“Unas de esas áreas donde no se ha cumplido es agricultura. No ha sido fácil. Entendemos que todo país quiere invertir en producción local. Es importante, y en Estados Unidos lo hacemos, pero cuando hay convenios y contratos firmados, hay que seguir las reglas. Y, si hay algún problema, hay que decir cómo lo trabajamos. Agricultura es un área que está causando tensión”, subrayó Haney.
Oficina del MAG. El diplomático fue crítico con la gestión del Servicio Fitosanitario, a cargo del ingeniero agrónomo Francisco Dall’Anese. Insistió en que esa oficina complica el comercio “ciento por ciento”.
Ese despacho controla la idoneidad de los productos agrícolas que se importan y exportan, así como el registro, el control y la regulación de sustancias químicas y biológicas de uso agrícola.
También, se encarga del control de calidad y los niveles máximos de residuos permitidos de los plaguicidas en los productos de consumo fresco.
“En el pasado, si en Costa Rica había un problema, nos llamaban a nosotros, o a los exportadores o a los importadores para decirnos: ‘oye encontramos algo y no entendemos por qué’, después de haber hecho las pruebas. Hablábamos y ya, pero sobre algo basado en ciencia. Así no había problemas”, reclamó Haney, quien cree que ese aspecto técnico se ha perdido en las resoluciones del SFE.
“Si es más político (el Servicio) no ayuda tanto a Costa Rica ni a la gente que está exportando a los Estados Unidos, ni a la gente que quiere importar. Entonces, eso sí, el lado fitosanitario hay que mejorarlo. Tengo entendido que antes era más profesional de lo que es hoy y eso tiene un impacto”, advirtió.
Entre los productos cuyo ingreso al país ha detenido el Servicio Fitosanitario están el aguacate Hass de México y la papa industrial de Estados Unidos y Canadá.
El cierre de fronteras a la importación del aguacate Hass se hizo bajo el argumento de que podría provocar el ingreso al país de la plaga “mancha de sol”, pero un sector del empresariado nacional lo atribuye a un interés por beneficiar a los productores locales de esa fruta.
El sector privado tiene un criterio similar sobre la decisión del SFE de parar el ingreso de la papa prefrita desde Estados Unidos y Canadá, lo que obliga a los industriales a comprarla aquí para elaborar sus productos.
Los industriales ticos alegan que la papa nacional no es apta para lo que necesitan, y que el freno a la importación desde Norteamérica eleva sus costos de producción.
El embajador Haney parece concordar con ese señalamiento: “A lo mejor sí (hay un tema político-ideológico)”, respondió ante consulta de este diario .
“No lo entiendo muy bien porque, si al final del día lo que se quiere es proveer una vida mejor a la gente más vulnerable, hay que preguntarse por qué en Costa Rica el costo de los productos básicos es mayor que en Nicaragua o Panamá. El proteccionismo, lo hemos visto en Estados Unidos, no siempre es la mejor manera de ayudar”, agregó.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Costa Rica. De hecho, el país le vende mucho más de lo que le compra.
En el 2015, los productores costarricenses vendieron $3.768 millones al país norteamericano, mientras que este vendió $1.309 millones aquí, según el Portal Estadístico de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Pide respetar tratados. Haney solicitó a la administración Solís el respeto de los convenios internacionales firmados.
A los ojos de Estados Unidos, el país cumple con el marco legal “mayormente”, siendo el sector agrícola la excepción.
“La única cosa que nosotros hemos pedido del Gobierno de Costa Rica es que, en cualquier convenio que ya tiene, se respete el marco legal. Eso es muy importante. Si yo como inversionista quiero venir, yo quiero saber que las reglas que hay, son las que hay, y que me van a cumplir con esas reglas”, agregó Haney.
Las intervenciones realizadas por el Servicio Fitosanitario no solo provocan tensión con Estados Unidos.
El ministro de Comercio Exterior (Comex), Alexánder Mora, afirmó en relación con el caso de los aguacates Hass, que el MAG y el SFE no respetaron los protocolos internacionales ratificados por el país, que obligan a las autoridades a informar a los socios comerciales con suficiente antelación cuando se va a frenar la importación de un bien.
Este diario pidió el criterio del ministro del MAG, Luis Felipe Arauz, y del director del SFE, sobre lo dicho por el embajador de EE. UU., pero, al cierre de esta información, no contestaron las consultas formuladas.