Luis Antonio Sobrado integra el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) desde 1999 y lo preside desde el 2007.
A las puertas del tercer proceso para elegir mandatario que le toca conducir desde la Presidencia del TSE, Sobrado hace énfasis en que los costarricenses pueden estar tranquilos por el respeto a la voluntad popular. Eso lo garantiza con convicción.
Durante su carrera ha vivido desde los momentos de efervescencia del 2006, la elección presidencial más cerrada de los últimos 40 años, cuando Óscar Arias (Liberación Nacional), fue declarado presidente de la República al ganarle a Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), tan solo por un punto porcentual; hasta la caída del bipartidismo, cuando en el 2014 esta última fuerza política triunfó de la mano de Luis Guillermo Solís.
En esta campaña, el Tribunal Supremo de Elecciones ha sido incluido en las afirmaciones del candidato Juan Diego Castro, de Integración Nacional (PIN).
Castro, por medio de las redes sociales, advirtió a Sobrado de que lo estaba "observando", luego de que este anunció que el TSE estaba abierto a estudiar denuncias de ciudadanos que se sintieran afectados si un candidato les bloqueaba el acceso a sus perfiles sociales en Internet.
Sobrado también se ganó que el candidato del PIN, con base en premisas falsas, lo cuestionara porque, según él, se iba a asegurar una pensión de ¢10 millones gracias a una moción que presentó la bancada del PLN dentro del proyecto para reformar las pensiones de la Corte Suprema de Justicia, algo imposible porque Sobrado nunca ha trabajado para el Poder Judicial.
Pero Castro no se detuvo ahí, y el fin de semana pasado dijo que hay “serias amenazas de un gran fraude que va a hacer Liberación Nacional”, partido al que acusó de, supuestamente, tener un plan para cambiar votos por “marihuana, crack y bolis inyectados con tapis” en las elecciones del próximo 4 de febrero, denuncia que los voceros de ese partido calificaron de "tontería".
Luis Antonio Sobrado habló sobre los instrumentos que usará el TSE para hacer más transparentes los comicios de este domingo y sobre el transcurrir de la actual campaña durante una entrevista con La Nación que se transcribe en las líneas siguientes.
– ¿Qué opina de las acusaciones que se han lanzado durante la actual campaña y que cuestionan la imparcialidad del TSE como juez electoral?
– Los ciudadanos están a punto de dictar su veredicto en esta campaña. Y esos ciudadanos no tienen que preocuparse por el respeto a la voluntad popular. Ese es un asunto que se da por descontado en un país como Costa Rica, que es una democracia ejemplar en el contexto mundial y que es un referente de buenas prácticas en la organización de los procesos en todo el ámbito latinoamericano, a tal punto de que fuimos un ejemplo tomado en cuenta en los procesos de retorno a la democracia en América Latina, en la tercera ola de democratización, en los años 70 y 80. En ese sentido, no es técnicamente posible falsear la voluntad de las mayorías.
“No lo es, primero, porque tenemos una organización neutral frente a la diversidad partidaria, con gran experticia en organizar elecciones, son décadas y décadas, casi 70 años de haber nacido este Tribunal y estar al servicio de la democracia en un concepto de despartidización de la familia electoral, a diferencia de otros países de nuestro entorno y finalmente, porque las elecciones las hace la gente, que es la que se postula, los partidos son grupos de apoyo a las postulaciones y, al final, son los mismos ciudadanos los que definen dentro del menú electoral.
"Pero no es solo que la gente va a votar, es que tenemos 80.000 personas alrededor de las mesas de votación, entre fiscales, miembros propuestos por los partidos políticos, auxiliares electorales por junta, observadores nacionales, cuerpo de delegados, encargados de centros de votación. Es un contingente que va a estar a atento a que, como ha sido la tradición costarricense y la cultura política del país, lo que digan las mayorías se traducirá en nuevo Poder Ejecutivo y en el balance de fuerzas políticas en el Parlamento”.
– Sin duda, los partidos también tienen un rol fiscalizador dentro de todo este proceso...
– Por eso los tenemos dentro de las juntas receptoras de votos en controles cruzados que blindan el proceso electoral. Además, esos fiscales se retiran de las escuelas y los colegios con una certificación de resultados, certificación que también vamos a poner en la web para que todas las personas y todos los partidos puedan controlar que la totalización de votos que hacemos desde el Tribunal sea fiel reflejo de la realidad.
