El Presupuesto Nacional del 2020 quedó aprobado, definitivamente, este jueves en el plenario de la Asamblea Legislativa, esta vez con los votos favorables de los diputados del PAC.
El plan de gastos por ¢10,5 billones recibió 40 votos en su trámite de segundo debate y queda listo para su aplicación a partir del 1.º de enero del próximo año, con la característica de ser el primer presupuesto que aplica la regla fiscal.
En el primer debate, ocho legisladores del Partido Acción Ciudadana (PAC) votaron en contra por estar opuestos al recorte de ¢255 millones que, en la Comisión de Hacendarios, se le hizo al presupuesto del Ministerio de Cultura, para asignar esos recursos a las asociaciones de desarrollo comunal.
El lunes, las voceras de la bancada oficialista destacaron que, si bien apoyan el Presupuesto Nacional en sus aspectos generales, no votarían el informe de mayoría que generó varias reducciones presupuestarias.
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En su lugar, los legisladores del partido de gobierno querían impulsar la aprobación de un informe de minoría que restablecía esa partida para Cultura.
Para el segundo debate, cambiaron de posición. No obstante, había menos oficialistas en esta votación, pues para el primer debate estaban ocho legisladores y, este jueves, solo había seis.
A favor, este jueves, se pronunciaron 40 diputados; en contra, se pronunciaron la fabrista Ivonne Acuña y el frenteamplista José María Villalta.
El liberacionista Gustavo Viales adujo que, por cuestiones reglamentarias, debía aclarar que los diputados no están avalando el Presupuesto Nacional 2020 propuesto por el Poder Ejecutivo, sino el informe de mayoría tal como lo modificaron los diputados.
Con tal de quitarse los señalamientos de afinidad con la propuesta de gastos gubernamentales, el verdiblanco insistió en que lo aprobado por las bancadas de la oposición es un informe diferente.
Sin embargo, en realidad los legisladores modificaron muy poco la iniciativa del Ejecutivo y se dedicaron a hacer varios redireccionamientos del plan de gastos, así como a incluir nuevas normas presupuestarias para limitar el accionar de los jerarcas ministeriales.
El gasto corriente del Gobierno crecería un 3,9%, que es la menor variación de un plan de gastos gubernamental de la última década.
Según había informado la exministra de Hacienda Rocío Aguilar, en agosto, la variación del Presupuesto Nacional se debe principalmente a la reducción en las amortizaciones de deuda pública para el próximo año, debido a que se logró extender el plazo de los vencimientos de los bonos de deuda.
Por otra parte, el menor crecimiento de las remuneraciones ayudó a moderar el aumento de los gastos previstos, debido a la nueva forma de calcular los pluses salariales y los incentivos para el sector público.
Según Hacienda, se eliminaron 158 plazas y ello ayuda a reducir el crecimiento neto de puestos en el sector público, de casi 700 este año a 360 en el 2020.
El total destinado para gastos de capital (infraestructura y equipo) asciende a ¢640.973 millones, o sea, un 16,1% más que el año actual. Mientras tanto, el 15% del Presupuesto 2020 se destina a pensiones y programas sociales, mientras que el 38,2% va para el servicio de la deuda y un 25,4% para educación.
El 52% de ese plan de gastos se financia con impuestos y el 48% con deuda. En el caso del déficit, Hacienda prevé una reducción, pues mientras para el 2019 se estima que termine en un 8,1% del producto interno bruto (PIB), para el 2020 se espera que llegue a un 7,8%.