La diputada María Marta Padilla, alajuelense del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), confirmó que desde el 6 de octubre del año pasado, ella y la jefa de fracción de la bancada oficialista, Pilar Cisneros, no se hablan por un incidente ocurrido en el plenario.
Los roces se evidenciaron este miércoles cuando Padilla, de 69 años, afirmó que Cisneros envió a un tercero, “un mensajero”, a solicitarle copia de preguntas que se harían a Alberto Jesús Vargas Zúñiga, administrador del personaje falso Piero Calandrelli, en la comparecencia ante diputados de la Comisión Investigadora del Financiamiento a los Partidos Políticos.
Se trataba de consultas preparadas con antelación por la presidenta del comité ejecutivo del PPSD, la legisladora Luz Mary Alpízar, quien no pudo acudir a la comparecencia porque tenía una cirugía este miércoles.
Alpízar, también compañera de fracción de Cisneros, es una de las diputadas que fue objeto de los ataques del trol Piero Calandrelli, los cuales su operador Alberto Vargas atribuye a solicitudes de Mayuli Ortega, asesora de la Casa Presidencial y presidenta del nuevo partido “rodriguista”, Pueblo Soberano, que está en proceso de formación ante el Tribunal Supremo de Elecciones de cara a las elecciones municipales en febrero del 2024.
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Antes de que empezara la comparecencia y de que Alberto Vargas ingresara al salón, el también diputado oficialista por Guanacaste, Daniel Vargas, se le acercó a Padilla y le estuvo hablando.
Padilla no le dio el papel a Vargas y enfatizó, consultada por La Nación, que ya toda la bancada, compuesta por 10 diputados, las tenía, pues Luz Mary Alpízar había consultado a todos los diputados si podían plantearle dichas consultas a Vargas.
“No, yo no temo nada. Todo está bien claro, lo único es que él me dijo que era para que las viera doña... Tal persona. Entonces, yo le dije, diay, que me las pida la persona”, comentó. Consultada de nuevo, reiteró que esa persona era Pilar Cisneros y añadió: “Yo soy una diputada igual que todos”.
Sobre el hecho de que Cisneros siga sin hablarle, Padilla apuntó que ella no se preocupa por eso, sino por legislar por el pueblo, “no para que alguien me hable o no me hable”.
“Las preguntas eran muy abiertas, las conoce toda la fracción, pero yo no sé por qué no me dijo ella (Cisneros) si podía verlas, sino que Daniel vino de mensajero y eso es lo que me parece que no es conveniente”, agregó Padilla.
Consultada sobre lo acusado por la alajuelense, Pilar Cisneros respondió: “No me pienso meter en cuentos. Yo no he hablado con esa señora. Ni una palabra”.
Al final, durante la comparecencia de Alberto Vargas fue la diputada Vanessa Castro, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), quien realizó las consultas a Piero Calandrelli que solicitó realizar Luz Mary Alpízar.
Padilla está alejada de Pilar Cisneros desde que el 6 de octubre tuvieron un desencuentro, cuando la jefa del PPSD le recriminó posiciones diferentes al resto de la bancada y Padilla terminó llorando en el plenario, a causa de la reprimenda.
La situación se dio a raíz de que Padilla apoyó a los partidos de oposición en el intento por resellar el proyecto de ley para sacar al Sistema de Emergencias 911 de la regla fiscal, el cual fue vetado por el presidente de la República, Rodrigo Chaves.
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