"También es importante mencionar que el TSE, integrado por más de 1.000 personas, tiene un cuerpo directivo que no es Luis Antonio Sobrado, es un grupo de cinco magistrados, de los cuales yo soy únicamente su vocero y la persona que ordena el debate y el que sale a la prensa a comunicar decisiones. Es decir, toda decisión que impacte el proceso electoral tomada por los máximos responsables no es una decisión individual, es una decisión de consenso por personas moralmente intachables y con una gran sapiencia y capacidad para hacer lo que corresponde en un Estado de Derecho y en una democracia electoral como la nuestra.
– ¿Esas actas de conteo de votos de las juntas receptoras van a estar a disposición de la gente el mismo 4 de febrero?
– En el 2016 (después de las elecciones municipales) hicimos un plan piloto de colocación de las certificaciones en la web en la noche y al día siguiente de las votaciones, pero en este momento vamos a colocar las más de 6.000 certificaciones ahí, online, para que la gente pueda controlar lo que todos hacemos y los propios partidos, como actores privilegiados, también tengan una herramienta de control. Ya tenían la certificación, pero ahora, además, la van a tener en línea como un mecanismo de aseguramiento de que aquí las cosas se hacen en respeto y homenaje a la decisión de las mayorías.
"Estamos también extendiendo el uso de reportes de datos desde teléfonos y tenemos por primera vez la aplicación para teléfonos inteligentes #votanteinformadocr que permite desde un dispositivo tener la transmisión de datos, ver los programas de los candidatos, su hoja de vida, las fechas importantes del cronograma electoral, y un espacio para plantear denuncias.
"Nosotros tenemos dos vías para que la ciudadanía pueda poner en conocimiento de nosotros cualquier situación indebida y nosotros reaccionar de inmediato. Esa vía siempre fue tradicionalmente el teléfono, el 800-Elector (800-3532867) que todavía está habilitado y seguirá habilitado pero, curiosamente, en lo que llevamos de este proceso, la gente ha utilizado más la aplicación que el simple teléfono. Esa es otra manera de cómo ponemos la tecnología al servicio del proceso electoral. Vamos a transmitir las sesiones del escrutinio de votos por la red social Youtube".
– ¿Por qué cree usted que pese a las garantías que ofrece el TSE existen candidatos presidenciales que se empeñan en cuestionar la transparencia de las elecciones?
– Decía mi compañera (la magistrada) Eugenia Zamora, citando a Eduardo Galeano (escritor uruguayo) que en el fútbol los partidos se pierden por el árbitro o se ganan a pesar del árbitro, siempre el árbitro tiene un rol complejo, pero en este caso no es un partido de fútbol, porque lo que se está disputando es la construcción de una élite política que por cuatro años va a comandar al país y, ciertamente, la política es la más noble de las profesiones, como decían los griegos. Pero, también, es una de las actividades que más pasiones genera.
"Y, precisamente, algunos jugadores en los encuentros políticos, enfatizan el papel del árbitro. El árbitro no es el protagonista, es el ciudadano. Y yo creo que parte de enfocarnos es precisamente para ver que la lid se establece entre partidos, la discusión tiene que estar situada ahí y nosotros (el TSE) no somos enemigos de nadie, sino facilitadores de todos y, sobre todo, defensores de la ciudadanía para que puedan votar en libertad y garantizándole que esa decisión sea libre de coacciones".
– Utilizando la analogía del fútbol ¿teme usted que por lo complejo que ha sido este proceso, con lo cerrada que pareciera estar la elección del nuevo presidente, vaya a haber más riesgo de que los equipos quieran ganar en la mesa de apelaciones lo que no ganaron en la cancha, las urnas?
– Hay una constante que hemos visto en el mundo, y en Latinoamérica muy en particular, en el sentido de que resultados muy estrechos aumentan los márgenes de conflictividad pos electoral. Un colega de otro país nos decía que el regalo de Navidad de un magistrado electoral es que una elección la gane cualquiera pero por un amplio margen. Porque, ciertamente, tiende a darse el fenómeno de que resultados estrechos amplían el margen de conflictividad pos electoral. Lo vemos en el escrutinio. Cuando el margen es estrecho, la fiscalización partidaria es intensa.
