Jimmy Saturnino Fonseca Villegas era, hasta hace poco más de un año, un dirigente nicoyano del Partido Liberación Nacional (PLN), hijo de un corpulento y silencioso diputado liberacionista del periodo 2006-2010, al que los demás congresistas llamaban con cariño ‘Nino’.
En el 2017, Fonseca fue elegido delegado territorial del PLN por la asamblea cantonal de Nicoya, al lado de Luis Antonio Aiza. Es más, Jimmy fue elegido, a los 28 años, como miembro del Directorio Político Nacional de Liberación y se reeligió por dos periodos consecutivos.
Sin embargo, su corazón verdiblanco recibió un golpe cuando, en setiembre del 2017, la Asamblea Nacional del PLN escogió como candidato para la diputación, por segunda vez, a Luis Antonio Aiza en su lugar.
Ahora, Jimmy Fonseca, de 49 años, se cambió el sombrero verdiblanco, con el que tenía un arraigo de toda su vida adulta, para aspirar a la alcaldía de Nicoya en las elecciones municipales del próximo 2 de febrero con el Partido Integración Nacional (PIN).
Pero Fonseca no atribuye su fuga de la tienda liberacionista a esa derrota ante Aiza, pues alega que Liberación “se ha apartado un poco de la ideología socialdemócrata” y asegura que está “en cogobierno con el PAC”.
De hecho, el exdirigente verdiblanco culpa a la dirigencia y, sobre todo, a la fracción del PLN por lo que llamó “el proyecto tributario, el tema del IVA”, en referencia a la reforma fiscal.
También, le achaca a Liberación la supuesta aprobación de alguna ley, que no especificó, sobre “el tema del aborto”, posiblemente en referencia al decreto del presidente Carlos Alvarado sobre la norma técnica para regular la interrupción de el embarazo cuando peligren la vida o la salud de la madre..
Transfuguismo político
Como él, hay una interesante lista de políticos que brincaron de un partido político a otro en busca de acceder a un cargo de elección popular, en particular la alcaldía.
A esa práctica, se le denomina transfuguismo político.
En esa lista está, por ejemplo, Juan José Vargas Fallas, reconocido por su saludo mañanero de “¡buenos días!” en un corto televisivo diario, quien en el 2002 accedió a una diputación con el Partido Acción Ciudadana (PAC).
Vargas ha repetido el salto más de una vez. Antes de cumplir un año como legislador del entonces recién nacido PAC, se declaró independiente y, para el 2006, fundó su propia agrupación, Patria Primero, para ser candidato a la Presidencia de la República.
Ahora, es el aspirante del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) en la pugna por la alcaldía de Santa Ana.
Ni Fonseca ni Vargas han sido alcaldes antes. Tampoco lo ha sido Carmen Quesada Santamaría, quien ahora lucha por la alcaldía del cantón central de Limón, por el partido Justicia Social Costarricense, después de ser diputada del Movimiento Libertario durante el periodo 2014-2018.
En Limón, también, el actual alcalde Néstor Mattis fue liberacionista, pero se salió de Liberación y fundó el Partido Auténtico Limonense, con el cual se reeligió en el 2016 y con el que aspira ahora a reelegirse.
Mantener el poder, no la bandera partidaria
También, existen otros casos de alcaldes llegaron al poder municipal partido político y que, al intentar reelegirse, cambiaron de bandera.
Arnoldo Barahona Cortés llegó a la Municipalidad de Escazú con la Yunta Escazuceña, agrupación que esta vez postuló a la actual vicealcaldesa, Lusiana Toledo.
Barahona, entonces, decidió postularse por el Partido Nueva Generación.
Lo mismo hizo el alcalde liberiano, Julio Viales Padilla, quien pese a haber ganado el puesto con Liberación, se refugió en la misma tienda que Jimmy Fonseca: el PIN del diputado Wálter Muñoz.
En el caso de Luis Carlos Villalobos, de La Unión, también dejó el cobijo liberacionista, a raíz de desacuerdos con la dirigencia cantonal pilarica, que no estaba de acuerdo en su reelección.
Roberto Zoch, alcalde de Moravia, también se fue de la agrupación que lo vio llegar al puesto, el PAC, por choques con la dirigencia regional y abandono de la estructura nacional, según afirmó.
“Teníamos desacuerdos con la dirigencia actual. Queremos ser un modelo más positivo, la política moderna y no caer en vicios de otros partidos, como oponerse a proyectos de interés cantonal, como hace el regidor y actual candidato del PAC”, adujo.
Zoch alegó que él y su grupo no se apuntan a hablar mal de los contrincantes, sino a hablar bien de su propuesta. Ahora, se postula a la reeleción por el partido Somos Moravia.
