Los cuatro precandidatos a la Presidencia de la República por el Partido Liberación Nacional (PLN) consideran necesario endurecer la política de entrada de migrantes al país.
Sigifredo Aiza, Antonio Álvarez, José María Figueres y Rolando González coincidieron en que se necesitan cambios en la política migratoria del país, en beneficio de los costarricenses.
El encuentro se dio en la sede de la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (Ulacit), durante el que fue el segundo debate protagonizado por los aspirantes, y realizado en conjunto con Grupo Extra, la noche de este lunes.
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Sin llegar a proponer la construcción de un muro, los aspirantes presidenciales coincidieron en que la política migratoria debe ser más rígida, y dejaron ideas como fortalecer la Policía de Fronteras y restringir el número de inmigrantes.
Durante el bloque sobre el tema migratorio, le correspondió hablar primero al diputado Antonio Álvarez Desanti, quien afirmó:
"Hay que buscar un equilibrio entre el tema de derechos humanos, las necesidades laborales del país y los niveles de pobreza o limitaciones económicas que tenemos los costarricenses. Nosotros hemos sido un país que siempre ha abierto las puertas a la llegada de los extranjeros y hemos visto con buenos ojos que en Costa Rica podamos tener personas de otros países. Y esta regla, y este principio nacional que hemos tenido, tiene un freno, que es nuestra capacidad de absorción en el mercado laboral, y nuestra capacidad para poder afrontar las necesidades de salud de la población migrantes", dijo Álvarez.
El precandidato dijo que aboga "por una política migratoria controlada, que permita el ingreso de personas en las áreas en que nosotros necesitamos fuerza laboral, lo cual quiere decir una política migratoria controlada, pero con permisos de trabajo, para que no venga la gente a desplazar costarricenses, pero que sí venga a llenar áreas en las cuales nosotros no tengamos capacidad", afirmó Álvarez.
"Abogo por una fuerza laboral que venga y tenga el respeto de los salarios mínimos y de todas las concesiones sociales y laborales que este país reconoce, para que no se les explote por ser indocumentados, y que por supuesto, también, paguen las cargas sociales que corresponden", señaló Álvarez.
Agregó que el país debe "pasar la factura social" por el costo de atender extranjeros en Costa Rica a la comunidad internacional.
Por su parte, Figueres señaló que se debe garantizar la seguridad migratoria y fortalecer la Policía de Fronteras.
"Hay que fortalecer la supervisión en las fronteras que tiene Costa Rica. Un Estado que no sabe o no puede garantizar sus fronteras, no está cumpliendo con sus deberes. La policía fronteriza hoy tiene 400 miembros. Eso es imposible para cuidar las fronteras y cerrarlas a la inmigración ilegal. Hay que ser más severos con la migración ilegal, porque no se vale que se venga a abusar de muchos de los servicios sociales que tiene Costa Rica para beneficiar a los costarricenses", dijo Figueres.
"En tercer lugar, hay 15.000 expedientes en Migración que tienen años y que no se resuelven, y hay más de $15 millones en fideicomisos especializados para atender esos expedientes con nueva teconología, y debiéramos de sacarlos adelante, y cuarto, en el caso de las crisis humanitarias, debemos trabajar en coordinación con nuestros vecinos y con la comunidad internacional", agregó señaló el expresidente del periodo 1994-1998.
Por su parte, el diputado Rolando González, dijo que su posición "es de línea dura".
"Hay que respetarle los derechos humanos a quien esté en nuestro país, de manera absoluta, como es característico en nuestra historia, pero hay que endurecer el acceso a Costa Rica, cualificando y determinando cuáles son los requisitos en fronteras terrestres o por vía marítima. Ya la Costa Rica en que cada quien entra cuando y como quiere, debe dar paso a una Costa Rica que reivindique su soberanía en este campo", señaló González.
Finalmente, el exdiputado Sigifredo Aiza, aclaró que está "en contra de cualquier tipo de xenofobia. Tenemos que respetar los derechos humanos de cualquier migrante que venga a Costa Rica", sin embargo, hizo severas advertencias.
"Tenemos eso sí, que filtrar. Nosotros no podemos dejar entrar a Costa Rica, digámosle, indeseables, que vengan a provocar más descomposición social en el país. Yo creo que tenemos que tener la posibilidad de devolver algunos migrantes. Lógicamente que necesitamos algunos migrantes, porque los costarricenses ya no quieren ejercer el trabajo duro", dijo Aiza.
El precandidato abogó por condiciones sociales necesarias y que se respeten los derechos de los que están en regla dentro del país.
La posición de los precandidatos se da luego de dos años marcados por crisis migratorias regionales que afectaron al país, y en medio del temor por las restricciones migratorias que impulsa el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Desde el 2014, Costa Rica enfrentó una ola migratoria de cubanos primero, luego de africanos y haitianos, que iban rumbo a los Estados Unidos, y que generaron problemas logísticos para el país.