"En cambio, cuando los números son amplios, el salón de escrutinio luce despoblado. Pero, lo importante aquí, es que la institucionalidad electoral es tan sólida y está apoyada por la credibilidad ciudadana que es capaz de encausar esos momentos de tensión en el desenlace del proceso electoral. Lo vimos en 1966 y en el 2006 (comicios en los que fue estrecha la diferencia entre el candidato ganador y el perdedor), en donde la gente pudo apreciar cómo el escrutinio se sometía a las mismas reglas de transparencia y con fiscalización partidaria a la luz de todos y con la mirada en la ciudadanía puesta en todos los votos, porque si los resultados son estrechos tenemos que recontar voto a voto todo el país. El margen que determina ese recuento es de dos puntos porcentuales de diferencia o menos entre el más votado y el segundo lugar, o entre el segundo y el tercero en caso de que estemos en supuesto de segunda ronda.
"Desde luego, tenemos una política de comunicación que nos permite dirigirnos directamente a la ciudadanía, o por intermedio de los medios de comunicación aclarando cualquier malentendido o cualquier difusión de información malintencionada que pueda producirse. Vea que ni siquiera en esos escenarios tan complejos, separados por 40 años, no hubo ningún actor que rechazara el resultado de la elección y eso no solo muestra la solidez institucional, sino, la madurez de los políticos costarricenses".
– En esta campaña el TSE ha sido objeto de ataques de parte de algún candidato que incluso lanzó cuestionamientos sobre su eventual pensión. Sé que la respuesta quizás sea más transparencia pero ¿cómo se pueden combatir desde el Tribunal esos ataques?
– Lo primero que es importante es que la ciudadanía sepa que las decisiones que se toman en materia electoral no provienen exclusivamente de los magistrados, sino que también provienen del Registro Electoral y de las juntas electorales. Hablamos de un conjunto de funcionarios que activan la logística electoral y de más de 6.000 juntas que le recogen el voto a los costarricenses y declaran provisionalmente el resultado en su junta. ¿Qué somos nosotros (los magistrados)? Somos, primero, un director de orquesta, y segundo, contralores de legalidad de lo que hace el Registro Electoral y las juntas receptoras de votos en defensa de los ciudadanos y de sus derechos políticos fundamentales y también de los derechos de los partidos como actores privilegiados del debate político.
"Esa distribución de responsabilidades hace del sistema uno controlado en el que hay diversos centros de toma de decisión y un contralor de legalidad y de respeto a derechos fundamentales, que somos los magistrados, que somos cinco (...) yo puedo ser la persona más visible y eso hace que coseche amores y odios en medio de la intensidad política, pero lo fundamental en este campo es tener la serenidad que brinda un quehacer honesto, una conducción capaz de procesos electorales y transparentando todo el quehacer institucional. Del 2002 al 2018 me ha tocado ver la alternancia entre diferentes candidatos, partidos e integraciones legislativas y esa es la mejor muestra de un Tribunal imparcial que, lo único que acata es la decisión del soberano en las urnas.
– ¿Cómo minimizar el abstencionismo en una eventual segunda ronda que se efectuaría ni más ni menos que el Domingo de Resurrección, que es el 1.° de abril?
--Si yo hubiera podido escoger la fecha, no hubiera escogido el 1.° de abril como la fecha de una segunda votación presidencial y no solo es el tema de la celebraciones religiosas, sino que la Semana Santa suele ser tiempo de vacaciones donde la operación regreso (desde los sitios de descanso hacia la capital) se ubica justamente en ese domingo, pero yo no escojo el día, el TSE tampoco, pues está señalado constitucionalmente.
“Esa elección solo se podría suspender por razones de fuerza mayor y que no lo son en el escenario actual. (La fecha) sí nos presenta a nosotros un desafío mayor para facilitar el ejercicio del voto, para insistir a la gente en la importancia de participar en este eventual desenlace de la selección de presidente pero, también, es un desafío para todos los ciudadanos en el sentido de hacer convivir lo que es su descanso con el cumplimiento de una responsabilidad a la que se les llama únicamente una vez cada dos años. Entonces, yo creo que todos debemos de hacer el esfuerzo y entender que el ciudadano en democracia también tiene responsabilidades, de toda suerte, sepamos que votar es un acto sencillo que lo consumamos en unos minutos de nuestro día y que podemos hacer los acomodos necesarios para, sin perder ese espacio de descanso, poder también cumplir la obligación de votar”.
– Hace cuatro años el TSE celebró que los costarricenses se informaran más antes de ir a votar. Viendo el desarrollo del actual proceso de elección de presidente ¿considera que esta característica se repite?
– El electorado costarricense del Siglo XXI es totalmente diferente al del Siglo XX. El electorado de la segunda mitad del Siglo XX estuvo marcado por los hechos de 1948, dichosamente, el último momento de desencuentro político sangriento alrededor de las urnas. Esos hechos causaron heridas que generaron un comportamiento político ligado alrededor de dos familias electorales con la particularidad, además, de que la tradición familiar incidía fuertemente en los votantes de la siguientes generación lo cual desembocó, no por forzamiento legal, sino por esta coyuntura, en un modelo bipartidista.
