El régimen de Nicolás Maduro traspasó a manos del exdiputado costarricense, Álvaro Montero Mejía, la propiedad que utilizaba como residencia para el embajador de Venezuela en Costa Rica.
Se trata de un inmueble de 4.400 metros cuadrados ubicado en Los Yoses, en el cantón de Montes de Oca, el cual estaba inscrito registralmente a nombre del Gobierno de Venezuela desde 1992.
El traspaso ocurrió justo después de que el gobierno de Carlos Alvarado reconociera al opositor Juan Guaidó como presidente encargado del país suramericano y ordenara a los diplomáticos chavistas abandonar el país.
El régimen optó por regalar el inmueble, ubicada frente a la Embajada venezolana, con lo que evitaría que este sea utilizado por la nueva embajadora de Venezuela, María Faría, quien fue designada por Guaidó.
El receptor del bien, Montero Mejía, fue diputado de la coalición de izquierda Pueblo Unido entre 1983 y 1986; después, intentó regresar al Congreso en varias ocasiones, la última fue en la contienda de 2014, con el partido Patria Nueva.
Él confirmó que firmó el traspaso hace aproximadamente dos meses, cuando ya había empezado a correr el periodo de 60 días que el gobierno de Alvarado le dio a los exiplomáticos de Maduro para salir del país.
Según el exdiputado, la oferta de hacerse cargo de la propiedad la recibió de parte de la diplomática venezolana Norma Borges.
Ella se había integrado al equipo diplomático de Maduro desde el 9 de enero, pero nunca recibió la autorización del gobierno de Costa Rica para operar como tal.
“Ella habló directamente con el gobierno de su país, con el gobierno de Maduro y, cuando ellos se enteraron de la situación, pues entonces tomaron sus decisiones. Ella me dijo: ‘Estas son las posiciones, ¿usted acepta?’ Y yo le dije que sí, yo tengo mis propias posiciones", afirmó el político.
Montero aseguró que aceptó hacerse cargo del inmueble con la condición de que se le permitiera utilizarlo como un centro de cultura.
“Yo estaba dispuesto a hacerme caso de la atención de esa casa siempre que se me permitiera hacer algún proyecto de naturaleza cultural, no a favor del gobierno de Venezuela, nada, un proyecto cultural para llevar allí charlas, conferencias, mesas redondas, ya que se nos estaba brindando la oportunidad de tener una casa tan bien ubicada, tan grande y cómoda”, dijo el exlegislador.
Del archivo:
El exmagistrado Celso Gamboa, quien representa a los chavistas en una denuncia por usurpación que interpuso el gobierno de Maduro contra Faría, confirmó que el traspaso se efectuó.
Gamboa, no obstante, afirmó que no fue él quien ejecutó el acto y dijo ignorar cuál notario lo hizo. El exmagistrado también aseguró que desconoce en qué fecha se firmó el traspaso de derechos de posesión.
En el Registro Nacional, hasta este martes por la tarde, el inmueble aparecía inscrito a nombre del Gobierno de la República de Venezuela.
Montero ratificó que la inscripción se efectuó a su nombre, no obstante, señaló que al trámite aún le hacen falta algunos “detalles”.
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Consultada por La Nación sobre el traspaso, Faría indicó que solo cuenta con la información que ha llegado hasta los medios de comunicación.
“En las próximas horas analizaremos la certeza de la información y las medidas legales que correspondan”, comunicó la embajadora.
‘Nadie sabe de qué es presidente ese muchacho’
Según Montero, su contacto con Norma Borges inició en el momento en que ella llegó al país, cuando él fue a ponerse a su disposición para colaborar en lo que estuviera a su alcance.
Montero Mejía aseveró que no está al servicio de ningún gobierno, sin embargo, se declaró afín a la causa chavista.
“Yo desde luego me identifico con la lucha del pueblo y, desde luego con la lucha que ha venido dando el chavismo en Venezuela, y me entristece que haya una campaña mediática de la naturaleza que hay hoy, donde prácticamente todo está concebido y construido para trabajar con lo que llaman las fake news y cosas que no son ciertas”, manifestó Montero.
El político descartó que su decisión de aceptar la residencia cause algún conflicto con María Faría, pues, desde su punto de vista, Juan Guaidó carece de legitimidad, pese a que Costa Rica lo reconoce como mandatario interino.
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“No es complicado porque todavía nadie sabe de qué es presidente ese muchacho, no tiene una oficina en Caracas. El gobierno de Venezuela, con todos sus poderes, el judicial, el legislativo, el electoral, que también es parte del Estado venezolano. Si usted me dice que el día de mañana Guaidó puede llegar a tener alguna presencia en la vida política de Venezuela, pero todavía no se ve eso”, alegó el político.
Pese a dicha posición, Montero aseguró que cuando instale su centro cultural, no tendrá problema en abrirle las puertas a Faría, si la embajadora quisiera hacer alguna conferencia.
El jefe de la misión chavista, Nabil Mora, dejó el país el domingo 14 de abril, dos días antes de que se venciera el plazo impuesto por el Poder Ejecutivo para su salida. Otras dos delegadas egresaron el día anterior, pero ese mismo sábado reingresaron a Costa Rica como turistas. Las autoridades costarricenses no confirmaron si Borges registró algún movimiento migratorio.