Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central (BCCR), advirtió de que la “grave” crisis fiscal generará una presión sostenida sobre el tipo de cambio del dólar y las tasas de interés, en caso de que esta no sea solucionada.
Por ello, Cubero urgió un ajuste adicional a la reforma fiscal del 2018, con tal de darle sostenibilidad al manejo de la deuda pública y a las finanzas del Gobierno.
Ante todo, el presidente del BCCR pidió, con carácter imprescindible, que los sectores sociales tomen conciencia sobre la gravedad del problema y lleguen a un acuerdo para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Así lo dijo en un artículo de opinión publicado este lunes en La Nación, en el que también insta a los diputados a aprobar los créditos internacionales tramitados por el Gobierno y “abordar” los problemas estructurales.
“Un atraso en la materialización del ajuste fiscal necesario o un ajuste insuficiente generarían creciente incertidumbre, reducción del financiamiento para el Gobierno y una sostenida presión al alza en las tasas de interés y el tipo de cambio".
"Lo anterior tendría un efecto en la estabilidad, la recuperación económica y el empleo. El riesgo aumentaría si los créditos multilaterales de apoyo presupuestario a tasas concesionales no fueran aprobados por la Asamblea Legislativa, forzando así al Gobierno a contraer deuda más cara en el mercado local”, advirtió Cubero en su publicación.
En cuanto a los problemas estructurales, afirma que el país los “arrastra desde hace décadas y que limitan el crecimiento y el bienestar”.
“Se necesitan reformas de calado profundo que promuevan la productividad y reduzcan el costo de hacer negocios en el país (energía, factor trabajo, regulación), que fortalezcan la competencia, la educación y la infraestructura de transporte y de telecomunicaciones, que profundicen el comercio exterior y la atracción de inversión extranjera, y que mejoren la organización y eficiencia del sector público”, escribió.
Sobre el tamaño de la crisis, recordó la grave contracción de la economía en el segundo semestre del 2020, la cual se refleja en una caída interanual del 8,6 % del producto interno bruto (PIB).
El BCCR, en su revisión de crecimiento económico del mes de octubre, situó la caída de la producción del 2020 en 4,5%. El próximo año el crecimiento del PIB sería del 2,6 %.
Cubero, también citó que la cifra del desempleo alcanzó el 24,4% en el trimestre iniciado en julio, pero destacó que este se “moderó ligeramente" en los siguientes meses hasta llegar al 22%.
“Las tasas de subempleo y desempleo ampliado también se mantienen muy altas. La tasa de pobreza subió 5,2 puntos porcentuales, al 26,2 %, aunque fue mitigada parcialmente por las transferencias del Gobierno (bono Proteger). La contracción económica repercute además en las finanzas públicas, principalmente como resultado de una menor recaudación tributaria”, subrayó.
Agregó que la reapertura gradual de la economía empezó a manifestar señales de mejoría.
“El índice mensual de actividad económica muestra un rebote en la tasa de crecimiento trimestral anualizada, que pasó del -28,8 % en mayo al -1,8 % en agosto. Otros indicadores, como alquileres, comercio exterior y ocupación de hoteles, dan indicios de una recuperación incipiente, que será apoyada en los meses que siguen por la reapertura gradual del turismo externo”, mencionó.
Por otra parte, mencionó que la inflación se mantendrá baja en lo que resta del 2020 y en el 2021, con tasas promedio del 0,7 % y el 1,5 %, respectivamente.
Al mismo tiempo, sostuvo que su institución ha mantenido una política económica expansiva, prudente y responsable, con el fin de “apoyar la estabilidad macroeconómica y financiera, el crecimiento económico y el empleo”.
En ese tema, citó la reducción de la tasa de política monetaria (TPM) de 150 puntos base para llevarla a su mínimo histórico de 0,75%.
La TPM es una tasa de referencia emitida por el el Banco Central, la cual considera que es coherente con el costo de la liquidez, en un momento dado y generalmente tiene impacto en el resto de tasas del sistema financiero.
Esos ajustes, indicó el jerarca del BCCR, “incidió en una significativa reducción en las tasas de interés y una mejoría en las condiciones crediticias”.
Según indicó, el Banco “ha inyectado liquidez en los mercados cuando ha sido necesario para aliviar tensiones sistémicas que pudieran generar ajustes abruptos en tasas de interés o amenazar la estabilidad financiera”.
A manera de ejemplo mencionó que, en los meses anteriores, el BCCR introdujo una facilidad de crédito por ¢700.000 millones para que los intermediarios financieros los trasladen al sector privado en condiciones favorables.
Sin embargo, también reconoció que la recuperación económica nacional depende de riesgos externos asociados al curso de la pandemia.
En el mes de octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó la proyección de la caída de la economía mundial. La situó en 4,4 % por debajo del 5,2 %, en razón del comportamiento favorable de algunas economías.
Para el 2021, el FMI prevé un crecimiento global del 5,2 %.