"Para los electores del Siglo XXI el 48 ya está muy lejos. Ya no se vivió el 48 para la inmensa mayoría de los electores costarricenses y hoy tenemos un elector para el cual la tradición familiar ya no pesa, inclusive para el cual hay más interés en la persona del candidato, que en los colores de la divisa. Es un elector al que las canciones, la pirotecnia publicitaria tiene un peso muchísimo menor.
“Es un elector mucho más crítico, que demanda mayor información, que tiene más fuentes de información. Ya no únicamente los diarios, o la televisión, sino todas las facilidades que le brindan Internet y las redes sociales. El elector, hoy en día, no da tan fácil su voto, lo reflexiona antes de emitirlo, es un elector donde la pasión que, sin duda, genera la elección, la contrapesa también con elementos racionales. Y, desde ese punto de vista, creo que llegó para quedarse ese nuevo comportamiento donde la información, la reflexión, y el meditar el voto inclusive hasta el último momento, se están convirtiendo en la regla".
– ¿Cree el TSE que los partidos le han cumplido totalmente a ese nuevo elector?
– Yo creo que están acomodándose a un nuevo paradigma. Y creo que el gran desafío que tenemos también es el de fortalecer a los partidos políticos, lejos de caer en la tentación de renunciar a los partidos políticos como organizaciones para el debate y para la postulación de candidaturas, deberíamos de pensar que las democracias grandes son democracias partidarias y que el país gana si los partidos vuelven a reencontrarse con la ciudadanía. Claro que los partidos tienen que pagar un peaje que significa mayor transparencia, mayor institucionalidad y mayor democracia interna, pero la ruta como país hacia niveles superiores de desarrollo democrático pasan por el reencuentro entre ciudadanía y partidos.
– ¿A qué hora se dará el primer corte con resultados de las elecciones, el domingo?
– Pienso que en torno a las 8:30 p. m. tendremos el primer corte de resultados para darle a la ciudadanía y para abrir el canal con los medios de comunicación para que procesen los datos de acuerdo a sus plataformas.
– Sabemos que los partidos políticos son los responsables de motivar al elector para que acuda a las urnas a votar. pero desde el Tribunal Supremo de Elecciones ¿qué se propone para reducir el porcentaje de abstencionismo, que desde el 98 no baja de un 30%?
--Nuestra responsabilidad es velar por que nadie se quede sin votar por factores técnicos, es facilitarles el voto y lo hemos hecho de una manera progresiva. Ya en el 2014 les permitimos a los costarricenses en el extranjero votar, a partir del 98 se puede votar en las cárceles, en el 2002 el TSE aprobó el voto en los hogares de ancianos. Hay una extensión paulatina del sufragio a todas las capas de la población sin excepción.
"Ahora bien, hay comportamientos políticos que se establecen: de 1962 a 1994 votó el 80% de la población y de 1998 al 2014, en elecciones nacionales, vota el 70%. Ese paradigma de comportamiento difícilmente es modificable. Pero tome nota sobre otra cosa también, así como las encuestas no se ponen de acuerdo en hacer un retrato uniforme de las preferencias electorales, tampoco se ponen de acuerdo en cuál va a ser el porcentaje de participación. Unas lo dan alto, otros mediano, e inclusive, hay encuestas que nos dicen que va a participar más del 80% de la población.
“Esa es una incertidumbre y lo sabremos únicamente el día de las elecciones. Nuestra tarea fundamental es asegurar que nadie se quede sin una papeleta por razones atribuibles al organizador del proceso. Pero también hemos motivado a la gente a votar de manera inteligente. Si nosotros motivamos, si los partidos intentan motivar, la prensa informa y proporciona datos para votar de manera inteligente, al fin de cuentas es el ciudadano, individualmente considerado, quien decide, finalmente, si va o se queda.
"Yo confío en que la mayoría vaya y cumpla con esa responsabilidad ciudadana, sobre todo porque entre más personas voten, más legitimidad de origen tiene el nuevo gobierno en términos políticos, pero, también, entre más gente vote el balance de la Asamblea Legislativa va a reflejar mejor el estado de opinión pública del país y, por eso, yo creo que a todos nos interesa una alta participación".
– ¿Cómo definiría a la actual campaña?
– Como una oportunidad para ratificar nuestra profunda vocación democrática como país.