El actual alcalde de San José, Johnny Araya, que se postula a la reelección con el PLN, ganó la alcaldía en el 2016 con el partido Alianza por San José, luego de ser suspendido por el Tribunal de Ética de Liberación en diciembre del 2014, tras abandonar la campaña de segunda ronda electoral de ese año.
El fenómeno de los partidos ‘taxi’
Además de los alcaldes que buscan reelegirse, hay políticos que buscan el espacio que no tuvieron en sus partidos de origen, o que quieren más espacios de los que han tenido.
De acuerdo con Ronald Alfaro, investigador del Programa Estado de la Nación (PEN) y del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), la principal motivación para los tránsfugas tiene que ver con las posibilidades ilimitadas de reelegirse.
A eso se une que varios de esos casos son de personas que van perdiendo las posibilidades en sus partidos, y por eso exploran nuevas tiendas; incluso, se construyen sus propias agrupaciones políticas.
Para Alfaro, uno de los casos paradigmáticos es el del excalcalde de Paraíso, Marvin Solano, quien cada vez que ganaba la alcaldía lo hacía con un partido distinto, así desde el 2002.
Solano llegó, ese año, a la municipalidad de ese cantón con el Partido Auténtico Paraiseño. En el 2006, Otto Guevara le abrió las puertas para que se reeligiera con el Movimiento Libertario, y lo logró.
Para el 2010, salió derrotado, con la bandera libertaria, frente al socialcristiano Jorge Rodríguez, quien dejó el puesto en el 2014 para asumir una diputación. En el 2016, Marvin Solano volvió a la carga con una tercera bandera partidaria, la del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE).
Solano renunció a la alcaldía en enero del 2019 y no aspira a volver para esta ocasión.
“La posibilidad de reelección indefinida es un incentivo formal institucional, eso no existe en ningún otro puesto. La élite de los partidos tiene poca injerencia sobre lo que pasa en las bases. Hay alcaldes que han sabido manejar esas bases, para seguirse postulando”, dijo el especialista.
Agrupaciones que montan a los políticos en esas circunstancias se podrían denominar “partidos taxi”, que solo prestan el nombre de la agrupación.
“Es una apuesta, salirse del partido en que se estuvo, porque ahí le cortan su aspiración. A algunos les sale bien la apuesta, porque logran mantenerse”, dijo el politólogo.
“Lo interesante es ver cuánto tiempo lograron mantenerse en ese partido taxi, porque eso sí es raro”, comentó Alfaro.
Un sistema inestable
Pero el transfuguismo político no solo habla de un sistema de partidos políticos inestable, volátil y fluido, en criterio de Ronald Alfaro, sino también de un electorado también inestable, sin identidades políticas y partidarias de la gente estables.
“Eso es un sistema más estable difícilmente ocurriría, o pasaría en menor magnitud. Los electores de Johnny Araya, por ejemplo, antes estaban con el PLN, luego con Alianza y luego pueden volver a Liberación con Araya”, apuntó.
Un caso particular de transfuguismo lo da la provincia de Guanacaste, donde aparte del caso de Jimmy Fonseca y Julio Viales, también hubo salidas del PLN en Bagaces, donde William Guido también es ahora del PIN.
En tanto, Luis Gerardo Castañeda, antes alcalde de Liberia con el PASE, ahora es un candidato de la Unidad Social Cristiana.
El actual alcalde de Nandayure, Giovanni Jiménez, fue primero alcalde liberacionista, luego del PNG y esta vez armó una estructura cantonal: Nandayure Progresa.
Giovanni Madrigal, de Turrubares, dejó Liberación para pelear la reelección con el Partido Comunal Unido, porque el partido “no me dio el respaldo para continuar”.
El exdiputado del Libertario Manuel Hernández ha hecho campañas por la alcaldía de Pococí con el PUSC, con el Libertario y, ahora, tiene un partido cantonal llamado Recuperando Valores.
En esa misma municipalidad, Enrique Alfaro, antes de Liberación, ahora va como candidato de Alianza Demócrata Cristiana (ADC).
También hay casos menos conocidos, por tratarse de expartidarios de otras agrupaciones que no tenían dirigencias ni habían tenido puestos, pero igualmente se pasaron de casa para conseguir la candidatura.
Dewin Brenes, exasesor legislativo del exdiputado liberacionista Guillermo Zúñiga, aspira a la alcaldía de San José con la ADC, mientras que el hermano del excongresista Víctor Hugo Víquez Chaverri, Olman, quiere ser alcalde con Sentir Heredia.
Igual hizo el hermano de la exdiputada del PLN Agnes Gómez Franceschi, Mauricio, quien busca la alcaldía de la mano de Nueva República.
Dougla Caamaño Quirós, exsimpatizante libertario, aspira a gobernar Desamparados con la Unidad; mientras que Douglas Quesada Altamirano, exrojiazul, quiere hacer lo propio en San José con el PRN.