El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, afirmó la mañana de este lunes que es necesario trasladar la población y vida comercial de Upala a zonas de menor riesgo de inundación, esto luego de los estragos provocados por el paso del huracán Otto una semana y media atrás.
"Se van a tener que tomar medidas importantes de orden estructural. No podemos seguir con el pueblo metido en el río y ha llegado el momento de pensarse, a mediano y largo plazo, moviéndose progresivamente", dijo Solís esta mañana a funcionarios y representantes de esta comunidad, en una actividad en la sede del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
Solís inició esta mañana un recorrido por las zonas afectadas por el huracán Otto, que cobró la vida de 10 personas (seis de ellas en este cantón alajuelense, y cuatro en Bagaces, Guanacaste), entre la noche del jueves 24 y la madrugada del viernes 25 de noviembre.
LEA: Municipio de Upala ignoró plan para bajar riesgo de inundación
El fenómeno climático fue el primero de este tipo en tocar tierra costarricense, afectando de forma directa a más de 10 mil personas y daños en vías por más de ¢ 11.500 millones.
"Estamos muy claros de que hay un tema de ubicación del pueblo, que tiene que ser atendido. Yo quiero apelar a la mayor comprensión del pueblo y del comercio de lo que es actualmente Upala, y de la necesidad de que, junto con otras poblaciones del país que también se han visto afectadas, pensemos de otra manera, por la seguridad de las familias, de los pueblos y de las inversiones", insistió Solís.
Al respecto, el alcalde de Upala, Juan Bosco Acevedo, cuestionado por el papel del municipio durante la emergencia, indicó en una entrevista a La Nación que las víctimas mortales eran "inevitables", previamente había aceptado que no conocía "a fondo" un plan regulador para el cantón, elaborado por especialistas de la Universidad Nacional, en el que se detallaba los riesgos de inundación en las tierras que gobierna.
LEA: Alcalde de Upala: 'esas muertes eran inevitables'
Sin embargo, esta mañana, junto a Solís, se mostró optimista para el futuro del cantón, y aseguró que no había posibilidad de estar preparados para un fenómeno de la magnitud de Otto.
El mandatario destacó la labor de la Comisión Nacional de Emergencias, y de la labor de coordinación de la vicepresidenta de la República, Ana Helena Chacón, quien desde la semana anterior ha estado coordinando directamente la atención humanitaria de la emergencia en este cantón alajuelense.
Afuera, el sol pesado de las 11 a. m. endurecía el barro que se pegaba a las paredes de casas y comercios recordando a los visitantes que la alerta sigue vigente.
Los ríos cercanos al centro aún lucen con grandes cantidades de lodo y palos que han sido removidos parcialmente para el paso de las aguas.
Sin embargo, un recorrido a pie del presidente, dejó patente de que aún hay mucho por hacer en esta comunidad.
El presidente fue abordado por upaleños que siguen a la espera de la limpieza de alamedas que siguen cerradas por el lodazal.
Al respecto, Iván Brenes, presidente de la CNE, informó que siguen trabajando en limpieza y entrega de alimentos, y destacó que ahora lo que sigue es preparar los planes de reconstrucción y mapa de amenazas de eventuales inundaciones.
En esa línea, Brenes coincidió con Solís en que, las nuevas casas a construir y los nuevos comercios, se deben ubicar en zonas más seguras.
Similar opinión externó la vicepresidenta Chacón, quien dijo que ya trabajan en el plan de reconstrucción de esta ciudad que continúa afectada por la emergencia del único huracán categoría 2 que ha tocado territorio costarricense.
Chacón informó que tratarán de aprovechar la madera de los árboles que fueron arrancados de raíz por la fuerza del huracán y por las inundaciones, para utilizarlo en la reparación o reconstrucción de las 1.598 viviendas con daños y de los 412 poblados con algún tipo de afectación.
LEA: Luis Guillermo Solís sobre Otto: 'Hay fallecidos y desaparecidos'
Además, Solís fue enfático en señalar que hay un programa de un mes para la reconstrucción vial de poblados rurales afectados por el fenómeno climatológico, de manera que se recuperen lo más pronto posible los 2.778 kilómetros de carreteras que sufrieron daños tanto en la superficie como en cunetas, pérdidas de orillas, escombros y otros.
El impacto sobre este, el cantón número 13 de la provincia de Alajuela, con una población cercana a los 44.000 habitantes, podría ser, según dijo el alcalde, Juan Bosco Acevedo, una oportunidad para construir infraestructura que anteriormente no se había podido llevar a cabo.
Asimismo, recalcó que darán prioridad a los pobladores de Upala, así como de Bagaces, en los trabajos de reconstrucción de las áreas afectadas.
Tras su paso por Upala, el presidente se trasladó a Bagaces, en Guanacaste, donde visitaría otras zonas afectadas, de allí se movería hacia La Cruz, el otro cantón guanacasteco que sufrió los embates de Otto.
Para el miércoles el mandatario espera visitar los cantones de la zona sur del país que sufrieron afectación indirecta por medio de inundaciones.