Las primeras personas en estrenar el voto electrónico durante las elecciones municipales en Costa Rica aprobaron la experiencia, pues consideraron que el proceso resulta rápido y sencillo.
Roberto García utilizó, la mañana de este domingo, la papeleta única electrónica del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) en el Liceo de Moravia. García tardó cinco minutos en el proceso y a las 6.28 a. m. salió sonriente por la puerta del aula donde estaba ubicada su junta electoral.
“Bien, bien, la primera vez uno va despacito, pero es mejor así; no hay que oponernos al cambio”, comentó a La Nación.
Nelson González también figuró entre los primeros votantes en utilizar el nuevo sistema. Aseguró que para él fue mucho más sencillo y seguro.
Una opinión similar tuvo Susana Artiaga, de 78 años, quien contó a este diario su experiencia: “Yo soy analfabeta digital, pero es sencillo. Me gusta más con papeleta porque a los mayores nos cuesta mucho mentalmente hacer esta evolución, pero es fácil”.
Laura Chinchilla Miranda, presidenta de la República en el periodo 2010-2014, fue una de las electoras que tuvo la oportunidad de probar el nuevo sistema en Pozos de Santa Ana.
“Caí en el 9% del padrón que votó con dispositivo electrónico. Confieso que he sido de las escépticas, no porque dude del TSE, sino por las campañas de desinformación que persiguen a algunos de estos mecanismos”, declaró en su cuenta de Twitter.
Empero, agregó que esas dudas se disiparon al llegar a la junta receptora, pues sostiene que encontró seguridad, ya que se preserva la privacidad; la urna, agregó, no está conectada a la red y el voto queda impreso en papel. También calificó el modelo como ágil “ya que el proceso es sencillo, a la vez que permite verificación y hasta corrección de parte del votante”, agregó.
El plan piloto del TSE se está poniendo a prueba en estos comicios municipales y abarca las elecciones de alcaldes, regidores y síndicos. El sistema consolida los votos en una única papeleta en lugar de tres.
La herramienta está disponible en 499 juntas electorales distribuidas en 25 cantones, las cuales representan menos del 10% del total de mesas habilitadas. Cerca de 320.000 electores tienen la oportunidad de utilizar esta nueva modalidad, con un costo estimado de $1,9 millones.
En la Escuela Abraham Lincoln, ubicada en Alajuelita, se encontraba Inés Torres, una de las electoras que utilizó el plan piloto. A diferencia de los otros votantes, para ella el sistema “fue difícil”.
Torres tardó unos 10 minutos mientras uno de los miembros de mesa, desde lejos, le explicaba la manera como debía proceder.
“No entendía cómo se tenía que hacer. Para mí fue más difícil así que con una papeleta normal”, manifestó la mujer. A ella se le explica desde lejos para no interferir en su decisión de voto, que es secreta.
Entretanto, en Montes de Oca, específicamente en la Escuela José Figueres Ferrer, Omar Hérnandez acudió a votar con su hijo de 5 meses.
A las 7:29 a. m. ingresó a su junta electoral y en cuestión de cinco minutos terminó de ejercer su derecho. “Superbién, muy sencillo. Solo es tocar botones y ya; la verdad mejor así”, señaló.
En el Liceo de Curridabat, donde también se habilitó el sistema, los pasillos lucían desolados durante las primeras horas de la mañana.
En su primera conferencia de la jornada, el TSE reportó a las 9:22 a.m. que todos los centros donde se habilitó el voto electrónico operaban con normalidad desde el arranque de la jornada y que no había reportes sobre mayores incidentes.
Héctor Fernández, director general de Registro Electoral y Financiamiento de Partidos Políticos del TSE, indicó que en Alajuelita se presentó una confusión con un ciudadano que reclamó que en la papeleta única electrónica no le aparecieron los candidatos de su partido para regidores y síndicos.
Fernández señaló que, en este caso, se le aclaró al elector que el hecho obedece a que su agrupación no inscribió aspirantes para estos puestos en ese cantón.
Asimismo, el funcionario señaló que la noche del sábado 3 de febrero se realizó una última capacitación con los miembros de las juntas receptoras habilitadas para aplicar el voto electrónico para repasar el procedimiento y probar los equipos.
¿Cómo votan?
Los costarricenses primero ingresan a la mesa electoral donde presentan su cédula de identidad para proceder con la verificación en el padrón electoral. Una vez superado ese proceso, el ciudadano recibe una papeleta con un chip, la cual debe estar firmada por los tres miembros de la mesa.
Posteriormente, se dirige al área donde se encuentra la máquina, inserta la papeleta, y la máquina le guía para seleccionar en orden a los candidatos a alcaldes, regidores y síndicos.
En caso de que el elector cometa un error, el sistema le proporciona opciones digitales para corregirlo. Una vez que confirma su elección, la máquina imprime el voto de estas tres elecciones en una sola papeleta.
El resto del procedimiento mantiene el formato tradicional del voto manual, en el que el elector dobla su voto y lo deposita en una urna para asegurar el secreto del sufragio.
En los centros educativos habilitados como juntas electorales con voto electrónico se instalaron equipos para simular el voto con el objetivo de que las personas pudieran capacitarse antes de ingresar a oficializar su elección.